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Autor: Revista Gestión *

La gestión de residuos sólidos se ha convertido en uno de los desafíos más apremiantes para las sociedades modernas. En Ecuador, un país en vías de desarrollo con una creciente conciencia ambiental, el reciclaje emerge como una solución prometedora para abordar este reto. Según el portal Origin, para el año 2022 se contó una producción diaria de más de 13.000 toneladas de basura, de las cuales, apenas el 6% es rescatada y el resto enterrado en rellenos sanitarios; el país se encuentra en un punto crítico donde la acción inmediata es imperativa. Esta realidad no solo representa una amenaza para el ambiente sino también una oportunidad perdida en términos económicos y sociales. 

PANORAMA GENERAL DEL RECICLAJE

Según la Información Ambiental en Hogares 2023, realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC), seis de cada 10 hogares clasificó o separó algún tipo de residuo (orgánico, papel, plástico, metal, etc.), es decir, el 62,8% de los hogares ecuatorianos presentó prácticas de responsabilidad ambiental (clasificación de residuos), lo que representa un avance significativo en la conciencia ecológica del país (Gráfico 1).

Gráfico 1

Porcentaje de clasificación de residuos

Este porcentaje muestra una tendencia positiva en comparación con años anteriores. En 2019, el 61,5% de los hogares clasificaba sus residuos, mientras que en 2022 esta cifra alcanzó el 64,4%. Aunque se observa una ligera disminución en 2023, la tendencia general apunta hacia una mayor conciencia ambiental entre la población ecuatoriana.

El principal residuo clasificado o separado fue el plástico, con un 45,6% de los hogares participando en esta práctica. Le siguen el vidrio, con un 31,0%, y los residuos orgánicos con un 37,7%. Estos datos sugieren que los ecuatorianos están cada vez más conscientes de la importancia de reciclar, especialmente materiales de alto impacto ambiental como el plástico (Gráfico 2). 

Gráfico 2

Principales residuos clasificados

Mientras, la gestión de residuos sólidos en Ecuador enfrenta desafíos significativos en términos de recolección diferenciada. Según datos del 2022, se recolectaron 14.394 toneladas diarias de residuos sólidos en el país. Sin embargo, la mayor parte de esta recolección no se realiza de manera que facilite el reciclaje. El 83,4% de los residuos fueron recolectados de manera no diferenciada, mientras que solo el 16,6% se recolectó de forma diferenciada (Gráfico 3).

Gráfico 3

Gestión de residuos

DISPOSICIÓN FINAL DE RESIDUOS SÓLIDOS

La gestión integral de residuos sólidos en Ecuador no solo enfrenta desafíos en la recolección y clasificación, sino también en su disposición final. A pesar de los esfuerzos por mejorar las prácticas de manejo de residuos, los datos revelan una realidad preocupante en cuanto al destino último de estos materiales.

Según las cifras disponibles, la disposición final de residuos sólidos en el país se distribuye de la siguiente manera: el 54,50% se destina a rellenos sanitarios, el 17,30% a celdas emergentes y un alarmante 28,30% termina en botaderos. Esta distribución subraya la persistencia de prácticas inadecuadas que ponen en riesgo tanto el medio ambiente como la salud pública (Gráfico 4).

Gráfico 4

¿Dónde terminan los residuos?
 

Aunque más de la mitad de los residuos llega a rellenos sanitarios, considerados la opción más adecuada entre las disponibles, el hecho de que más de un cuarto de los desechos aún se deposite en botaderos es motivo de preocupación. Los botaderos, carentes de controles adecuados, representan focos de contaminación y riesgos sanitarios significativos.

La presencia de celdas emergentes, que acogen el 17,30% de los residuos, indica un intento por mejorar las prácticas de disposición, pero aún queda lejos de ser una solución óptima. Estas instalaciones, si bien son preferibles a los botaderos, no alcanzan los estándares de seguridad y control ambiental de un relleno sanitario completo.

EL DESAFÍO DEL PLÁSTICO EN ECUADOR

El consumo de plástico en Ecuador representa un desafío significativo para el medio ambiente y la gestión de residuos. Según Diego Palacios, en su artículo “Reciclaje y tratamiento de los residuos sólidos urbanos-industriales en Ecuador”, cada ecuatoriano consume en promedio 225 botellas de plástico al año y 250 bolsas plásticas, cuyo uso apenas es de 20 minutos. 

El problema del plástico se agrava por la falta de una infraestructura adecuada para su reciclaje. A pesar de que el 62,8% de los hogares ecuatorianos (2023) separa el plástico para su reciclaje, solo una pequeña fracción de este material es efectivamente procesada y reincorporada al ciclo productivo. La falta de plantas de reciclaje especializadas y la contaminación cruzada de los materiales recolectados son obstáculos significativos para el aprovechamiento eficiente de este recurso.

Además, el impacto ambiental del plástico no se limita a su disposición final. La producción de plásticos vírgenes consume recursos no renovables y genera emisiones de gases de efecto invernadero. En este contexto, la transición hacia una economía circular que priorice la reducción, reutilización y reciclaje del plástico se vuelve imperativa.

El gobierno ecuatoriano ha tomado algunas medidas para abordar esta problemática, como la implementación de impuestos a las bolsas plásticas y la promoción de alternativas biodegradables. Sin embargo, estas iniciativas aún no han logrado reducir significativamente el consumo de plásticos de un solo uso.

LA PARADOJA DE LA IMPORTACIÓN DE PLÁSTICOS

A pesar de los esfuerzos de reciclaje y la creciente conciencia ambiental, Ecuador enfrenta una contradicción en su política de gestión de plásticos. Como menciona el portal web Origin, Ecuador es el tercer país de la región que más materiales plásticos importa, con alrededor de 11.000 toneladas provenientes de Estados Unidos en el 2022. Esta preferencia por la importación sobre la reutilización plantea preguntas sobre la coherencia de las políticas ambientales y económicas del país.

La importación masiva de plásticos tiene múltiples implicaciones. Por un lado, socava los esfuerzos locales de reciclaje al introducir en el mercado materiales vírgenes que compiten con los plásticos reciclados. Esto puede desincentivar la inversión en infraestructura de reciclaje y reducir la viabilidad económica de las empresas dedicadas a esta actividad. Por otro lado, aumenta la dependencia del país de materias primas importadas, lo que puede tener impactos negativos en la balanza comercial y la economía local.

La paradoja se hace más evidente cuando se considera que Ecuador produce una cantidad significativa de residuos plásticos que podrían ser reciclados y reutilizados localmente. La falta de capacidad instalada para procesar estos residuos y convertirlos en materia prima de calidad para la industria local es un factor clave que contribuye a esta situación.

EL PAPEL CRUCIAL DE LOS RECICLADORES DE BASE

Los recicladores de base juegan un papel fundamental en la industria del reciclaje en Ecuador. Según la información proporcionada por Origin, existen alrededor de 20.000 recicladores de base en el país, quienes son responsables del 50% de la materia prima que ingresa a la industria del reciclaje. Este dato resalta la importancia de estos trabajadores en la cadena de valor del reciclaje y la necesidad de políticas que mejoren sus condiciones laborales y reconozcan su contribución a la economía circular.

Los recicladores de base, también conocidos como gestores ambientales, realizan una labor esencial en la recuperación de materiales reciclables de los residuos urbanos. Su trabajo no solo contribuye a reducir la cantidad de residuos que terminan en los rellenos sanitarios, sino que también proporciona la materia prima necesaria para la industria del reciclaje. Sin embargo, a pesar de su importancia, estos trabajadores a menudo operan en condiciones precarias, sin acceso a seguridad social, equipos de protección adecuados o ingresos estables.

Complementando el trabajo de los recicladores de base, existen 48 empresas a nivel nacional que se dedican al reciclaje y recuperación de desechos. Estas empresas forman el eslabón industrial de la cadena de reciclaje, procesando y transformando los materiales recuperados por los recicladores de base en nuevas materias primas o productos finales. La presencia de estas empresas no solo representa una oportunidad económica, sino que también es crucial para cerrar el ciclo de los materiales reciclables, permitiendo su reincorporación efectiva en la cadena productiva.

DESAFÍOS EN LA GESTIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS

La gestión eficiente de los residuos sólidos sigue siendo un reto importante para Ecuador. Palacios señala en su investigación que “entre el 30% y 50% llega mezclada con otros materiales que anulan la posibilidad de reciclaje”. Esta mezcla inadecuada de residuos no solo dificulta el proceso de reciclaje sino que también aumenta los costos de separación y reduce la calidad de los materiales reciclables.

Uno de los principales desafíos es la falta de una separación adecuada en la fuente. Aunque el 62,8% de los hogares ecuatorianos declara separar sus residuos, la realidad es que muchos de estos residuos llegan contaminados o mezclados a las plantas de tratamiento. Esto se debe en parte a la falta de educación ambiental efectiva y a la ausencia de sistemas de recolección diferenciada en muchas ciudades del país.

Por otra parte, la gestión de residuos peligrosos y especiales también representa un desafío importante. Muchos de estos residuos, como los electrónicos o los hospitalarios, requieren tratamientos especiales que no siempre están disponibles en el país. La falta de instalaciones adecuadas para el tratamiento de estos residuos puede llevar a prácticas de disposición inadecuadas que representan riesgos para la salud pública y el medio ambiente.

Además, la gestión de residuos en Ecuador enfrenta desafíos financieros. Muchos municipios carecen de los recursos necesarios para implementar sistemas de gestión de residuos modernos y eficientes. Esto resulta en una infraestructura inadecuada, equipos obsoletos y falta de personal capacitado para manejar los residuos de manera efectiva.

Para superar estos desafíos, es necesario un enfoque integral que incluya: mejora de la educación ambiental para promover la separación adecuada de residuos en la fuente, inversión en infraestructura de recolección y procesamiento de residuos; además del desarrollo de políticas que incentiven la reducción, reutilización y reciclaje de residuos.

Solo a través de un esfuerzo coordinado y sostenido en estos frentes, Ecuador podrá avanzar hacia un sistema de gestión de residuos más eficiente y sostenible, que no solo proteja el medio ambiente sino que también genere oportunidades económicas y mejore la calidad de vida de sus ciudadanos.

 

(*) Elaborado por Liz Ortiz, analista económica Revista Gestión.

 

Last modified on 2024-07-17

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