En el Ecuador, la educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente, especialmente en lo que respecta al uso de pagos digitales. Con un índice de educación financiera del 12,2%, ligeramente por debajo del promedio regional del 12,5%, según datos de la Corporación Andina de Fomento, el país enfrenta retos significativos en este ámbito
Un conocimiento limitado o insuficiente sobre conceptos y habilidades financieras básicas puede resultar en dificultades para manejar las finanzas personales, acumulación de deudas, y falta de conocimiento sobre el uso de medios de pago, entre otros problemas. En un entorno digital cada vez más complejo, esta falta de formación expone a los usuarios a riesgos significativos como fraudes y robos de identidad.
Según estudios recientes, solo 2 de cada 10 ecuatorianos han recibido algún tipo de capacitación en gestión financiera. Esta cifra es aún menor cuando se trata del uso de medios de pago digitales. Es precisamente este desconocimiento el que también genera resistencia al uso de pagos digitales en el país. Eso se hace evidente, pues el 57% de los ecuatorianos aún prefiere el efectivo ante los medios de pago digitales por considerarlo más seguro.
Para superar la resistencia al uso de pagos digitales, es necesario un esfuerzo coordinado entre el sector financiero, el Estado y la academia. La educación financiera debe ir más allá de los conceptos básicos como tasas de interés o ahorro. Es fundamental entender cómo utilizar herramientas modernas de forma segura y efectiva. Por ejemplo, los programas educativos deben ser enfocados en la seguridad de los pagos digitales, permitiendo empoderar al usuario que utilice estos medios digitales, esto no solo permitirá aprovechar las ventajas de la economía digital, sino que también proporcionará protección contra amenazas cibernéticas.
Además, es esencial que las instituciones financieras colaboren de manera integrada para ofrecer programas gratuitos de educación financiera y así fomentar la inclusión digital. Iniciativas como la Estrategia Nacional de Educación Financiera, promovida por la Junta Financiera, buscan precisamente esto, unir esfuerzos públicos y privados para alcanzar un bienestar financiero inclusivo y sostenible.
El papel de las cooperativas y las fintech también es vital en este proceso. Estas entidades, al estar más cerca de las comunidades, pueden ofrecer capacitaciones personalizadas que aborden las necesidades específicas de los usuarios. Un ejemplo de ello sería el desarrollo de aplicaciones móviles educativas que faciliten los pagos digitales y capaciten sobre gestión financiera segura.
Coonecta Red Transaccional es un ejemplo destacado de cómo se puede potenciar la educación financiera a través de iniciativas innovadoras. Esta entidad no solo ofrece medios de pago digitales más seguros, sino que también se enfoca en mejorar la educación financiera de los usuarios y clientes finales de sus Instituciones socias. Es así que, a través de la plataforma virtual de educación financiera “Yo Decido Mi Futuro Mis Finanzas”, ya se han capacitado a más de 7.500 personas desde su lanzamiento en abril de 2023. Esta plataforma, ofrece materiales educativos a través de módulos que se desarrollan mediante el uso de plataformas tecnológicas donde los estudiantes acceden a los contenidos de manera asincrónica. La metodología fue conceptualizada y construida por el Consejo Mundial de Cooperativas (WOCCU) y contó con el financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID; y con el objetivo de llegar a más socios, se trabaja de manera coordinada con la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas- ICORED.
Está demostrado que la educación financiera es una herramienta extremadamente útil para construir sociedades más resilientes pues ayuda a las personas a desarrollar capacidades para aprovechar y disfrutar de los servicios financieros de calidad, les permite cumplir con sus obligaciones financieras o incrementar su capacidad para afrontar crisis financieras. Es así que, mejorar la educación financiera es también una tarea indispensable para promover el uso seguro y efectivo de los pagos digitales en Ecuador. Esto potenciará la inclusión financiera, reducirá la brecha digital, y además contribuirá a una mayor estabilidad y crecimiento económico.
Mientras más entidades se sumen y más iniciativas estén enfocadas en impulsar la educación financiera, podremos crear un ecosistema financiero más inclusivo y seguro, promoviendo el bienestar económico de nuestro país.
(*) Responsable del área de gestión de conocimiento de Coonecta Red Transaccional.
Last modified on 2024-08-28