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Los datos del consumo de dicho combustible en todo el mundo muestran un claro descenso en su uso. En línea con los objetivos de sostenibilidad, los datos parecen avalar la progresiva extinción del uso del carbón en nuestro planeta.

En los últimos años, la transición ecológica que prevé experimentar el planeta, y que continuamente impulsan las instituciones y los distintos organismos económicos, pretende acabar con una industria, tan contaminante como ventajosa, como es la industria del carbón. Su uso en el planeta sigue descendiendo, en tanto en cuanto crece la concienciación ciudadana sobre la necesidad de utilizar fuentes de energía renovables y más sostenibles. Y es que, a la luz de los datos, el carbón parece tener, como combustible de uso industrial, los días contados.

Atendiendo a los datos que ofrecen los principales portales estadísticos, el consumo de carbón en el planeta ha experimentado un fuerte descenso en los últimos años. Concretamente, desde el año 2009, el consumo de carbón en el planeta se ha reducido en un 34%. Un descenso bastante notable, teniendo en cuenta que hablamos del combustible fósil que dio lugar a sucesos tan importantes para nuestra historia, así como para nuestra economía, como lo es la Revolución Industrial. Combustible que, hasta la fecha, ocupaba un lugar destacado entre esa lista de combustibles fósiles más utilizados.

Sin embargo, pese a que algunas personas puedan atribuir dicho descenso en la demanda de carbón a la paralización forzosa de la actividad económica que se produjo meses atrás, que también, debemos saber que la tendencia, en su análisis, es bastante clara. En este sentido, como se puede observar, el consumo no ha dejado de descender interanualmente, hasta alcanzar un descenso como el citado anteriormente. Sin embargo, atendiendo a esa tendencia comentada, y en adición a las declaraciones que hacía la Agencia Internacional de Energía (AIE), estamos hablando de que el carbón, cuando esto pase, espera no recuperar niveles previos a los que hoy se registran.

Así pues, los objetivos de desarrollo sostenible que plantean los distintos organismos multilaterales, así como la posible incorporación de Estados Unidos, con Biden de la mano, a ese Tratado de París, ha vuelto a dar relevancia a esa necesidad que presenta el planeta de implementar combustibles más sostenibles y menos dañinos para el medioambiente. Y es que, como hecho anecdótico, resulta asombroso observar como, pese a los incentivos y estímulos que ofreció el presidente Donald Trump a las empresas norteamericanas que trabajaban con dicho combustible, su uso ha caído notablemente con el paso del tiempo. Pues, ni con ayudas, el carbón vuelve a resurgir como combustible de cara al futuro próximo.

Ya que, en definitiva, lo ocurrido en Estados Unidos, en un escenario en el que el fracking ha abaratado con el paso del tiempo el precio de combustibles alternativos como el gas natural, es una tendencia que espera repetirse, en unos años, en todo el planeta.

Un combustible muy perjudicial

Pese a que hablamos de un combustible tan relevante como histórico, como lo es el carbón, debemos saber que su uso tiene un impacto bastante perjudicial en el medio ambiente; especialmente cuando lo comparamos con otros combustibles y el peso de estos en el consumo total de energía. Y es que, pese a que hablamos de un combustible que, como decíamos, ha tenido una gran relevancia en nuestra historia, a la vez que ha sido el motor del desarrollo económico en occidente, debemos saber que su uso, atendiendo a los datos que se muestran, es bastante perjudicial.

El carbón, en los últimos años y como decíamos, ha experimentado un descenso, en lo que a su uso en relación con otros combustibles se refiere. Este fuerte descenso ha llevado al carbón a ocupar, en cuota de mercado, el 27% del total. Es decir, del consumo de energía bruta en el planeta, el 27% es carbón. Sin embargo, pese a su peso en el consumo de energía bruta, debemos saber que su impacto es notablemente superior al de otros combustibles que, teniendo un peso similar, no contribuyen tan negativamente al desarrollo sostenible de nuestro ecosistema.

En este sentido, debemos saber que, pese a que el carbón represente ese 27% del consumo de energía bruta, este, de la misma forma, representa el 39% de las emisiones de CO2 generadas por combustibles fósiles. Pese a ese menor uso del carbón, como vemos, su peso en la contaminación que producen dichos combustibles es notablemente superior. En este sentido, reforzando más la postura que comentamos, así como esa necesidad de seguir reduciendo el consumo de dicho combustible para garantizar un futuro próspero, pero sostenible a su vez. 

Y es que, por esta razón, lo ocurrido en Estados Unidos, comentado anteriormente, también se está dando en muchos otros territorios; pioneros en el uso de este combustible. Este es el caso de Reino Unido. La potencia británica, caracterizada por sumarse a una Revolución Industrial en una etapa más temprana a sus economías homólogas, lo hizo gracias a una serie de factores entre los que se encontraba el carbón. Sin embargo, y pese a ello, el país espera cerrar las últimas plantas eléctricas alimentadas con carbón en el año 2022. 

Asia: la resistencia

Así pues, pese a esa tendencia que se observa en todo el planeta, debemos saber que el uso del carbón, no en todos los territorios ha comenzado a ser un combustible en fase de extinción. En este sentido, el continente asiático, y atendiendo a las cifras que muestran los principales organismos económicos, refleja un mayor uso de carbón que el resto de las economías en el planeta. A su vez, entre los países asiáticos, destaca el papel de China, así como de otras economías que, como la India, siguen echando mano de dicho combustible para sacar adelante su producción.

En estos momentos, como comentábamos anteriormente, el uso del carbón representa ese 27% del consumo de energía fósil en todo el planeta. Sin embargo, a estos datos debemos añadirle un dato más, y es que, si observamos y desagregamos dicho uso por continentes, podemos observar como de ese 27% comentado, el 77% corresponde al uso que hace del carbón la industria asiática. Es decir, una gran mayoría del carbón utilizado ha sido utilizado por el continente asiático.

De ese 77% que corresponde al continente asiático, dos tercios de dicho consumo corresponderían a la economía china. En este sentido, estaríamos hablando de que el dragón asiático, aproximadamente, consume cerca del 70% del carbón utilizado en Asia. Un gran volumen que, en línea con la tendencia global, podría comenzar a reducirse progresivamente.

En definitiva, aunque los datos muestren dicha evidencia, es cierto que China ha comenzado a tomar nota, y que la victoria de Biden y su asalto a la Casa Blanca promoverán esa buena relación con el país asiático, así como el cumplimiento por su parte de la normativa en materia de uso de combustibles fósiles. En este sentido, el mandatario chino ya se ha comunicado al respecto, ofreciendo cordialidad y compromiso al resto de mandatarios en todo el planeta. La tendencia, así como las posturas, está bastante clara. El uso del carbón en el planeta, por tanto, espera tener los días más que contados.

 

Fuente: Economipedia

Last modified on 2020-12-22

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