En el Informe de Pobreza y Desigualdad en 2019, el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP) muestra las disparidades existentes en los indicadores de equidad sobre los territorios. Si bien en Ecuador la pobreza se ha reducido, desde 2014 se ha estancado la erradicación de la pobreza extrema por ingresos. En el caso urbano, la pobreza extrema es mínima (4,3%), pero en la ruralidad aún representa 18,7% del total. En pobreza multidimensional, la brecha urbano-rural en 2019 fue de 48,5 puntos porcentuales, lo que es igual a que en zonas rurales la pobreza multidimensional recae sobre el 71,1% de la población, mientras que en las urbes es de 22,7%.
A pesar de que en términos generales en América Latina, y también en Ecuador, los índices de desigualdad en educación, acceso a salud, trabajo formal, etc. se redujeron, en ciertos territorios y, especialmente sobre las mujeres, las brechas de oportunidades aún persisten.
En comparación con Bolivia, Perú, Colombia, Chile y el Salvador, el Ecuador es el segundo país con una mayor brecha territorial (de 22,5%) en la tasa de pobreza. El país con una menor equidad territorial es Perú con una brecha de 26%. Mientras que el Salvador es el país con mayor equidad con una dispersión de la pobreza territorial del 11% (Gráfico 1).
POBREZA POR INGRESOS, LA DISPARIDAD ENTRE TERRITORIOS ES CLARA
El primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible plantea, para el 2030, eliminar la pobreza extrema por ingresos, considerando que una persona en condición de pobreza extrema es aquella que vive con menos de $ 1,25 al día. En Ecuador, la línea de pobreza extrema en 2019 fue de $ 47,9 mensuales, según el INEC. Las personas por debajo de la línea son consideradas en situación de extrema pobreza.
En términos generales, en Ecuador entre 2007 y 2019 se logró reducir en 11,7% (de 36,7% en 2007 a 25% en 2019) el porcentaje de población en condición de pobreza, es decir, quienes ganan menos de $ 84,99 mensuales. Sin embargo, en términos de localidades aún persiste, claramente con mayor incidencia en la zona rural.
Tabla 1
Pobreza por ingresos medida en la zona urbana y rural entre 2007 y 2019 en Ecuador
Si bien la pobreza y pobreza extrema se han reducido, especialmente hasta 2014, aún muestran cifras importantes. En las urbes, la pobreza extrema por ingreso está casi erradicada (4,3% al 2019). Así, según el primer ODS, tendríamos un avance importante. Pero en la zona rural, aun las personas en pobreza extrema, a diciembre del 2019, eran más del 18% de la población rural total que percibe un ingreso menor a $ 47,9 al mes, tal y como se aprecia en la Tabla 1.
En cuanto a la pobreza, la brecha entre las localidades rurales y urbanas se amplía notablemente, existiendo en 2019 una diferencia porcentual de 24,6%. Es decir, en áreas rurales 41,8% de sus habitantes son pobres, mientras que en las áreas urbanas este porcentaje de pobreza cae a 17,2%.
DESIGUALDAD EN LOS TERRITORIOS, ¿QUÉ NOS DICE?
Anteriormente se revisó la pobreza y su mayor incidencia en los territorios rurales. Ahora, para medir la desigualdad entre regiones (rural y urbana), usamos el Gráfico 1 que presenta el índice de Gini. Este indicador mide el grado de desigualdad de una población según los ingresos que percibe. Mientras más se acerca a 1 indica que hay mayor desigualdad y, si se aproxima a cero, explica una mayor igualdad en la distribución de los ingresos de la población tomada en cuenta.
Gráfico 1
Índice de Gini nacional, urbano y rural en Ecuador entre 2007 y 2019
La evolución del índice de Gini, en términos de país, se ha ido reduciendo con el paso del tiempo, lo que significa que las brechas entre la distribución del ingreso se han acortado constantemente. Ocurre algo similar si prestamos atención al caso urbano, en donde la dispersión de los ingresos de las personas ha disminuido entre 2007 y 2019.
Pero ocurre algo particular en la zona rural, dado que el índice de Gini para 2019 es el menor que el resto. En efecto, muestra que los ingresos se encuentran concentrados cercanos a un promedio. Sin embargo, la baja desigualdad no significa que todos los habitantes de las zonas rurales accedan a ingresos altos, sino indica que el ingreso de gran parte de la población es bajo, por lo que la desigualdad interna es menor.
POBREZA MULTIDIMENSIONAL: IR MÁS ALLÁ DE LO ECONÓMICO
Aunque tomar en consideración la pobreza por ingresos es importante para tener una visión de la capacidad adquisitiva de las personas y generar una política de transferencias monetarias, la información presentada es bastante general. Para ello se desarrolló el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que toma en cuenta aspectos relevantes que determinan la calidad de vida de las personas; las cuatro dimensiones se detallan en la Tabla 2.
Tabla 2
Dimensiones de la medición del IPM en Ecuador
En el Gráfico 2 se observa la pobreza multidimensional desagregada según territorio urbano y rural. La pobreza multidimensional corresponde al porcentaje de personas que viven en hogares que tienen privaciones en una tercera parte o más de los indicadores ponderados.
Las brechas territoriales en términos de pobreza multidimensional son notables. En promedio, entre 2009 y 2019 la diferencia entre hogares bajo pobreza multidimensional en la zona rural es de un 46,2% más que en el área urbana.
Gráfico 2
Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) urbano, rural y nacional en Ecuador entre 2009 y 2019
Aunque se nota que la tendencia entre 2009 a 2016 es decreciente, en términos de que se reduce el número de personas que caen en pobreza multidimensional, esta tasa crece en las zonas rurales desde 2016 hasta 2019. Lo que se extrae del gráfico es que la mayor parte de hogares rurales carecen de un tercio o más de los indicadores expresados en la Tabla 2, lo que sin lugar a dudas representa un desafío para el gobierno y también para el mercado laboral.
CRISIS SANITARIA Y POBREZA, ¿QUÉ LE ESPERA AL PAÍS?
A pesar del esfuerzo del Gobierno por ampliar las transferencias monetarias durante abril y mayo, y de esta forma evitar que más personas caigan en pobreza por ingresos, el principal factor que determinará el incremento de la pobreza es el acceso al mercado laboral que claramente se verá afectado luego de la etapa de confinamiento.
La Organización Mundial del Trabajo (OIT) calcula una reducción en promedio del 6,7% en el empleo en el segundo trimestre del 2020. Además, teniendo en cuenta que el empleo informal en Ecuador es alto (alrededor del 45% de la población para 2019 no tenía un empleo adecuado), esto plantea todavía más dificultades para la economía ecuatoriana.
La cuarentena ha dejado una serie de problemas en la capacidad productiva de las empresas, dado que durante el mes de abril la economía ha producido únicamente el 30%, en comparación con el periodo anterior a la pandemia.
Según la organización internacional OXFAM, que lucha en contra de la pobreza, el COVID-19 llevará a 500 millones de personas a la extrema pobreza. “La crisis económica que se está desarrollando rápidamente es más profunda que la crisis financiera mundial de 2008”, dice.
La OXFAM, en el escenario más grave, supone una contracción generalizada del 20% en los ingresos de las personas. Además, resalta que 2.000 millones de trabajadores que hacen parte del sector informal no tendrían acceso a ningún subsidio o pago por enfermedad.
Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-05-03