El subempleo en Ecuador ha presentado un aumento interanual estadísticamente significativo de 4,2 puntos porcentuales para mayo de 2024, según los datos más recientes proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2024). Esta situación refleja la precarización del mercado laboral y la incapacidad de la economía para generar empleos de calidad que satisfagan las necesidades de la población, entre otros temas.
EL PANORAMA LABORAL ECUATORIANO
El mercado laboral ecuatoriano enfrenta diversos desafíos que han contribuido al aumento del subempleo en los últimos años. Según el economista Santiago Mosquera, el mercado laboral está estrechamente ligado a la actividad económica del país, por lo que cuando el país se encuentra en desaceleración económica, la generación de empleo es limitada y el sector privado, que es el principal empleador, presenta dificultades para absorber la creciente oferta laboral.
En ese sentido, la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) de mayo de 2024 reveló que la tasa de participación global, que mide la proporción de la población económicamente activa (PEA) respecto a la población en edad de trabajar (PET), se ubicó en 63,8% a nivel nacional. Esto significa que, de cada 100 personas en edad de trabajar, aproximadamente 64 están empleadas o buscando activamente un empleo. Sin embargo, al analizar la calidad del empleo, se observa que 29,6% está en otro empleo no pleno y el 10,3% en empleo no remunerado (Gráfico1).
Gráfico 1
Condición de actividad mayo 2024
Mientras que el subempleo, que se define como las personas que perciben ingresos inferiores al salario mínimo y/o trabajan menos de la jornada legal y tienen el deseo y disponibilidad de trabajar horas adicionales, afecta al 23,1% de la PEA. Esta cifra es preocupante, ya que refleja la precariedad laboral a la que se enfrentan muchos trabajadores ecuatorianos, quienes se ven obligados a aceptar empleos que no cumplen con las condiciones mínimas de remuneración y estabilidad (Gráfico 2).
Gráfico 2
Evolución del desempleo anual para mayo
LAS RAÍCES DEL SUBEMPLEO
El aumento del subempleo en Ecuador tiene múltiples causas, tanto coyunturales como estructurales. En entrevista con GESTIÓN, Mosquera explica que existen dos factores principales que han contribuido a este fenómeno: el primero es el crecimiento de la población en edad de trabajar y, el segundo, la débil actividad económica.
En los últimos años, la población en edad de trabajar ha aumentado de manera significativa en Ecuador. Según los datos del INEC (2024), de manera anual, para mayo 2024 la Población en Edad de Trabajar creció en 186.641 personas, pasando de 13’017.479 a 13’204.120. Este aumento de la oferta laboral ejerce una presión adicional sobre el mercado de trabajo, que ya enfrenta dificultades para generar suficientes empleos de calidad (Gráfico 3).
Gráfico 3
Evolución de la Población en Edad de Trabajar en los últimos cuatro años
Por otro lado, la débil actividad económica ha limitado la capacidad del sector productivo para absorber la creciente fuerza laboral. Mosquera señala que, según proyecciones, el crecimiento económico para el año 2024 es del 0,4% en términos reales, lo que sugiere que la población crece a una tasa superior a la de la economía. Esta brecha entre el crecimiento poblacional y el crecimiento económico dificulta la creación de nuevas empresas y la generación de empleos formales.
Un crecimiento económico lento o incluso negativo tiene un impacto directo en la capacidad de las empresas para contratar nuevos trabajadores y mantener los puestos de trabajo existentes. En un contexto de incertidumbre económica, muchas empresas optan por reducir costos, lo que puede implicar despidos, suspensiones o la precarización de las condiciones laborales.
Además, esto puede desincentivar la inversión y el emprendimiento, lo que a su vez limita la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo. En un entorno de bajo crecimiento, los inversionistas pueden percibir un mayor riesgo y optar por destinar sus recursos a otros países o sectores más rentables.
Otro factor estructural que incide en el subempleo es la falta de correspondencia entre la oferta de profesionales y la demanda laboral. Según un estudio realizado por Edwin Herrera titulado “El subempleo profesional en Ecuador y sus factores determinantes”, en el país existe un exceso de profesionales en ciertas carreras, como administración de empresas, contabilidad y auditoría, mientras que hay un déficit en otras áreas, como las ingenierías y las ciencias básicas. Esta situación lleva a que muchos profesionales acepten empleos para los cuales están sobrecalificados, lo que se conoce como subempleo profesional o sobreeducación.
LAS CONSECUENCIAS DEL SUBEMPLEO: FRUSTRACIÓN Y PESIMISMO
El subempleo no solo tiene impactos económicos, sino que también afecta el bienestar individual y social de las personas. Según Mosquera, el subempleo genera un sentimiento de pesimismo y desmotivación entre los jóvenes que buscan insertarse en el mercado laboral y no encuentran oportunidades acordes a sus expectativas y capacidades.
Este sentimiento de frustración puede llevar a muchos jóvenes a considerar la migración como una alternativa para mejorar sus condiciones de vida. Mosquera comenta que “este es uno de los indicadores que más debería preocuparnos, porque es ese pesimismo referente a lo que el país puede ofrecer lo que les hace considerar que ir a otro país es una mejor alternativa que quedarse en el Ecuador explorando posibilidades de inserción laboral”.
La migración de talento humano representa una pérdida significativa para el país, tanto en términos económicos como sociales. Por un lado, el Estado y las familias invierten recursos importantes en la formación de estos jóvenes, a través del sistema educativo y de programas de capacitación. Sin embargo, cuando estos profesionales deciden migrar en busca de mejores oportunidades, el país pierde la posibilidad de beneficiarse de sus conocimientos y habilidades para impulsar el desarrollo nacional.
EL PERFIL DEL SUBEMPLEADO ECUATORIANO
Por otra parte, Érika Carlosama y Carol Morales en su artículo “Determinantes del subempleo en Ecuador. Periodo 2019”, muestran que el perfil del subempleado ecuatoriano es complejo y multifacético, revelando importantes disparidades socioeconómicas y demográficas. Las autoras identificaron varios factores clave que aumentan la probabilidad de que una persona se encuentre en situación de subempleo.
Uno de los hallazgos más significativos es la relación entre la ubicación geográfica y el subempleo. El estudio revela que “quienes residen en el área urbana tienen una probabilidad 3,2% menor de estar subempleados respecto a quienes residen en el área rural”. Esta disparidad urbano-rural subraya la necesidad de políticas de desarrollo económico más equilibradas que aborden las desigualdades territoriales en el mercado laboral ecuatoriano.
En cuanto a las características demográficas, Carlosama y Morales encontraron una relación en forma de U entre la edad y el subempleo. Esto significa que tanto los jóvenes como los adultos mayores son más propensos a estar subempleados. Los autores sugieren que esto podría deberse a la falta de experiencia en el caso de los jóvenes y a la posible discriminación por edad en el caso de los trabajadores de mayor edad. Además, el estudio revela que ser hombre disminuye la probabilidad de estar subempleado en un 8,3% en relación con las mujeres, lo que pone de manifiesto la persistencia de desigualdades de género en el mercado laboral.
El nivel educativo también juega un papel crucial en la probabilidad de subempleo. Los resultados indican que cada año adicional de educación disminuye la probabilidad de estar subempleado. Este hallazgo subraya la importancia de la inversión en educación y formación como estrategia para combatir el subempleo. Sin embargo, los autores también advierten sobre el fenómeno del subempleo profesional o sobreeducación, donde muchos profesionales aceptan empleos para los cuales están sobrecalificados debido a la falta de correspondencia entre la oferta de profesionales y la demanda laboral en ciertas áreas.
BAJO ESE PANORAMA, ¿QUÉ ACCIONES PUEDE TOMAR EL PAÍS?
Frente a la situación actual del mercado laboral ecuatoriano, caracterizada por un aumento del subempleo y un crecimiento económico débil, es fundamental que el país implemente medidas efectivas para revertir esta tendencia. Santiago Mosquera comenta que una de las políticas más efectivas para reducir el desempleo y el subempleo en Ecuador sería la flexibilización de los mercados laborales.
Esto implica “hacer menos costoso el proceso de contratar y despedir trabajadores, permitiendo a las empresas ajustar su demanda laboral según las condiciones del mercado”. Sin embargo, Mosquera reconoce que este es un tema delicado en Ecuador, especialmente después de la posición clara de los ecuatorianos en la consulta popular respecto al trabajo por horas.
Otro elemento fundamental, según el catedrático, es el fomento a la creación de empresas. Dado que el sector público no está aumentando su demanda laboral, todo el peso de la creación de empleo recae sobre la empresa privada. Esto incluye tanto a empresas ya establecidas como a nuevas empresas que se creen o se generen con inversión extranjera directa. Para lograr esto, es importante mejorar el ambiente de negocios en el país.
Sin embargo, Ecuador enfrenta desafíos significativos en este aspecto. Según el último informe ‘Doing Business’ del Banco Mundial, que mide la facilidad de hacer negocios, para el año 2020 Ecuador ocupó el puesto 129 de 190 países evaluados, con un índice de 57,72. Este ranking muestra una tendencia preocupante, ya que el país ha venido perdiendo posiciones en los últimos años. En 2015, Ecuador se ubicaba en el puesto 114, y desde entonces ha caído 15 posiciones (Gráfico 4).
Gráfico 4
Facilidad de hacer negocios en Ecuador
En ese sentido, Mosquera enfatiza en que el gobierno debe trabajar en facilitar y mejorar las condiciones para hacer negocios, tanto para inversionistas locales como extranjeros. Esto implica simplificar los trámites para la creación de empresas y mantener estabilidad en materia tributaria y operacional. El objetivo debe ser hacer de Ecuador un destino atractivo para la inversión, ofreciendo condiciones favorables en todas las industrias.
Por último, Mosquera subraya la importancia de mantener un entorno estable y predecible que genere confianza en los inversionistas y evite la fuga de capitales. Advierte que algunas empresas ecuatorianas están buscando expandirse en otros países, lo que podría resultar en una salida de recursos. Por lo tanto, es crucial que tanto el sector público como el privado trabajen en conjunto para fomentar las mejores condiciones que atraigan capital extranjero y motiven a los inversores a arriesgar su dinero en el país.
En definitiva, el aumento del subempleo en Ecuador revela una problemática compleja que requiere atención urgente y soluciones multifacéticas. Más allá de las cifras y análisis presentados, se debe reconocer que detrás de cada estadística hay historias personales de frustración, talento desaprovechado y sueños postergados.
El desafío para Ecuador no solo radica en generar más empleos, sino en crear oportunidades de trabajo digno que permitan a sus ciudadanos desarrollar plenamente su potencial. Adicionalmente, es imperativo fomentar una cultura de innovación y emprendimiento que pueda capitalizar el talento de los jóvenes ecuatorianos, transformando el pesimismo actual en un motor de cambio y desarrollo.
(*) Analista económica Revista Gestión.
Last modified on 2024-06-30