Ayer, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) del último trimestre del 2019. Tal parece que estas cifras han mejorado en estos tres meses de desempeño económico. Según el INEC, el desempleo se redujo de 4,9% en septiembre a 3,8% en diciembre del mismo año. Sin embargo, si analizamos con respecto al mismo periodo del año anterior (diciembre 2018), el desempleo ha aumentado. Pero lo que más inquieta es el continuo deterioro del pleno empleo.
En diciembre 2019, en Ecuador el 71,1% de la población estuvo en edad de trabajar (PET), es decir, personas de 15 años en adelante. El 65,3% de la PET se encuentra económicamente activa, o sea, se encuentra trabajando o en busca de un empleo. A manera general, 96,2% de la población cuenta con empleo, ya sea pleno empleo, subempleo (por insuficiencia de tiempo de trabajo o por insuficiencia de ingresos), otro empleo no pleno, empleo remunerado y no clasificado (Cuadro 1).
Cuadro 1
Clasificación de la Población Económicamente Activa (PEA)
La ENEMDU nace desde 1987 como un indicador crucial para la elaboración y toma de políticas públicas con respecto al mercado laboral. Actualmente, esta encuesta se levanta con una muestra total de 17.066 viviendas, con las cuales se generan los datos representativos. Cada año, 160.000 personas se incorporan a la PEA que, para diciembre de 2019, equivale a 8’099.030 personas lo que representa un enorme reto para el sector público y privado que deben proveer las plazas de trabajo demandadas.
EL AÑO CON MENOR EMPLEO ADECUADO DE LA DÉCADA
El cuarto trimestre (q4 2019) mostró tener mejoras en comparación con los otros tres trimestres, de 4,9% de personas desempleadas en septiembre de 2019 a 3,8% en diciembre, una de las tasas más bajas en comparación con las de los últimos 12 años. Sin embargo, el deterioro del empleo adecuado es el que preocupa, pues alcanzó apenas a 38,8% de la población económicamente activa (PEA) a finales de 2019, esto se debe a que gran parte de la población (17,8%, con una variación de 1,3% del 2018 al 2019) tuvo que desplazarse a actividades laborales no adecuadas ni con los beneficios que se establecen por ley (Gráfico 1).
Gráfico 1
Pleno empleo, subempleo y desempleo (en %)
No obstante, el ministro de Trabajo, André Madero, destacó que Ecuador tiene una de las menores tasas de desempleo de la región, donde el promedio es 9%. De igual manera, afirmó que la contratación formal aumentó 18,7% en diciembre 2019 lo que, desde su opinión, significa que las condiciones laborales han mejorado en el último trimestre.
SECTOR PRIVADO: FUENTE PRINCIPAL DE EMPLEO
Según Iván Ontaneda, ministro de la Producción, nueve de diez empleos son generados por el sector privado, por lo que asegura que el plan del Gobierno va por buen camino. Aunque los empresarios no opinan igual, y reclaman que se trate con urgencia la reforma laboral con el fin de flexibilizar las condiciones de trabajo y generar más empleo.
Los datos de diciembre de 2019 muestran que de cada 100 plazas de trabajo, 92 son generadas por el sector privado, y apenas ocho por el sector público.
Lo importante, entonces, es devolver la competitividad a las empresas nacionales en el mercado mundial, con la reforma laboral antes mencionada, que disminuya las trabas de contratación para las empresas. Por el momento, Ecuador cuenta con un salario nominal de $400, el tercero más alto de la región que, si se compara con las horas de trabajo (40 horas semanales) más los beneficios de trabajador, resulta ser el salario real más alto de la región, según Madero.
EMPLEO RURAL SIGUE EN DETERIORO
Mientras que el empleo adecuado en la zona urbana es de 48% de la PEA, el sector rural cuenta a penas con un 20,7% de pleno empleo, lo que equivale a 560.497 personas que cuentan con todos los beneficios laborales. Aunque el desempleo en la zona rural es menor, el subempleo está por sobre dos puntos a la zona urbana (Gráfico 2). La razón principal se debe a las actividades estacionarias que realizan en las zonas rurales. Entre ellas la agricultura que, aunque sea la actividad que genere mayores plazas de empleo (29,4%), no tiene la capacidad para cubrir todos los derechos laborales de sus empleados.
Gráfico 2
Empleo pleno, empleo no remunerado, subempleo y desempleo urbano vs rural
Esto se explica también por el gran flujo migratorio de la zona rural a las urbes, lo que tiene relación con que Quito tenga la mayor tasa de desempleo (7,9%) y Guayaquil la ciudad con mayor subempleo del país (16,2%). Esta migración interna solo aumenta el subempleo en las urbes y la decadencia laboral para más de 1 millón de personas.
Si bien se debe buscar alternativas para que el desempleo alcance la menor tasa posible, es necesario fortalecer la formalización laboral. El subempleo es el principal problema que enfrenta el país con relación al trabajo, más aún con la ola migratoria venezolana, por lo que los esfuerzos deben concentrarse en generar mayores plazas de empleo en un trabajo mutuo del sector público y privado.
Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-01-17