El panorama económico de Ecuador se ha ensombrecido significativamente durante el segundo trimestre de 2024. Según el último informe del Banco Central del Ecuador (BCE), 15 de las 20 industrias principales del país experimentaron un crecimiento negativo en comparación con el mismo período de 2023. Esta contracción generalizada, que se refleja en una disminución al -2,2% del Producto Interno Bruto (PIB) interanual, pone de manifiesto los desafíos multifacéticos que enfrenta la economía ecuatoriana, desde patrones de consumo doméstico hasta presiones del mercado externo.
La amplitud de la contracción a través de diversos sectores sugiere que los desafíos no están aislados en una sola área de la economía, sino que son indicativos de problemas sistémicos más amplios que requieren una atención integral y una intervención estratégica. Este declive es particularmente preocupante ya que sigue a un período de recuperación tentativa y crecimiento en trimestres anteriores, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de las políticas económicas actuales y la capacidad de resistencia de la economía ecuatoriana frente a choques internos y externos.
LA MONTAÑA RUSA DEL PIB: EVOLUCIÓN ECONÓMICA DEL ECUADOR
La economía ecuatoriana ha experimentado una volatilidad significativa en los últimos años, culminando en una contracción interanual del -2,2% en el segundo trimestre de 2024. Esta reciente caída marca un punto preocupante en una trayectoria económica que ha sido todo menos estable.
Tras el impacto inicial de la pandemia de COVID-19, que provocó una contracción del -19,7% en el segundo trimestre de 2020, Ecuador experimentó un período de recuperación. El año 2021 vio un rebote espectacular, con un crecimiento del 22,8% en el segundo trimestre, impulsado en gran parte por el efecto base del año anterior. Esta recuperación continuó, aunque a un ritmo más moderado, durante 2022 (Gráfico 1).
Gráfico 1
Evolución del PIB
Sin embargo, 2023 marcó el inicio de una nueva tendencia preocupante. Aunque el año comenzó con un crecimiento positivo, la segunda mitad evidenció una desaceleración abrupta. El tercer trimestre mostró un crecimiento marginal del 0,7%, seguido por una contracción del -0,7% en el cuarto trimestre.
El 2024 inició con un breve resurgimiento, registrando un crecimiento del 1,2% en el primer trimestre. No obstante, el segundo trimestre ha marcado un retorno a territorio negativo con la mencionada contracción del -2,2%.
OFERTA Y UTILIZACIÓN DE BIENES Y SERVICIOS: UN PANORAMA DE CONTRACCIÓN
Considerando la oferta y utilización de bienes y servicios, se proporciona una visión más detallada de los componentes que han contribuido a la contracción económica en el segundo trimestre de 2024. Según los datos del Banco Central del Ecuador, todos los principales componentes de la demanda agregada, excepto las exportaciones, mostraron un desempeño negativo en comparación con el mismo período del año anterior (Gráfico 2).
Gráfico 2
Oferta y utilización de bienes y servicios segundo trimestre 2024
El gasto de consumo final de los hogares, un pilar fundamental de la demanda interna, experimentó una contracción alcanzado un -2,2%. Esta disminución es un claro indicador de la reducción en el poder adquisitivo de las familias ecuatorianas y refleja los múltiples desafíos que enfrenta la economía del país.
Un factor crucial que contribuyó a esta contracción fue la implementación de una política fiscal controvertida: el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12% al 15% en abril de 2024. Esta medida, diseñada para aumentar los ingresos fiscales, tuvo un impacto inmediato y significativo en el costo de vida de los ecuatorianos.
Además del aumento del IVA, la economía ecuatoriana se vio afectada por una serie de apagones eléctricos en abril de 2024. Estos cortes de energía, resultado de problemas en la infraestructura eléctrica del país, tuvieron un impacto directo en la actividad comercial.
Asimismo, el BCE explica que esta contracción en el consumo de los hogares se asocia con una disminución en la demanda de productos textiles y calzado, así como una caída en los servicios de comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida. Esto indica que los consumidores están reduciendo sus gastos en bienes no esenciales y servicios, posiblemente como resultado de presiones económicas o incertidumbre sobre el futuro.
Por su parte, el gasto de consumo final del Gobierno General también mostró una ligera contracción alcanzado un -0,6%. Aunque menos pronunciada que la caída en el consumo privado, esta reducción sugiere una política fiscal más restrictiva, posiblemente en respuesta a presiones presupuestarias o como parte de esfuerzos de consolidación fiscal.
La Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF) registró la caída más significativa entre los componentes de la demanda, con una contracción que llegó a un alarmante -8,2%. Esta fuerte disminución en la inversión es particularmente preocupante, ya que la FBKF es un indicador clave de la confianza en la economía a largo plazo y un motor importante del crecimiento futuro. La caída en la inversión puede reflejar una combinación de factores, incluyendo incertidumbre económica, condiciones de crédito más restrictivas o una disminución en la rentabilidad esperada de los proyectos de inversión.
Según el Banco Central del Ecuador (BCE), la contracción de la inversión tiene raíces profundas en varios sectores de la economía. El BCE señala que “la reducción se debió a la contracción del sector de la construcción en -17,2%, que constituye alrededor del 44% de este componente. Asimismo, este componente se vio afectado por un decrecimiento de la demanda de bienes de capital como maquinaria y equipo de transporte”.
Esta declaración del BCE revela la magnitud del problema en el sector de la construcción, que representa casi la mitad de la FBKF. Una contracción de tal magnitud en la construcción no solo afecta directamente a la inversión, sino que también tiene efectos multiplicadores negativos en toda la economía, desde la demanda de materiales hasta el empleo en el sector.
En contraste con la tendencia negativa general, las exportaciones de bienes y servicios mostraron un crecimiento positivo, llegando al 1,9%. Este aumento en las exportaciones sugiere que algunos sectores orientados al comercio exterior han logrado mantener su competitividad en los mercados internacionales, a pesar de las dificultades económicas internas. Sin embargo, es importante notar que este crecimiento modesto en las exportaciones no fue suficiente para compensar las contracciones en otros componentes de la demanda.
Las importaciones de bienes y servicios, por su parte, registraron un crecimiento mínimo alcanzado el 0,2%. Aunque positivo, este crecimiento marginal en las importaciones es significativamente menor que el de las exportaciones, lo que podría indicar una debilidad en la demanda interna de bienes y servicios importados.
El Banco Central del Ecuador interpreta estos resultados como indicativos de desafíos significativos en la economía nacional. La contracción en el consumo de los hogares y en la inversión sugiere una pérdida de dinamismo en la demanda interna, mientras que el modesto crecimiento de las exportaciones no logra compensar estas tendencias negativas.
Por el lado del gasto gubernamental, la reducción se relaciona principalmente con una disminución en el rubro de compras de bienes y servicios, lo que podría ser parte de medidas de austeridad o ajuste fiscal.
En cuanto al sector externo, el modesto crecimiento de las exportaciones fue impulsado principalmente por mayores ventas de petróleo crudo, camarón elaborado, cacao, pescado y atún en conservas, así como minerales metálicos como concentrados de cobre y plomo. Esto sugiere que algunos sectores primarios y de procesamiento básico han mantenido su competitividad en los mercados internacionales.
SECTORES EN DECLIVE: UN ANÁLISIS DE LAS INDUSTRIAS MÁS AFECTADAS
Considerando los sectores económicos se revela una imagen preocupante de contracción generalizada en la economía ecuatoriana durante el segundo trimestre de 2024. De las 20 industrias principales, 15 experimentaron un crecimiento negativo, lo que subraya la amplitud y profundidad de los desafíos económicos que enfrenta el país (Gráfico 3).
Gráfico 3
Variación interanual por industrias
El sector de la construcción emerge como el más afectado, con una contracción alarmante al -17,2%. Esta caída drástica en uno de los sectores más intensivos en mano de obra y con fuertes enlaces hacia adelante y hacia atrás en la cadena productiva tiene implicaciones significativas para el empleo y la actividad económica general. La contracción en la construcción puede ser un reflejo de múltiples factores, incluyendo una disminución en la inversión pública en infraestructura, una reducción en la demanda de viviendas nuevas debido a la incertidumbre económica, o dificultades en el acceso al crédito para proyectos inmobiliarios.
La manufactura de productos no alimenticios también registró una contracción significativa (-9,7%). Este declive en la producción industrial no alimentaria sugiere una debilidad en la demanda interna. El sector de refinados de petróleo también experimentó una contracción (-8,8%), lo que podría estar relacionado con fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo. La industria de alojamiento y comidas se une a esta lista, pues sufrió también un decrecimiento (-6,7%), reflejando los desafíos continuos que enfrenta el sector turístico y de servicios de hospitalidad.
Por otra parte, el comercio, un sector clave para la economía urbana, experimentó una caída al -4,8%. Esta contracción en el comercio está probablemente relacionada con la disminución en el consumo de los hogares y refleja una reducción general en la actividad económica y el flujo de bienes.
El panorama económico de Ecuador para el resto de 2024 se perfila particularmente desafiante. La contracción generalizada observada en el segundo trimestre, afectando a 15 de 20 sectores clave, sugiere que los problemas económicos del país son de naturaleza estructural y no meramente coyunturales. Además, la revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento por parte del Banco Central del Ecuador, reduciendo la expectativa del 1% anunciada en marzo al 0,9% actual, subraya la fragilidad de la recuperación económica.
Esta modesta proyección, combinada con los efectos persistentes del aumento del IVA, los problemas de infraestructura eléctrica y la debilidad en sectores cruciales como la construcción y el consumo interno, plantea un escenario de estancamiento económico para el corto plazo. Es necesario que el gobierno logre implementar políticas efectivas que estimulen la inversión y el consumo, sin comprometer la estabilidad fiscal, será determinante para una posible recuperación sostenible en los próximos años.
(*) Elaborado por economista Liz Ortiz, analista económica Revista
Last modified on 2024-10-03