La Visión 2025 del BID delinea un mapa de acción para lograr el desarrollo de América Latina y el Caribe mediante acciones que promuevan la equidad y la inclusión. Reconocer los desafíos que plantea la maternidad para las mujeres trabajadoras y los beneficios de la lactancia materna debería ser parte de cualquier política laboral con enfoque de género. Si queremos promover la igualdad de condiciones laborales y simultáneamente impulsar el mejor desarrollo de nuestras generaciones futuras, es imperante que promovamos políticas que apoyen la lactancia en el lugar de trabajo.
POR QUÉ IMPULSAR LA LACTANCIA MATERNA EN EL TRABAJO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, cuando es posible, alimentar a los bebés exclusivamente de leche materna durante los primeros seis meses de vida, y de manera complementaria con otros alimentos hasta por dos años o más. En la realidad nos quedamos muy cortos, particularmente a nivel regional. En América Latina y el Caribe solo 37% de los bebés son amamantados exclusivamente a los seis meses, comparado con 44% a nivel global.
LACTANCIA Y TRABAJO PUEDEN COEXISTIR
Una de las principales razones reportadas para descontinuar la lactancia materna es la necesidad de las madres de regresar al trabajo. Existen políticas de apoyo a la lactancia en lugares de trabajo. Estas incluyen el derecho a descansos dedicados a esta actividad dentro de la jornada laboral, y la designación de salas de lactancia que cuenten con los recursos adecuados.
La evidencia existente muestra que la provisión de estos recursos no solo incrementa la duración de la lactancia y el bienestar de las madres trabajadoras, sino que además mejora el desempeño y ambiente laboral de la organización.
RADIOGRAFÍA DE POLÍTICAS DE LACTANCIA EN EL LUGAR DE TRABAJO EN LA REGIÓN
De acuerdo con una revisión realizada por la UNICEF, existen importantes deficiencias en el marco regulatorio de la región. Las dos políticas principales son:
Los descansos diarios remunerados para amamantar al bebé o extraer leche
En el primer caso, de 24 países de la región analizados, un total de 19 ofrecen descansos diarios de un mínimo de 60 minutos. Sin embargo, 4 países no tienen ninguna legislación al respecto y 1 país ofrece una duración menor a 60 minutos. Además, pocos países permiten que los descansos se extiendan después de los seis meses de vida del bebé.
De igual manera, muy pocos países consideran la opción de flexibilidad en las jornadas laborales, para permitir que la madre llegue después o salga antes para realizar las actividades de lactancia.
Las salas de lactancia en el lugar de trabajo
En el caso de las salas de lactancia, 18 países de los 24 analizados tienen este derecho establecido por ley, aunque todavía hace falta que seis países tengan legislación pertinente. Adicionalmente, en 14 de los 18 países con regulación, solo las empresas con cierto número mínimo de empleados están obligadas a contar con salas de lactancia, excluyendo a un número importante de trabajadoras.
Si también consideramos que generalmente no está especificado el apoyo financiero por parte del gobierno, existen vacíos importantes dentro del marco regulatorio donde los empleadores tienen pocos incentivos a apoyar (o incluso contratar) a madres lactantes.
Mapa del estado de la legislación en apoyo a la lactancia materna a 2020
DESAFÍOS PARA APOYAR LA LACTANCIA MATERNA
Existen dos retos para impulsar la lactancia materna en el trabajo:
- El monitoreo y evaluación de la implementación de políticas existentes es muy limitado. Es necesario incrementar la información disponible acerca del avance y efectividad de los programas existentes. También es crucial la diseminación de esta información para que tanto empleados como empleadores sepan cuáles son sus derechos y obligaciones.
- La mayoría de la fuerza laboral en América Latina y el Caribe trabaja en la informalidad. Según los últimos datos del BID, en 2019 solo el 38,2% de las mujeres empleadas en Latinoamérica y el Caribe lo hacían formalmente. Es por esto por lo que el rol del gobierno es fundamental para asegurar que la equidad de condiciones laborales se extienda a toda la población. El caso de Filipinas es un buen ejemplo, donde se han instalado salas de lactancia públicas.
ACCIONES PARA IMPULSAR LA LACTANCIA MATERNA EN EL LUGAR DE TRABAJO
Cambiar el marco regulatorio para alcanzar los mejores estándares
Es fundamental que se redoblen los esfuerzos en la región para que todos los países garanticen el derecho a los tiempos y condiciones adecuadas para continuar la lactancia. En particular, es importante que los países que no tienen legislación existente hagan lo propio para cumplir con estándares internacionales como el Convenio 183 de la Organización Internacional del Trabajo, sobre protección de la maternidad.
Asimismo, aprender de países que han experimentado avances en la región y colaborar para seguir mejorando las garantías de las madres trabajadoras. Además de establecer el derecho a los tiempos para amamantar o extraer leche, estos tiempos deberían ser de mínimo una hora al día, con derecho a extenderlos hasta los 24 meses de edad del bebé, con flexibilidad de horarios laborales y garantizando el acceso a salas de lactancia.
Es crucial que las políticas de apoyo a la lactancia en el lugar de trabajo también vayan acompañadas de políticas comprensivas de licencias de maternidad y paternidad, así como cuidado infantil que distribuyan la responsabilidad de manera equitativa entre todos los actores
Incrementar el monitoreo y la evaluación de los programas existentes
Sigue habiendo una gran desconexión entre la regulación y la práctica. Es necesario que en todos los países de la región se incremente el monitoreo y la evaluación de los programas existentes. La información disponible es limitada y para los países que se tienen datos, el promedio es de menos de 100 salas de lactancia por país, con excepción de El Salvador y Perú (1,600 y 1,467 respectivamente). Necesitamos seguir construyendo evidencia robusta y clara para identificar cuáles son las mejores políticas para alcanzar las metas de lactancia establecidas por la OMS, y garantizar la equidad de condiciones laborales.
Establecer alianzas público-privadas que aseguren que estos beneficios estén disponibles para todas las trabajadoras
El rol del gobierno en este tema es fundamental. Debido a los costos existentes de proveer salas de lactancia para los empleadores y el gran porcentaje de trabajadoras informales, es necesario que exista un apoyo importante de financiamiento público para estas políticas.
Debe haber un acompañamiento a las madres, padres y empleadores desde el embarazo para garantizar que haya orientación adecuada y lineamientos claros para apoyar el óptimo desarrollo infantil y el adecuado desempeño laboral. Es indispensable que se considere la provisión de salas de lactancia públicas que extiendan los beneficios a todas las trabajadoras.
(*) Cuenta con una licenciatura y maestría en economía del ITAM, en México. Trabajó en el banco central, Banxico, por tres años como asistente de investigación en la Dirección de Investigación Económica. Este artículo se publicó originalmente en: https://blogs.iadb.org/igualdad/es/lactancia-es-desarrollo/.
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Last modified on 2022-08-12