El panorama económico del Ecuador para 2024 se encuentra en el centro del debate debido a los diversos desafíos estructurales y coyunturales que enfrenta el país. Las principales instituciones nacionales e internacionales han presentado sus proyecciones de crecimiento, mostrando diferentes perspectivas sobre el desempeño de la economía nacional. Las estimaciones varían significativamente entre organismos, desde un conservador 0,3% hasta un optimista 1,8% (Gráfico 1), lo que refleja la complejidad del entorno económico y la incertidumbre sobre los factores que influirán en el crecimiento durante el próximo año.
ANÁLISIS COMPARATIVO DE PROYECCIONES DE CRECIMIENTO PARA 2024
Las proyecciones de crecimiento económico para Ecuador en 2024 muestran una notable dispersión entre las distintas instituciones nacionales e internacionales. Según los últimos datos, la CEPAL presenta la estimación más optimista, con un 1,8%, significativamente superior a las demás proyecciones. Esta diferencia de 1,5 puntos porcentuales respecto a las estimaciones más conservadoras refleja una visión más positiva sobre la capacidad de recuperación de la economía ecuatoriana y regional (Gráfico 1).
Gráfico 1
Proyecciones para el crecimiento de la economía ecuatoriana
Según el último Estudio Económico de la CEPAL, se espera que América Latina y el Caribe crezca un 1,8% en 2024 (lo mismo que Ecuador), una tasa baja pero superior a la proyectada para el país por otras instituciones como el FMI y el Banco Mundial. La CEPAL fundamenta su proyección más optimista en la resiliencia que ha mostrado la actividad económica regional en los últimos trimestres, a pesar del complejo contexto externo, y en la expectativa de una mejora de los términos de intercambio para los países exportadores de materias primas como Ecuador. No obstante, también advierte sobre los riesgos derivados de la persistencia de la inflación, el alza de las tasas de interés y la incertidumbre global.
El Banco Central del Ecuador (BCE) se ubica en una posición intermedia, con una proyección del 0,9%, que dobla las estimaciones del FMI y el Banco Mundial, pero se mantiene 0,9 puntos porcentuales por debajo de la CEPAL. Es notable la coincidencia entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, ambos con una proyección del 0,3%, siendo las más conservadoras del grupo. Esta convergencia entre dos de las principales instituciones financieras internacionales sugiere una evaluación similar de los riesgos y desafíos que enfrenta la economía ecuatoriana, particularmente en términos de ajustes fiscales y reformas estructurales pendientes.
CONTEXTO MACROECONÓMICO Y FACTORES DETERMINANTES
Según el BCE, la economía ecuatoriana enfrenta varios desafíos estructurales que condicionan su crecimiento para 2024. Entre los factores más relevantes se encuentran la necesidad de consolidación fiscal, el manejo de la deuda pública y la dependencia de los precios del petróleo. La institución proyecta un crecimiento del 0,9% para 2024, sustentado en la expectativa de una mejora gradual en la inversión privada y el consumo interno.
El contexto internacional también juega un papel crucial en estas proyecciones. De acuerdo con el último informe World Economic Outlook (WEO) del FMI, publicado en octubre de 2024, la economía mundial mantendrá un crecimiento estable de 3,2% para 2024 y 2025, mostrando una ligera desaceleración respecto al 3,3% registrado en 2023 (Gráfico 2).
Gráfico 2
Proyecciones para el mundo y principales aliados de Ecuador
Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de Ecuador, proyecta una desaceleración gradual, pasando de 2,9% en 2023 a 2,8% en 2024 y 2,2% en 2025. Por su parte, China muestra una tendencia similar, con una desaceleración más pronunciada desde 5,2% en 2023 a 4,8% en 2024 y 4,5% en 2025. Esta ralentización de las principales economías mundiales podría impactar negativamente en las exportaciones ecuatorianas y en los precios de las materias primas. Además, las tensiones geopolíticas globales y sus efectos en los mercados financieros representan riesgos adicionales para la economía ecuatoriana.
SECTORES ECONÓMICOS CLAVE Y SU CONTRIBUCIÓN AL CRECIMIENTO
Según el Banco Central del Ecuador, el sector no petrolero jugará un papel fundamental en el crecimiento económico de 2024. Durante el primer trimestre de 2024, el VAB no petrolero registró un crecimiento anual del 0,3%, revirtiendo la tendencia negativa del -0,9% observada en el cuarto trimestre de 2023. Las industrias con mejor desempeño fueron: suministro de electricidad y agua (12,5%), pesca y acuicultura (10,8%), explotación de minas y canteras (4,3%), actividades profesionales y técnicas (3,9%), y actividades inmobiliarias (2,9%). Sin embargo, el sector de la construcción mostró la mayor contracción, con una caída del 4,3%.
(Gráfico 3)
Evolución del Valor Agregado Bruto (VAB) petrolero y no petrolero
El sector petrolero, tradicionalmente importante para la economía ecuatoriana, mostró una recuperación en el primer trimestre de 2024, con un crecimiento anual del 5,9%, impulsado por un aumento del 6,7% en la extracción de petróleo crudo. Este crecimiento revierte la caída del -10,0% observada en el último trimestre de 2023, situando el VAB petrolero en un nivel encadenado de USD 2.184 millones. Para 2024, se espera que la producción fiscalizada de petróleo crudo alcance los 172,5 millones de barriles, volumen superior en 1,9% al registrado en 2023, lo que representa un promedio diario de extracción de 472,5 miles de barriles (Tabla 1).
Tabla 1
Proyecciones para el sector petrolero
El sector servicios continúa mostrando signos de recuperación. De acuerdo con datos del BCE, en términos encadenados de volumen, durante el primer trimestre de 2024, los principales componentes del PIB mostraron contracciones interanuales: el gasto del gobierno cayó un 0,3%, las exportaciones disminuyeron un 0,5%, el consumo de los hogares se redujo un 1,1% y la FBKF disminuyó un 1,3%.
RETOS Y OPORTUNIDADES PARA LA ECONOMÍA ECUATORIANA
De acuerdo con el Banco Mundial, los desafíos de corto plazo para Ecuador están vinculados a la crisis energética, que viene ocasionando cortes de suministro en todo el país, en medio de una de las sequías más fuertes de los últimos años. El organismo señala que se requiere evaluar medidas que incrementen la inversión en el sector, con miras a mejorar la operatividad de las unidades de generación de energía existentes e incorporar nuevas tecnologías en el sector.
En cuanto a los desafíos estructurales, el Banco Mundial indica que el país requiere continuar con los esfuerzos para recuperar la confianza de los mercados de capitales y generar amortiguadores fiscales para afrontar los devenires del contexto internacional y climático. Además, el gobierno requiere gestionar con mayor eficiencia su dependencia del sector petrolero, especialmente considerando la implementación del referéndum para frenar las operaciones en el parque nacional Yasuní, lo que se suma a la maduración de otros pozos y la baja inversión en el sector.
El Banco Mundial enfatiza en que el país necesita liberar su inmenso potencial de crecimiento para generar más y mejores oportunidades laborales para su población y, así, retomar la reducción de la pobreza. Esto requiere construir un consenso político para abordar las barreras estructurales que obstaculizan la creación de empleos formales, el aumento de la inversión privada y la diversificación de las exportaciones.
Por otra parte, la CEPAL advierte que “el espacio fiscal sigue estando restringido y, en los próximos años, los costos del servicio de la deuda pública continuarán representando un desafío importante” para los países de la región. En este contexto, la CEPAL enfatiza que “es fundamental establecer un marco de sostenibilidad fiscal, centrado en el fortalecimiento y uso efectivo de los recursos públicos” y avanzar en “importantes reformas en los impuestos sobre la renta, la propiedad y la riqueza a fin de movilizar recursos y mejorar la progresividad del sistema tributario”.
Estos desafíos son apremiantes debido a que la economía y la población ecuatoriana están expuestas a riesgos asociados a factores externos como la desaceleración de las principales economías del mundo, la reducción de los precios de las materias primas, y las elevadas tasas internacionales de interés. Además, según el Banco Mundial, el país está expuesto a desastres climáticos como los posibles efectos del Fenómeno del Niño y la Niña, que podrían golpear a la economía en los próximos meses, un aumento de la inseguridad o inestabilidad política.
El panorama económico del Ecuador para 2024 presenta importantes desafíos, tanto coyunturales como estructurales. Las proyecciones de crecimiento de las principales instituciones nacionales e internacionales reflejan la complejidad del entorno y la incertidumbre sobre los factores que influirán en el desempeño del país.
El contexto internacional, marcado por la desaceleración de las principales economías y las tensiones geopolíticas, representa riesgos adicionales. A esto se suma la grave crisis energética que atraviesa el país, con cortes de suministro eléctrico que están causando pérdidas millonarias en los negocios y afectando la calidad de vida de la población. El uso de generadores de electricidad a diésel como medida de emergencia no sólo resulta costoso, sino que también contribuye a la contaminación ambiental.
Si bien el panorama actual puede resultar desalentador, es importante que todos los actores sociales, económicos y políticos trabajen de manera conjunta y responsable para superar estos desafíos. Solo así será posible sentar las bases para un crecimiento más sostenible, inclusivo y resiliente, que permita al Ecuador no sólo enfrentar la coyuntura actual, sino también avanzar hacia un desarrollo de largo plazo que mejore el bienestar de toda la población.
(*) Elaborado por economista Liz Ortiz, analista económica Revista Gestión
Last modified on 2024-11-20