Los casos confirmados de Covid-19 siguen en aumento, más en la provincia del Guayas. El 29 de marzo se registraron 1.924 confirmados y 58 personas fallecidas. De los casos que dieron positivo ante la prueba, 71,6% se encuentran en el Guayas. El desacato a las disposiciones frente a la emergencia sanitaria obedece además a factores laborales, como lo señalamos en un artículo previo, pero también al nivel de ingresos, la situación meteorológica y el acceso a la información.
Para 2020, Guayas sigue siendo la provincia con mayor población del Ecuador, con 4’387.434 personas, seguida de Pichincha (3’228.233 habitantes) y Manabí, con 1’562.079 habitantes. Pero pese a ser la provincia más habitada, su densidad poblacional es de 275,57 habitantes por kilómetro cuadrado, es decir, no es tan baja si se compara, por ejemplo, con Manabí, donde la densidad es de 80 habitantes por kilómetro cuadrado. Esto podría indicar que la densidad poblacional no es un problema directo para que los casos de coronavirus se incrementen a ese nivel, sino la concentración y el movimiento de los ciudadanos.
LA INFORMALIDAD, PRINCIPAL CAUSA PARA INCUMPLIR LA CUARENTENA
Uno de los principales factores para no acatar la cuarentena se relaciona con las principales actividades laborales a las que se dedican los guayasenses. Entre están se encuentran los trabajadores de servicios y vendedores (23,4%), ocupaciones elementales (21,4%) y actividades no declaradas (9,75%), según el último censo del INEC (Gráfico 1). Sumando estos tres sectores tenemos que poco más de 50% de guayasenses se dedica a trabajos informales o que dependen del día a día para obtener sus ingresos.
Dentro de las ocupaciones elementales, que son más del 20% de su población, se encuentran actividades como limpiadores, asistentes domésticos, vendedores ambulantes, entre otros, que conforman el grupo que suele ser el más vulnerado en sus derechos laborales o no cuentan con beneficio alguno.
Gráfico 1
¿En qué trabajan los guayasenses?
Fuente: INEC, Censo 2010.
Se considera que el sector informal viene dado principalmente por la categoría de Otro empleo no pleno, Empleo no considerado y parte del Subempleo. El subempleo son las personas con empleo pero que perciben ingresos inferiores al salario mínimo y/o trabajan menos de la jornada legal y tienen deseo y disponibilidad de trabajar más; el primer tipo está dado por el subempleo por insuficiencia de ingresos y, el otro, por insuficiencia de tiempo de trabajo.
El alto porcentaje de personas incluidas en cualquiera de los tipos de empleo mencionados anteriormente hace que la informalidad siga siendo altamente representativa en la economía, no solo de Guayaquil sino de todo el país (Gráfico 2). Por ende, no es de asombrarse, pero tampoco de justificar, el comportamiento de los guayasenses ante la crisis nacional, pues casi 50% de la población del Guayas enfrenta una situación crítica al tener que dejar de trabajar, pues sus ingresos necesarios para subsistir se verán mermados.
Se esperaría tener cifras más actualizadas con el censo que está pendiente para este año; sin embargo, los datos de la ENEMDU dan un indicio de que han empeorado. De diciembre del 2010 al cierre de 2019, el empleo pleno en Guayaquil se redujo en 4,3%, pasando de 55,5% a 51,2%, mientras que el subempleo aumentó 3,3%.
Lo interesante es que el subempleo por insuficiencia de ingresos se redujo en esta última década, pasando de 3,1% a 2% en 2019, por eso el incremento de la tasa de subempleo recae en el subempleo por insuficiencia de tiempo de trabajo que aumentó más de 4 puntos porcentuales. Es decir, que en Guayaquil la gente cuenta cada vez con más tiempo disponible para trabajar, pero no hay demanda laboral que pueda absorber este grupo.
Según el INEC, hay tres tipo de informalidad. La primera, considera que los ciudadanos están dentro del sector informal cuando trabajan en distintas actividades de producción que no tienen RUC y no llevan una contabilidad completa (el 72,7% de este sector a nivel nacional está en el primer tipo).
El segundo tipo de informalidad es cuando sí tienen RUC pero que no llevan contabilidad completa (27,1% del sector a nivel nacional). El tercero, y la menos usual, es cuando las personas no tienen RUC pero sí llevan contabilidad completa (0,2% a nivel nacional). Es por eso que la mayoría de las personas que no tienen empleo pleno, sino que están en las otras categorías del mercado laboral, pertenecen generalmente a este grupo de informalidad.
MÁS DE 60% DE GUAYASENSES NO CUENTA CON SEGURO MÉDICO
El 60,7% de los guayasenses no aportaban ni tenían un seguro que pueda cubrirles en caso de una emergencia en salud, según el censo del 2010 (Gráfico 2). Apenas 31,5% de personas cuenta con el IESS. En contraste con Quito, la segunda ciudad más afectada por el coronavirus, el 50% de la población tampoco dispone de dicho seguro, aunque 45% sí lo hace.
En 2018, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) publicó los indicadores de seguridad social por tipo de empleo a nivel nacional. Allí se evidenció que gran parte de la población no cuenta con un seguro a pesar de tener empleo adecuado; esto se profundiza aún más en la población que está en el sector informal.
De la población con empleo adecuado, 62,3% cuentan con el seguro general del IESS, 8,3% con algún otro tipo de seguro o un seguro privado y 29,4% no disponen de seguro alguno. Mientras que la población en subempleo tiene estos datos completamente invertidos; solo 4,9% tiene el seguro general del IESS, 11,8% tiene otro tipo de seguro y el 83,3% no cuenta con ningún seguro social. Esto muestra la vulnerabilidad en la que se encuentra casi el 50% de la población guayasense y el posible colapso que podría tener el sistema de salud ante esta emergencia sanitaria.
Gráfico 2
Aporte o afiliación en Guayaquil y Quito
POBREZA: OTRO FACTOR PARA LA RESISTENCIA
Pero Guayaquil no solo cuenta con la mayor tasa de informalidad a nivel nacional, según lo explicado anteriormente (45,9%), sino que además tiene la tasa más alta de pobreza por ingresos (11,2%) como muestra el Gráfico 3.
Con base en el reporte de diciembre 2019 de la ENEMDU, 11,2% de los guayaquileños vive en pobreza. La línea de pobreza se ubicó en $ 84,82 mensuales per cápita, esto quiere decir que más de 294.000 personas viven por debajo del ingreso mínimo necesario para cubrir sus necesidades básicas.
También existe un porcentaje representativo de personas que se encuentran en la pobreza extrema, aunque no es la peor. La tasa de pobreza extrema en Guayaquil es de 1,4% de la población, pero dada su alta tasa poblacional equivale a que casi 50.000 personas viven con $ 47,80 per cápita al mes. Sin embargo, Guayaquil es la tercera ciudad con mayor pobreza extrema; las primeras son Quito y Machala con la misma tasa de 2,8% de su población.
Gráfico 3
Tasa de informalidad y de pobreza
El índice de pobreza multidimensional (IPM) se clasifica en cuatro subdivisiones compuestas por indicadores de educación, trabajo y seguridad social, salud, agua y alimentación y hábitat, vivienda y ambiente sano. El IPM es publicado en la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV)
En la última ECV, realizada en 2015, la tasa de déficit habitacional fue de 45,1% a nivel nacional, esto significa que cerca de 50% de los ecuatorianos habitan en viviendas con carencias estructurales, físicas o que necesitan ser reemplazada por completo. Mientras que 11,8% están en condiciones de hacinamiento, es decir, las viviendas que ocupan más de tres personas un solo dormitorio. Además, 22% de la población no cuenta con servicio higiénico conectado a alcantarillado y 14,3% no dispone de servicio de recolección de basura en sus hogares.
Así, un porcentaje representativo de guayasenses habita en viviendas con condiciones precarias (8,7%). Para 2010, según el INEC, 3,8% de guayasense viven en un solo cuarto, 3,2% en una mediagua, 1,4% en covacha y 0,3% en una choza. Si se relaciona el tipo de viviendas con la falta de servicios habitacionales, resulta que muchos pobladores viven en situaciones más que precarias, inhumanas.
El factor meteorológico tiene también fuertes implicaciones. Los primeros cuatro meses del año son de lluvias abundantes para la región costera. En la provincia del Guayas los días son extremadamente cálidos y húmedos, el clima promedio está entre los 29°C y 30°C, mientras que la sensación térmica supera los 31°C.
Ahora bien, todos estos factores (falta de ingreso para cubrir su alimentación, altos niveles de pobreza, falta de acceso a servicios básicos, viviendas precarias sin las condiciones adecuadas y, además, con temperaturas sumamente altas, sin siquiera contar con un ventilador o algún aparato apaciguador del calor) desembocarían en una situación insoportable para cualquier persona. Y esta realidad tan extrema la viven más de 10% de guayasenses, equivalente a más de 260 mil personas.
LAS BRECHAS INFORMÁTICAS AUMENTAN EL PROBLEMA
Otro factor clave es el acceso a las fuentes de información y comunicación que disponen los habitantes del Guayas. Aunque Guayaquil y todo el país han tenido saltos tecnológicos todavía existe un alto porcentaje de población que no tiene acceso a Internet.
Para 2017, según el Ministerio de Telecomunicaciones, casi 70% de guayasenses disponía de teléfono celular smartphone y poco más de 50% de computadora (Gráfico 4). No obstante, 41,3% de ciudadanos dispone de Internet, de los cuales 40,1% lo utiliza para obtener información.
Si bien existen otras provincias con mayor analfabetismo digital y acceso a las TIC, Guayas, y Guayaquil especialmente, es una metrópoli que debería contar con altos niveles de acceso a la información. La falta de acceso a la información provoca que este grupo poblacional no esté al tanto del estado de emergencia de la forma en la que debería.
Gráfico 4
Accesibilidad a las tecnologías de información y comunicación (TIC) en Guayas
Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-04-09