El costo de no hacer nada en su empresa

2018-07-03

Estrategia

Autor: Alex Salazar *

“Todos fuimos educados desde pequeños a ser cautelosos… Pero esta dependencia excesiva y obsesiva de ser demasiado reflexivo puede inculcar conductas y hábitos que son demasiado cautelosos. Este comportamiento profundamente arraigado continúa apareciendo en el lugar de trabajo, lo que resulta en líderes que se congelan con la inacción porque quieren asegurarse de tomar la decisión correcta en lugar de tomar una decisión”. Val Wright

La “inacción cómoda” se parece mucho a la apatía y es una trampa fácil. Después de todo, se está haciendo algo: mantener el flujo de efectivo, satisfacer las necesidades de los clientes y coordinar a los empleados. ¿Qué significa “no hacer nada”?

Significa continuar llevando su negocio por el mismo camino. Elegir la inacción sobre la acción cuando se trata de buscar formas de mejorar las ofertas y operaciones de la empresa.

Significa evitar la contratación de nuevas personas o implementar nuevos enfoques para aumentar la eficiencia o disminuir los costos. Significa que el status quo gana. Y cuando esto sucede, el negocio generalmente pierde y se llama el costo de no hacer nada (CODN).

Val Wright, en su nuevo libro Thoughtfully Ruthless: The Key to Exponential Growth, explica cómo “no hacer nada” reprime el crecimiento y la innovación, y proporciona cálculos para hacerse una idea de cuánto cuesta la inacción.

Un par de ejemplos:

· Si su empresa gasta $ 25.000 cada mes en suministros y una estrategia de reducción de costos cuidadosamente considerada podría generar un ahorro de 20%, el costo de “no hacer nada” se convierte en $ 5.000 por mes.

· Cuenta la historia de un cliente que pasó seis meses deliberando sobre la decisión de trasladar a uno de sus ejecutivos a un nuevo puesto. Durante el tiempo sin hacer nada, dos de los principales ejecutivos renunciaron. El costo de reemplazar a esos dos ejecutivos superaba los $ 800.000.

Le invito a reflexionar sobre si es posible que alguna vez se haya quedado congelado en la inacción por tratar de asegurarse de tomar la decisión correcta, y que considere la última vez que retrasó una decisión. Pregúntese: ¿cuál fue el costo e impacto de haber retrasado la decisión?

Muchos gerentes financieros en América Latina han analizado las limitaciones del Excel en sus negocios. Consideran que el personal prepara reportes en Excel en lugar de analizar las cifras y están conscientes de que no pueden seguir así. Sin embargo eligen la inacción, y así sigue.

Es bueno hacer una pausa y reflexionar sobre:

· ¿Cuánto cuesta el proceso de presupuesto y forecast?

· ¿Cuánto cuestan los reportes de mes?

· ¿Existen reportes innecesarios?

· ¿Qué oportunidades está perdiendo finanzas y la empresa por no tener tiempo suficiente para hacer análisis?

· ¿Cuánto cuesta el cierre contable?

· ¿Cuánto tiempo se invierte en la conciliación bancaria y otras conciliaciones?

· ¿Si se pudiera automatizar las tareas operativas y ser más eficientes, qué se puede lograr en ese tiempo extra?

· ¿Cómo se utiliza software de última generación, que no requiere del área de tecnología

· ¿Vale la pena seguir como está o es hora de innovar?

Comuníquese con un consultor financiero y cuéntele lo que quisiera lograr. Empresas especializadas no tienen todas las respuestas y soluciones, pero sí ayudan a innovar en el área financiera:

· Automatizando presupuesto, forecast y reportes financieros.

· Acelerando los procesos de cierre contables.

“Existen riesgos y costos de actuar, pero son mucho menores que el riesgo a largo plazo de una inacción cómoda”. John F. Kennedy