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Como si ya no fuera inquietante de por sí el hecho de traer vida al mundo, las etapas de la vida laboral también influyen en ese sentimiento de no saber cuál es el momento ideal para tener hijos. Los tiempos han cambiado. Muchas mujeres de hoy en día priorizan su trabajo por encima del deseo de formar una familia. La mujer independiente que cada vez es más consciente de su papel como mujer proactiva, trabajadora y que maneja sus finanzas, ha hecho que el aspecto de la concepción pase a un segundo plano.

Otras no tienen tan clara esta decisión, y quieren quedar en embarazo pero les preocupa que esto interfiera en su posible ascenso o que disminuyan las posibilidades de que su emprendimiento crezca a mayor velocidad.

Pues un informe publicado por la Oficina de Investigaciones Económicas de EE.UU. (NBER) acaba de encontrar que la maternidad puede moldear la carrera de una mujer al retrasar su progresión y ponderar sus ganancias.

Muchos empleadores y economistas atribuyen esto a la discriminación que sufren las mujeres con hijos debido a la cantidad de tiempo que deben invertir en su cuidado lo que en últimas termina afectando su productividad.

Pero entonces, ¿cuál es el mejor momento para tener hijos? Carolina Vegas, una madre de 36 años que trabaja tiempo completo como editora de una revista y tiene un hijo de 2 años, cree que trabajar y tener hijos no es muy compatible. “Así uno logre tener todo el apoyo alrededor, es muy difícil porque uno no descansa nunca. Los días de descanso y los fines de semana ya no están”.

Por eso muchas madres trabajadoras afirman que la mejor época para empezar es cuando ya se tiene una carrera consolidada. “Yo pensaría que después de que uno ha logrado metas importantes de la vida profesional. Tendría que decir que después de los 30, entre los 33 y los 40”, dice Carolina. El momento preciso de acuerdo al estudio de la NBER es justo en la edad que afirma Carolina ya que “cuanto más joven es una madre, más tiene que renunciar en términos de oportunidad para acumular experiencia y capital humano en el mercado laboral”.

El informe arrojó que las mujeres que tuvieron hijos entre los 31 y 34 ganaron un promedio de 13% más durante el curso de vida que las mujeres universitarias que los tuvieron a una edad más temprana e incluso que las que no tuvieron hijos. Esto se debe a que las madres mayores suelen ser más experimentadas y por lo tanto más difíciles de reemplazar, por lo que los empleadores intentan retenerlas a toda costa.

revistagestion.ecMucha gente va en contra de este rango de edad y afirman que es mejor tenerlos antes de los 20 porque suele pensarse que entre más años tenga la madre no solo tendrá más riesgo su embarazo, sino que tendrá menos tiempo para ver a sus hijos crecer. Pero estos imaginarios no tienen en cuenta que la longevidad de la vida humana ha aumentado y los avances médicos en seguridad maternofetal hacen posible que no sea igual de riesgoso como lo era 20 años atrás.

Así que si usted piensa que todavía no ha llegado a su cumbre profesional y que por lo tanto la ‘dejará el tren’ de la maternidad, puede estar tranquila. Incluso en su libro “You can get pregnant over 40, naturally”, la americana Sandy Robertson muestra que otros factores también son importantes al momento de buscar un hijo.

Después de pasar por varios tratamientos de reproducción asistida tras los cuales no consiguió su embarazo e incluso perdió una trompa de Falopio, Sandy decidió informarse de cómo aumentar su fertilidad de forma natural y a los 44 años consiguió dar a luz a una hija muy saludable.

Ricardo Navarro, Presidente de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (S.C.A.R.E), dijo que aunque la ciencia ha dicho que entre más edad tengan sus los óvulos de una mujer hay más probabilidades de alteración del material genético, la tasa de alteraciones cromosómicas en niños es mucho más alta en países como Colombia donde las mujeres a los 25 años piensan que ya no van a poder tener hijos, que en países europeos donde empiezan a procrear después de los 30.

“En estas culturas anglosajonas y europeas la educación gira en torno al goce y disfrute de la vida de manera amplia y después de los 30 piensan en tener hijos. Ellos tienen en cuenta la balanza riesgo-beneficio que es lo que siempre debe orientar la vida de la persona. Si fuera riesgoso los médicos tendríamos que educar a las pacientes, pero no es así”.

Hay que tener en cuenta que los países y las empresas también deben brindar sistemas que den beneficios a las madres. En Dinamarca, Noruega o Suecia, la participación femenina registrada en la fuerza laboral se apoya en las soluciones que las empresas están dispuestas a ofrecer como horarios flexibles y trayectorias profesionales estables.

En todo caso, la decisión de ser madre no debería darle dolores de cabeza y lo más importante es que sea planeada y busque lo mejor para el/los sucesores. “Criar hijos no es como soplar y hacer botellas. Uno está formando gente que hará parte de la sociedad en un futuro, y este no es un tema que deba decidirse a la ligera”, concluye Carolina.

 

 

 

Fuente: Finanzas Personales.
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Last modified on 2018-04-01

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