En el 2022, cada 28 horas se produjo el asesinato de una mujer por cuestiones de género en el país. En total, se registraron 272 casos de este tipo de delitos, donde 107 femicidios fueron de tipo íntimo, familiar o sexual; ocho fueron transfemicidios y 157 por delincuencia organizada. Durante el mismo periodo, el gobierno nacional generó iniciativas dirigidas a reducir estos casos. Sin embargo, las políticas generadas no abordan la importancia de la educación para disminuir conductas machistas, deconstruir roles de género y empujar el empoderamiento femenino.
EL 2022 FUE EL AÑO MÁS VIOLENTO PARA LAS MUJERES DEL ECUADOR
En Ecuador, se registraron 272 muertes violentas por razones de género desde el 1 de enero hasta el 15 de noviembre de 2022. Según la información de la Asociación Latinoamericana por el Desarrollo Alternativo (Aldea), se produjeron 107 femicidios de orden íntimo, familiar o sexual, ocho transfemicidios y 157 femicidios por delincuencia organizada.
Las cifras se han incrementado desde el 2018, año en que un femicidio ocurría cada 72 horas y hubo 88 casos. En 2019 y 2020, se mantuvo el intervalo en que ocurre un femicidio y se produjeron 106 y 118, respectivamente.
Sin embargo, el número ha ido creciendo y en 2021 existieron 197 víctimas de femicidio, es decir, una mujer fue asesinada cada 44 horas por razones de género. El 2022 fue el año más violento para las mujeres ecuatorianas, ya que cada 28 horas ocurrió un femicidio en el país. (Gráfico 1).
Gráfico 1
Evolución histórica de los casos de femicidio en Ecuador
La Secretaría de la Mujer y Derechos Humanos de Ecuador contabilizó 78 casos de feminicidios durante 2022. Dicha cifra es inferior a los datos de ALDEA debido a que el Gobierno no toma en cuenta los asesinatos de mujeres en contextos de delincuencia organizada.
Esto quiere decir que las entidades gubernamentales no registran como femicidio a las 115 parejas o exparejas de delincuentes que fueron asesinadas. Por tales motivos, ALDEA considera que existe un subregistro de femicidios a nivel nacional.
UNA CULTURA Y ENTORNO DE VIOLENCIA
Generalmente, los casos de femicidio son el resultado final de conductas violentas en el entorno de la víctima. Según el INEC, el 63% de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia por su pareja o en su familia a lo largo de su vida. Esta entidad también afirma que 21 de cada 100 mujeres atravesó por dicha situación en los últimos 12 meses (Gráfico 2).
En ambos casos, cerca del 80% de las víctimas no denunciaron los abusos psicológicos y físicos, mientras que alrededor del 50% comentó el incidente con algún conocido.
Adicionalmente, en el 50% de los casos (136) de 2022, los feminicidas tenían un vínculo sentimental con la víctima. Por lo tanto, las mujeres suelen ser violentadas y asesinadas por su pareja, expareja o algún hombre de sus círculos más cercanos.
Gráfico 2
Violencia contra las mujeres por ámbito
¿QUIÉNES SON LAS MÁS VIOLENTADAS?
Durante el 2022, 83 de las víctimas de femicidio se encontraban en el rango de edad entre 26 y 35 años. A su vez, 33 de las mujeres fueron asesinadas por razones de género estaban en el grupo etario de 36 y 45 años.
En este mismo periodo, la víctima más joven tenía apenas 3 meses, y la de mayor edad 66 años. Cabe destacar que el 49,7% de las mujeres entre 30 y 44 años ha experimentado violencia por parte de su pareja a lo largo de su vida. Incluso, la edad más frecuente de las víctimas 32 años. Una vez más, se evidencia la marcada relación entre la violencia ejercida por los hombres y los femicidios.
Además, los datos del INEC evidencian que 52,7% de afroecuatorianas, 47,1% de mujeres indígenas, 42,9% de montubias y 42,2% de mestizas han sufrido violencia por parte de su pareja a lo largo de su vida.
Las provincias con mayor número de femicidios en cifras absolutas son:
Guayas: 93
Manabí: 31
Esmeraldas: 27
En estos lugares, las cifras de violencia conyugal son de 40,5%, 33,5% y 48,6%, respectivamente. Mientras que en las provincias de Zamora Chinchipe y Galápagos no se registraron casos en el 2022 (Gráfico 3).
Sin embargo, las provincias que tienen una tasa de abusos elevada -entre 49% y 60,6%- por parte de las parejas son Morona Santiago, Napo, Cañar, Azuay, Pastaza y Zamora Chinchipe.
Estas diferencias en los datos de asesinatos a mujeres y abusos, pueden implicar que muchos de los casos de feminicidio no fueron denunciados en su momento. Sin embargo, las alarmantes cifras de violencia son razón suficiente para que el Estado intervenga y genere políticas de equidad de género.
Gráfico 3
Casos de femicidios por provincia
RESOLVER LOS CASOS DE FEMICIDIOS ES COMPETENTECIA DEL ESTADO
Durante el 2021, se elaboró e implementó el Registro Único de Violencia y el Protocolo Nacional para Investigar Femicidios y Otras Muertes Violentas de Mujeres y Niñas. Ambas medidas tienen como fin vincular las instituciones públicas para reforzar los mecanismos de control y mejorar los procesos investigativos. Además, la Secretaría de la Mujer y Derechos Humanos tiene un presupuesto de $ 12,072 millones, mientras que el gobierno planificó invertir $ 664 millones en la igualdad de género en el 2022.
Ambos rubros se enfocaban en disminuir las brechas entre hombres y mujeres por medio de la autonomía y empoderamiento femenino, mejoras en las condiciones de empleo, transferencias monetarias condicionadas que permitan la promoción y garantía de una vida libre de violencia, entre otros.
Sin embargo, las políticas y proyectos gubernamentales mencionados no incluyen el rol de la violencia como un problema estructural. El problema de fondo es que el abuso y las conductas machistas responden a roles y estereotipos de género culturalmente arraigados que no pueden ser solucionados dentro del hogar y requieren una mayor intervención del Estado a través de políticas de salud y educación que rompan con patrones socioculturales, mejoren la crianza de los menores y generen igualdad de condiciones para hombres y mujeres.
Adicionalmente, es importante que todos los géneros sientan que pueden ser parte de la reducción de los femicidios y contribuyan en la generación de políticas públicas integrales enfocadas en educación, salud y desarrollo.
La mayoría de femicidios en 2022 fueron ocurrieron en Guayas, contra mujeres de 32 años y mestizas. Frente a este contexto, hay que entender que la violencia y los feminicidios no van detenerse si la problemática se aborda únicamente desde el control y la vigilancia. Se requiere de políticas sociales integrales que incluyan mejoras educativas y deconstruyan los roles de género.
(*) Gabriela Andrade, analista económico Revista Gestión.
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Last modified on 2023-01-08