Para bien o para mal, las redes sociales han cambiado el tejido de la vida y su uso va en ascenso, llegando incluso a convertirse en adicción en muchos casos. A su vez, fenómenos como la polarización y el conflicto aparecen en estas plataformas sociales. Esto constituye un problema ya que la polarización se ha convertido en una nueva droga que consumimos cada día sin saberlo y no solo causa daños a nivel individual, sino también a la sociedad en su conjunto, que se vuelve más intolerante y se aleja de los consensos sociales. En el Ecuador los temas más polarizantes son el aborto y los derechos humanos.
ENGANCHADOS A LA DOPAMINA POR LAS REDES SOCIALES
El aparecimiento y consolidación de las redes sociales en los últimos años han sido un fenómeno cultural y tecnológico que ha afectado a todas las aristas de la sociedad. Debido a ello se han realizado múltiples estudios para cuantificar el efecto de las redes sociales en la sociedad y tener un panorama más claro sobre si los beneficios superan a los inconvenientes.
Así, Max Woolf en su estudio sobre las redes sociales en 2022 realizó un análisis estadístico para descubrir cómo afectan las redes sociales a las personas actualmente. Los resultados muestran que la mayoría de gente (80%) sigue sintiéndose bien con las redes sociales, mientras que únicamente el 5% tiene una visión negativa o muy negativa de ellas (Gráfico 1).
Gráfico 1
Percepción de las redes sociales (2022)
Estas cifras se dan debido a la facilidad que tienen para conectarnos, distraernos y entretenernos fácilmente, ya que el 94% de los empleados cree que el uso de las redes sociales en el trabajo les ayuda a reponer la energía, lo que les hace sentirse más productivos, mientras que el 83% de los trabajadores considera que las redes sociales son útiles para establecer contactos y encontrar nuevas oportunidades de trabajo.
No obstante, los datos también muestran que 84% de los usuarios considera que las redes sociales son adictivas, mientras que el 70% de las personas cree que han reducido su capacidad de atención, mermando su concentración en los estudios y el trabajo.
Esto se relaciona directamente con la frecuencia de uso que se les da a las redes sociales, la cual, de acuerdo con la consultora GWI, llega a ser en promedio 2 horas y 29 minutos al día, lo que equivale a 75,5 horas al mes; cifra que va en aumento y en casos específicos puede convertirse en una adicción, provocando un alejamiento de la vida real, ansiedad, pérdida de autoestima e incluso disminución del autocontrol.
El estudio realizado muestra que la mayor parte de las personas (39%) siente que usa las redes sociales en una cantidad justa, seguido de un 34% que siente que usan demasiado este tipo de plataformas (Gráfico 2), porcentaje que se ha ido incrementando desde la pandemia.
Gráfico 2
Frecuencia de uso de las redes sociales
LA POLARIZACIÓN ES UNA NUEVA DROGA SOCIAL
Adicional a la adicción de las redes sociales, el estudio The hidden drug realizado por la consultora LLYC advierte que actualmente existe un incremento progresivo de “adicción” a contenidos polarizantes. La polarización se da tras participar en debates acerca de temas polémicos en redes sociales, en donde existe la necesidad de reafirmar las ideas y creencias propias y confrontarlas con quienes pretenden imponer las suyas.
De acuerdo con David González Natal, socio y director general de la Región Norte de LLYC, “actualmente vivimos en una sociedad adicta al conflicto, una adicción que se ve potenciada por el uso de redes sociales que ayudan a reforzar nuestras propias opiniones y prejuicios, alejándonos del consenso general”.
De esta forma, la polarización se ha convertido en una de las grandes amenazas del siglo XXI, ya que constituye un fenómeno que genera e intensifica la división, el enfado y el enfrentamiento en la sociedad, pues un contacto diario (facilitado por un mayor uso de las redes sociales) con la polarización radicaliza el pensamiento de las personas, creando rechazo por la opinión contraria.
De acuerdo con el informe presentado, este fenómeno activa sustancias como la dopamina o endorfinas, que llegan a los receptores opioides de nuestro cuerpo y nos vuelven adictos a su consumo, por lo que se las considera un nuevo tipo de droga.
Entre los efectos que generan está la pérdida de control o la alteración grave del funcionamiento diario de la persona. No obstante, su impacto va mucho más allá, pues se traduce en efectos para toda la sociedad en su conjunto como: falta de acuerdos sociales, distanciamiento social y aumento de los discursos de odio.
Las cifras recogidas a través del nivel de engagement de los usuarios de uno y otro lado del espectro político en las conversaciones controversiales muestran que la evolución de la polarización en Iberoamérica se ha agudizado un 8% en promedio al año, y con ello la adicción al conflicto y a mantener conversaciones cada vez más incendiadas en redes sociales.
En sí, hoy una de cada cuatro personas está expuesta a polarización extrema; para 2040 esta cifra ascenderá a dos de cada cuatro, y seguirá creciendo, convirtiéndonos en una sociedad cada vez menos tolerante si no somos conscientes del uso de mensajes incendiarios y no abrimos las puertas al diálogo.
Consecuentemente, las redes sociales también afectan la percepción que tenemos de las personas en nuestro entorno, ya que 78% de las personas cree que las redes sociales les ha hecho sentir envidia por la vida de los demás (Gráfico 3), lo cual puede desembocar en actitudes mucho más graves y una fisura en las relaciones.
Gráfico 3
Respuestas a si las redes sociales le han hecho sentir envidia de los demás
DERECHOS HUMANOS Y ABORTO, LOS TEMAS QUE MÁS POLARIZAN A LOS ECUATORIANOS
En el caso de Ecuador, el estudio revela que los temas que mayor volumen de conversación generan y, por lo tanto, polarizan más a los usuarios de redes sociales son:
- Derechos humanos
- Aborto
- Racismo
- Libertad de expresión
- Feminismo
Estos temas, en ese orden específico, dominan la conversación digital de Ecuador, siendo el racismo y el salario mínimo debates que en el país generan un volumen menor con relación a la media en Iberoamérica, pero con una polarización mayor comparada con la región.
Se puede observar que el país está por debajo de la media en el índice de polarización, llegando a ser el tercero con menores diferencias ideológicas dentro de las redes sociales (45,68%), solo por detrás de Panamá y México (Gráfico 4)
Gráfico 4
Índice de polarización en los países de Iberoamérica (2022)
Si bien esto resulta una cifra alentadora en el contexto actual, se evidencia además que la cohesión social llega a ser frágil ante eventos fuera del diario vivir. En sí, los datos generados en el estudio señalan que la conversación digital alrededor de la temática “racismo” creció 18,1 veces durante el paro nacional de 2022, así como también el volumen y la polarización de conversación sobre los derechos humanos.
Por otra parte, en el caso del aborto, si bien las conclusiones la señalan como una temática que causa polarización, su nivel de conversación en redes se ha reducido en un 65%.
Es importante tomar en cuenta a las redes sociales como el escenario de acción política para la gran mayoría de ciudadanos, debido a la facilidad de emitir un criterio o punto de vista; no obstante, el debate que se da en las redes no debería polarizar y radicalizar las opiniones, sino generar un espacio de aprendizaje que permita escuchar y aprender de diferentes puntos de vista para facilitar nuevos consensos como sociedad.
(*) Jorge Pérez, analista económico Revista Gestión.
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Last modified on 2022-12-14