Debido a la Declaratoria de Emergencia en el sector eléctrico en el Ecuador, varias empresas están atravesando una crisis, ya que al ser un evento externo que podría amenazar su éxito y salud empresarial, podría llegar a perjudicar las operaciones de su línea de negocio, limitando su producción e impactando negativamente a sus finanzas. Además, este tipo de situaciones muchas veces llegan a perjudicar su reputación, bienestar de sus empleados y a su ambiente laboral.
Frente a este escenario, lo más importante es identificar el riesgo y definir líneas de acción, con alternativas viables para que los trabajadores puedan llevar a cabo sus tareas, sin afectar su seguridad y bienestar laboral.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
- Evaluar perfiles aptos para manejar una crisis o emergencia: Es vital que los jefes a cargo sean personas aptas para manejar este tipo de situaciones y estén capacitados para que puedan transmitir tranquilidad frente a cualquier cambio que puedan enfrentar los trabajadores. Es conveniente que oportunamente se evalúen capacitaciones en los líderes o jefes de área frente a una crisis empresarial con especialistas en la materia.
- Definir un Comité de Emergencias: Está liderado por un comité empresarial que se activa frente a cualquier tipo de amenaza o emergencia y está definido por roles, donde cada uno cumple una función importante en la toma de decisiones. Las personas que lo integran deberán informar oportunamente el camino a seguir a los demás colaboradores.
- Elaborar el plan de acción: “Normalmente este tipo de situaciones toman por sorpresa a las empresas, sin embargo, lo recomendable es evitar la improvisación. Esto genera un ambiente negativo en los colaboradores al ver que sus líderes no manejan la situación de una manera adecuada, por lo que el comité o equipo apto para estos casos debe activarse de manera inmediata y definir las acciones que se llevarán a cabo”, detalla López. Este plan puede ser adaptado, o modificado fácilmente.
- Mantener un canal de comunicación abierto a los empleados: Al definir un canal de apertura, donde los trabajadores puedan acudir frente a cualquier duda o inconveniente o sobre cualquier situación que afecte a su desempeño diario, va a generar un sentimiento de seguridad y compromiso en los colaboradores. Puede ser un chat de emergencias, o un número telefónico de la persona encargada a donde puedan acudir.
- Reorganizar los equipos de trabajo: Una buena alternativa puede ser adaptar los cortes de luz para la reorganización de equipos, siempre y cuando se priorice el beneficio común. Aquí es importante escuchar las dificultades de cada equipo o colaborador y llegar a un acuerdo mutuo.
- Ser flexibles y empáticos: En la actualidad, las modalidades de trabajo han ido cambiando, por ejemplo, en la pandemia la modalidad híbrida se volvió una moda, donde el horario de trabajo ya no es una prioridad o algo inamovible, sino más bien la consecución de objetivos es algo primordial. Mantener una jornada de trabajo flexible, adaptada a las necesidades del colaborador y escuchando sus necesidades puede ayudar a que los trabajadores alcancen de mejor manera sus resultados.
- Proveer de espacios remotos o temporales de trabajo: Muchas de las empresas no cuentan con una planta de luz, por lo que adecuar espacios físicos temporales es oportuno. Pueden ser espacios pequeños, o fuera de las oficinas y en un punto neutral. “Estos espacios son más efectivos si son abiertos y se adaptan a las necesidades de los colaboradores, brindando alternativas y facilidades al trabajador”, añade la experta. Si no es posible adecuar espacios físicos es importante llegar a acuerdos y analizar los alcances que tiene a la mano el colaborador, día a día.
- Crear un Programa de asistencia al trabajador: Además del Comité de Emergencias interno que tenga la empresa, se recomienda mantener el apoyo profesional de un equipo multidisciplinario, que esté conformado por médicos, psicólogos y especialistas que brinden contención al colaborador en cualquier problema.