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Autor: Revista Gestión *

El presidente electo buscará reducir las tasas de interés para fomentar la producción y el consumo. Sin embargo, esta acción está en manos de la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera. Además, para incentivar a la banca extranjera deberá tomar medidas con respecto a la tasa máxima y a otras restricciones de movilidad de capitales como el ISD. Aun así, los resultados podrían darse en un período prolongado.

En las últimas semanas, el tema de las tasas de interés ha estado en boca de todos los candidatos presidenciales, y con particular insistencia en el presidente electo, Guillermo Lasso. Pero, aunque era una idea repetida, pocos mencionaban acciones concretas para reducir la tasa de interés del crédito productivo sin tomar medidas forzadas como un decreto o la apertura a bancos internacionales.

¿Pero qué son las tasas de interés? La teoría económica señala que la tasa de interés es el costo del dinero en el tiempo, o dicho de otro modo, es el costo de oportunidad del dinero.

La tasa de interés que se pacta cuando un individuo pide un crédito es la tasa activa, mientras que la tasa pasiva corresponde a la tasa que las instituciones financieras desembolsan a los depositantes por los depósitos a plazo. Pero cabe ampliar el hecho de que la tasa activa debe cubrir otros componentes como la prima de riesgo, los costos operativos, los costos de fondeo, impuestos, contribuciones y utilidades de los bancos. Y todo ello está influenciado directamente por el entorno económico y normativo.

LA TASA DE INTERES MÁXIMA CONVENCIONAL SE HA MANTENIDO EN 9,33% DESDE EL 2008

Sin embargo, en el Ecuador las tasas están limitadas por una tasa máxima a la cual las instituciones deben regirse sin poner intereses superiores a dicho techo.

Julio José Prado, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), señala a GESTIÓN que en el Ecuador los techos actualmente fijados para las tasas de interés activas son prácticamente constantes y no reflejan los reales niveles de riesgo o el impacto de los ciclos económicos. Además que fijar tasas de interés por debajo del nivel de equilibrio del mercado conlleva a una disminución de la oferta del crédito, que es lo contrario a lo que normalmente se quiere incentivar, ya que las tasas no son suficientes para cubrir los costos y lo bancos no pueden poner en riesgo el dinero de sus depositantes

En Ecuador, existen las tasas máximas (o techos) desde el año 2007 con el fin de “proteger” a los consumidores e incentivar la demanda de crédito, así como asegurar que exista mayor acceso al financiamiento.

Según el Banco Central del Ecuador (BCE), la tasa máxima convencional se ha mantenido en 9,33% desde octubre de 2008. No obstante, desde el 2007 la Ley de Regulación del Costo Máximo Efectivo del Crédito determina que la tasa de interés efectiva máxima será calculada por segmentos y subsegmentos de crédito.

La tasa máxima convencional (TMC) es el promedio de las tasas de la industria. En el Gráfico 1 se evidencia que la tasa activa ha oscilado por debajo del techo de la TMC. Desde el inicio de la dolarización, las tasas de interés nominales tanto activas como pasivas se han reducido y se han mantenido más estables.

En 2017 había un excedente de liquidez en la economía, por lo cual se dio flexibilidad a los bancos permitiendo reducir aún más la tasa de interés, mientras se incrementaba la tasa pasiva. Sin embargo, en los últimos años la tasa se ha mantenido cercana al techo como consecuencia de un menor crecimiento de los depósitos. Pues un factor relevante para la tasa de interés es la liquidez. Generalmente, cuando hay suficiente liquidez en la economía, la tasa tiende a disminuir, mientras que si hay escasez de dinero, tiende a aumentar.

Gráfico 1

Histórico de las tasas de interés en Ecuador

 

 

LOS MICROEMPRESARIOS SON LOS MÁS CASTIGADOS

Las tasas referenciales son la ponderación de los distintos segmentos del sistema financiero. Las tasas más elevadas que sobresalen a simple vista son la tasa activa del microcrédito, que es de 20,79%, y luego la tasa activa del consumo que en marzo se ubicó en 16,63%. Mientras que el resto de los segmentos no sobrepasan el un dígito (Gráfico 2).

Normalmente, la tasa de interés es más elevada cuando el cliente es más riesgoso. Y la tasa de interés supone a los pequeños empresarios como los más riesgosos, pues está destinado a financiar actividades en pequeña escala cuya fuente principal de pago es producto de las ventas o ingresos generados por dichas actividades. Sin embargo, son las mismas tasas elevadas las que desincentivan al emprendimiento de pequeños negocios o a su limitación para incrementar su capacidad productiva.

Gráfico 2

Tasas activas efectivas Referenciales por división

 

 

Mientras que los créditos al consumo se otorgan a personas naturales que buscan financiar bienes de consumo o pago de servicios, y cuya fuente principal de pago es el ingreso neto mensual del deudor. Y es un agente importante para la dinamización y crecimiento de la economía.

¿Cómo influye la tasa de interés en los consumidores? Si la tasa de interés es elevada, se estimula el ahorro ya que los bancos les pagan más a los consumidores por tener su dinero guardado en el banco; sin embargo, también frena el crecimiento económico. Y, por el contrario, si la tasa es baja, los consumidores demandarán más créditos y aumentará el consumo, promoviendo el crecimiento económico.

Al cierre de marzo 2021, la cartera bruta otorgada por la banca privada alcanzó los $ 29.916 millones, de los cuales, $ 18.048 millones se destinaron para crédito a la producción, es decir, 60% del total, mientras que el crédito al consumo representó el otro 40%, que equivale a un saldo de $ 11.867 millones (Cuadro 1). Solo el crédito comercial ya ocupa 46% del total, que puede estar favorecido por la tasa de interés que está en 8,7%.

Cuadro 1

Destino del crédito

 

 

EN ECUADOR, EL TECHO DE LAS TASAS DE INTERÉS TIENE COMO EFECTO LA EXCLUCIÓN FINANCIERA

Prado explica que es la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera quien fija los techos o topes máximos para las tasas de interés de todos los segmentos y subsegmentos de crédito que ofrecen los bancos privados del país, pero que las fórmulas para fijar estos techos se han establecido sin fundamento.

El mecanismo de las tasas máximas no siempre funciona y puede generar distorsiones en el mercado. Desde la Asobanca, indican que hay tasas de interés que no compensan el riesgo de otorgar algunos tipos de crédito y, como no se cubre el riesgo, resulta en que muchas personas no pueden acceder a financiamiento formal. En muchas ocasiones, estos casos se derivan en créditos informales, como el chulco que pagan tasas por encima del 200%.

Hay también otros efectos que pueden ocurrir por una tasa máxima impuesta. Prado hace referencia a algunos:

  • Exclusión financiera: los bancos no pueden colocar crédito para la población con perfil crediticio de riesgo más alto, ya que la tasa que fija la Junta no cubre la prima de riesgo para estos sectores. De ahí que estas personas quedan excluidas del sector financiero formal.
  • Aumento en la informalidad: debido a que hay límites para las tasas, la población con un perfil crediticio de mayor riesgo, que no es cubierta por esa tasa de interés, no puede recibir créditos. Estas personas terminan buscando fuentes de financiamiento informales, es decir, buscan préstamos con chulqueros, poniendo en riesgo su vida en muchos casos y pagando tasas de interés de 180% anual o más.
  • Menor competencia, innovación y competitividad: los techos a las tasas son un desincentivo para invertir en innovación y calidad de servicios, ya que el precio del dinero no refleja los costos actuales y reales de las operaciones.
  • Afectación en la solvencia y la colocación de más créditos: con tasas que no reflejan el riesgo total de la colocación de créditos, se requieren mayores provisiones para cubrir posibles incumplimientos de pago.
  • Menor colocación de crédito: los techos han sido un limitante para que los bancos amplíen la colocación de crédito a segmentos que no están cubiertos por esos techos.  Dado que el principal objetivo de los bancos es cuidar el dinero de sus depositantes, y asegurarse de que lo que prestan se recupere, por responsabilidad los bancos están imposibilitados de colocar créditos en los segmentos que implican mayores costos y son sujetos a una mayor prima de riesgo.

 

BAJAR LA TASA DE INTERÉS ESTÁ EN MANOS DE LA JUNTA DE POLÍTICA Y REGULACIÓN MONETARIA Y FINANCIERA

Una de las propuestas principales del presidente electo, Guillermo Lasso, era reducir las tasas de interés e incrementar los plazos. Alegando que las regulaciones del sistema financiero son abundantes e ineficientes. Su propuesta se conseguiría atrayendo inversión local y extranjera, así como fomentando la libre competencia en el mercado de servicios financieros.

Es decir, el camino del Lasso es mediante una apertura del mercado. Sin embargo, Marcos López, representante del presidente ante la Junta, indicó a El Comercio que el país no será atractivo para la inversión extranjera ni para la banca internacional mientras existan techos.

Sonia Zurita, docente de la Escuela de Negocios de la ESPOL, señaló también para El Comercio que la liberación de los techos no puede entenderse como un alza o una baja de las tasas, dado que dependerá otros factores. Si hay más oferta de crédito y si los bancos pelean por captar clientes, entonces, las tasas de interés sí bajarán. Pero si no hay suficiente liquidez en la economía, las tasas no podrían caer. Sin embargo, tomará años generar un escenario atractivo para la inversión.

Prado explica que cualquier cambio en la fórmula y fijación de techos en las tasas de interés está en manos de la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, que es un órgano dependiente del Ejecutivo. Además, menciona que la decisión de bajar las tasas de interés activas por ley o por decreto, sin tomar en cuenta aspectos técnicos, podría afectar la colocación de créditos y fomentar la exclusión financiera; en resumen, profundizaría los efectos negativos mencionados anteriormente.

“En Asobanca consideramos que cualquier cambio en el sector financiero se debe analizar a profundidad, siempre sobre la base de estudios técnicos y de acuerdo con lo que dictan las mejores prácticas internacionales, no en función de maniobras o cálculos políticos”.

El 23 de septiembre de 2020, mediante una circular, la Superintendencia de Bancos informó al sector financiero privado y público que el Banco Central del Ecuador desarrollará una nueva metodología para la determinación de tasas de interés activas máximas. “No conocemos los detalles, más allá de que la citada circular menciona que la metodología de cálculo de las tasas de interés activas máximas deberá incorporar, al menos, el costo de fondeo, los costos de riesgo de crédito originados en las pérdidas esperadas e inesperadas, los costos operativos, y el costo de capital”, menciona Prado.

Desde la Asobanca se espera que esta nueva metodología considere las mejores normativas y prácticas internacionales, para que se facilite y se promueva la concesión de crédito y por ende, la inclusión financiera, lo cual será importante dada la compleja coyuntura que atraviesa el país.

 

(*) Elaborado por Karen Lucero, redacción Revista Gestión.

 

 

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Last modified on 2021-04-22

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