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Autor: Revista Gestión *

La educación inicial es clave para reducir las brechas de desigualdad, promover la escolarización, reducir las tasas de crimen, mejorar la salud, entre otros. Un artículo científico realizado por economistas de la PUCE evalúa el impacto de los centros de desarrollo infantil en el Ecuador y los resultados indican que mientras más tiempo están los niños en el programa, su desarrollo cognitivo y socioemocional mejora. Además, también permite a las madres tener más tiempo, lo cual se puede traducir en una mayor inserción laboral o educativa. 

LOS CENTROS DE DESARROLLO INFANTIL MEJORAN EL DESARROLLO COGNITIVO Y SOCIOEMOCIONAL 

Lo niños y niñas que asisten a los centros de desarrollo infantil (CDI) en Ecuador tienen mejoras significativas en su desarrollo cognitivo y socioemocional. Así lo demuestra el artículo científico Los efectos del programa de desarrollo infantil en Ecuador en función del tiempo de exposición realizado por el economista Nicolás Acosta, subdecano de la Facultad de Economía de la Pontifica Universidad Católica del Ecuador (PUCE), y de la economista Martina Alvarado, alumi PUCE. 

Varias investigaciones en diferentes países concluyen que la inversión en educación inicial es clave para reducir las brechas de desigualad, además, promueve la escolarización y reduce las tasas de crimen. También reduce la necesidad de educación especializada, mejora la salud, disminuye los costos sociales e incrementa el salario futuro de las personas. 

Durante los primeros tres años de vida, es esencial proveer oportunidades para cambiar el curso del desarrollo en niños de poblaciones vulnerables, pues eso puede determinar el desempeño escolar en países en vías de desarrollo. Adicionalmente, las primeras normas de comportamiento aparecen justamente entre los 0 y 3 años de edad, los niños y niñas toman consciencia de lo que está bien y lo que está mal. 

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En Ecuador, 35,9% de los niños y niñas menores de 3 años vivían en situación de pobreza en 2019. La mayoría con retrasos en su desarrollo pertenecen a familias de bajos recursos, pues están expuestos a más riesgos. Los bajos niveles de desarrollo pueden ser una de las razones por las cuales la pobreza se transmite de generación en generación, indica el artículo.

Nueve de cada 10 niños y niñas ecuatorianos de 0 a 3 años que van a centros de desarrollo infantil van a un programa público, únicamente las familias con ingresos medios y altos utilizan el servicio privado. Los centros de desarrollo infantil son programas públicos de atención a la primera infancia y proveen educación inicial gratis a familias en situación de vulnerabilidad. El servicio es de cinco días a la semana de 6 a 8 horas diarias e incluye 4 comidas al día. 

Los autores estudiaron 16.322 casos recopilados entre 2016 y 2018, en seis evaluaciones diferentes en Quito y, a través de un análisis de intensidad, que se refiere al tiempo de exposición al programa, obtuvieron como resultado significativo que los CDI mejoran considerablemente las habilidades socioemocionales y el desarrollo cognitivo de los niños y niñas menores a 3 años. Un resultado importante es que esto sucede mientras mayor tiempo pasa el niño en el programa

Los resultados se obtuvieron a partir de pruebas realizadas a los niños sobre el vínculo emocional y social, el descubrimiento del entorno natural y cultural, lenguaje verbal y no verbal y la exploración motora corporal. En todos los aspectos nombrados, mientras más tiempo estaban los niños y niñas en el programa, mejores fueron los resultados.  Lo que indica mayor seguridad y confianza, mayor autonomía e identidad personal. 

LA INVERSIÓN EN EDUCACIÓN INICIAL ES CLAVE PARA EL PAÍS

Ecuador, desde hace 10 años, invierte alrededor de $ 200 millones anuales en programas de desarrollo infantil integral, un monto importante considerando que equivale al 36% del presupuesto destinado a educación. Para 2022, el presupuesto general del Estado destinado a educación básica, bachillerato y universidades disminuyó, sin embargo, para educación inicial fue 3,5 veces más que en 2021 (aumentó de $ 133,31 millones a $ 606,96 millones) (Gráfico 1). 

 

Gráfico 1

Presupuesto Educación 2021-2022

El economista Acosta, para Conexión PUCE, dijo que “según varias investigaciones, la importancia de la inversión en la infancia temprana está por encima de la inversión en educación secundaria o terciaria”. 

Existe amplia evidencia científica sobre los beneficios a futuro de la inversión en la primera infancia. Para el premio Nobel de Economía James Heckman “por cada dólar invertido en educación inicial de calidad se obtienen hasta 8 dólares en retorno económico en el largo plazo”. Esto se debe a que en la etapa entre el nacimiento y los 5 años de edad, el cerebro se desarrolla rápidamente y los niños absorben de mejor forma los conocimientos y las capacidades sociales.

Por esta razón, invertir más en educación inicial tiene sentido. Martina Alvarado señala que “por ahí inician los problemas de los niños, de su aprendizaje y además también se debe hacer un trabajo con los padres, que mantengan a sus niños en el sistema educativo”. También señala que es una gran herramienta para enseñarles a los padres lo importante que es el programa para sus hijos y permanezcan más tiempo en los centros, pues mejora las posibilidades de trabajo en un futuro. 

UNA OPORTUNIDAD TAMBIÉN PARA LAS MUJERES

Además de los beneficios para los niños y niñas, los programas de educación inicial también son una herramienta fuerte para las mujeres. En su mayoría, ellas realizan el trabajo no remunerado en los hogares ecuatorianos, y mucho de este trabajo tiene que ver con el cuidado de niños y niñas en la casa

Alvarado indica que a pesar de que en el artículo científico no se evaluó el impacto en las mujeres, existe una clara ventaja por la mayor cantidad de tiempo que tendrán las madres. “El tener acceso a un centro de desarrollo donde el niño va a pasar de seis a ocho horas al día, le da la capacidad a la mujer de tener una actividad remunerada, mejorar su inserción al mercado laboral o estudiar”, añadió.  

Alvarado resalta “la importancia de evaluar las política públicas ya existentes, trabajar con los programa que ya existen para mejorarlos”, pues en el caso de los CDI, la permanencia de los niños a largo plazo es lo más importante. “Se debe hacer un seguimiento desde el Ministerio de Educación para que despues del CDI, los niños entren al sistema de educación primario, secundario y terciario”, subrayó. 

Los resultados positivos de los centros de educación infantil indican también la potencia que tienen para disminuir la desigualdad en el país, la cual, sin una intervención adecuada, se profundiza desde los primeros años de vida. 

La evidencia sobre la efectividad de los programas sociales y de política pública es bastante limitada en el país y la región, por lo que establecer política pública basada en evidencia es clave para generar un cambio con programas sociales. Esto, especialmente, cuando se invierten recursos del Estado.

(*) Elaborado por Maí Suárez, redacción Revista Gestión.
 
Si va a hacer uso de este artículo, por favor cite la fuente original. Artículo de información (I).

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Last modified on 2022-04-13

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