En los últimos años en Ecuador y Latinoamérica se vive el boom del fenómeno del emprendimiento, por lo que se han realizado algunos cambios económicos, legislativos e incluso educativos, encaminados a incentivar, facilitar y apoyar a los emprendedores y sus proyectos. Uno de los más importantes que se dio en el país fue la creación, dentro del currículo formal de bachillerato, de la asignatura de Emprendimiento y Gestión.
La tarea de educar en emprendimiento no resulta fácil y menos aún si no se cuenta con las herramientas adecuadas para crear espacios en el aula, en donde los estudiantes no solo aprendan de teoría y conceptos, sino que vivan un proceso emprendedor. El Programa de Educación Emprendedora de Fundación CRISFE impulsa la educación en emprendimiento desde edades tempranas, sirviéndose de metodologías lúdicas y vivenciales.
Dentro del proceso de la educación en emprendimiento nos centrarnos en el docente o persona que va a impartir la enseñanza. Es indispensable formarlo en el manejo de herramientas y metodologías de emprendimiento y lo verdaderamente valioso es que el docente experimente el proceso emprendedor, ya que la enseñanza de herramientas y metodologías es más significativa si se experimenta de primera mano.
Foto: Crisfe.
Conjuntamente con la Universidad San Francisco de Quito se desarrolló un curso online masivo y abierto o MOOC, por sus siglas en inglés, dirigido a docentes que imparten la materia de Emprendimiento y Gestión. El objetivo es brindar a los docentes las herramientas, contenidos y metodologías para la enseñanza del emprendimiento en las aulas.
Uno de los principales desafíos dentro de la enseñanza de emprendimiento es pasar de la teoría a la práctica y entender cuáles son los objetivos al hacerlo. Seguramente en este nivel el objetivo no sea lograr un startup que ingrese disruptivamente en el mercado, sino más bien el objetivo puede estar encaminado al desarrollo de habilidades y destrezas que motiven el emprendimiento.
Entender cuál es el objetivo de la educación emprendedora en los diferentes niveles educativos permite direccionar de manera adecuada los esfuerzos del docente. No descartamos que se generen emprendimientos innovadores y con potencial de escalabilidad en las aulas, si esto ocurre, excelente, pero dependiendo del nivel, debe ser la excepción y no la regla. Si se apunta a la generación de startups como fin último, quizá resulte una experiencia frustrante para los estudiantes.
La enseñanza del emprendimiento se da de mejor manera cuando se parte de algún problema significativo para el estudiante o su comunidad, la idea es generar proyectos que atiendan algún problema, dolor de cabeza o falla de mercado. Cuando los estudiantes pueden detectar estos problemas aprenden que detrás hay una oportunidad y si se encuentra la solución o se mejora la situación, habrá un mercado dispuesto a pagar por esto.
Foto: Crisfe.
Los proyectos que se generan en las aulas deben apuntar a la generación de impacto, en este sentido, un eje orientador son los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En el MOOC dirigido a docentes se trabaja en torno a estos ODS y la idea es que los maestros los repliquen con sus estudiantes y empiecen a generar ideas que más adelante mejoren el mundo.
Si bien la formación de los docentes es fundamental, también lo es la generación de espacios en donde los estudiantes puedan experimentar el proceso emprendedor, nutrirse de experiencias, compartir con pares, generar redes de contacto, entre otras. En este sentido, desde CRISFE se impulsan las Olimpiadas Emprende y Actúa como un espacio donde confluyen diferentes actores del ecosistema emprendedor.
Las Olimpiadas Emprende y Actúa son una iniciativa de Fundación CRISFE, Activaos, el Colegio de Administración y Economía de la Universidad San Francisco y la Alianza para el Emprendimiento e Innovación; el objetivo es motivar el emprendimiento en estudiantes y contribuir a la generación de una cultura emprendedora en el país.
En el marco de las Olimpiadas se involucran a diferentes colegios de Quito que viven un proceso emprendedor integral que va desde la capacitación a docentes, padres de familia y estudiantes hasta la ideación y generación de emprendimientos de alto impacto, todo esto vinculando a distintos actores del ecosistema emprendedor: empresarios, emprendedores, mentores, etc.
Las Olimpiadas ya se vienen trabajando en alrededor de 30 instituciones educativas de Quito y el evento de cierre se realizará el 30 de noviembre en las instalaciones de la Universidad San Francisco de Quito. Se estima llegar a más de 5.000 estudiantes, quienes vivirán de cerca un proceso de aprendizaje sostenido.
Como se evidencia, son diferentes las acciones que se realizan en torno a la educación emprendedora, sin embargo, aún queda el desafío de convocar a más actores y sumar esfuerzos que permitan alcanzar el mismo objetivo, la generación de habilidades y destrezas que ayuden a los jóvenes empoderarse de su realidad y convertirse en agentes de cambio.
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Last modified on 2018-09-22