La globalización ha generado un acelerado crecimiento económico, así como múltiples oportunidades en el mercado laboral a nivel internacional. Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo explica que 50 millones de personas alrededor del mundo son víctimas de esclavitud moderna, debido a sus condiciones de pobreza, la falta de oportunidades, el acceso limitado a la educación, entre otras. El Ecuador no es ajeno a esta realidad.
A nivel global se vive la esclavitud en sus distintas formas contemporáneas, las cuales incluyen trabajo infantil, trabajo forzoso, trata de personas, etc. Según el reporte de esclavitud moderna de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2021 había 10 millones más de personas en situación de esclavitud moderna en comparación con el año 2016. Especialmente, en Asia, África y América Latina se delinean escenarios que dan apertura a la esclavitud moderna, así sucede en el caso de Ecuador.
HERIDAS QUE NO SANAN: POBREZA Y ANALFABETISMO
Según el INEC, la pobreza a nivel nacional se ubicó en 25,2% a diciembre de 2022. En el área rural, cuatro de cada 10 ecuatorianos poseen un ingreso familiar per cápita menor a USD 88,72 mensuales; mientras que dos de cada 10 viven en pobreza extrema, lo que significa que perciben menos de USD 50. Ante este panorama, hombres y mujeres que no poseen protección social ni medios para satisfacer sus demandas mínimas de consumo, aceptan cualquier trabajo para sí mismos o incluso para sus hijos aún bajo condiciones de explotación.
La OIT en su reporte sobre esclavitud moderna explica que el trabajo forzoso es frecuente en los sectores e industrias que atraen a trabajadores poco o no cualificados, dando paso a condiciones de trabajo precarias.
Otro factor relevante que mantiene vivo el trabajo forzoso, es la falta de educación y el analfabetismo. Para 2022, en su reporte, la OIT determinó que los adultos con un nivel de instrucción bajo y los hijos de padres que no han recibido educación corren un mayor riesgo de caer en trabajo forzoso y trabajo infantil.
En Ecuador, la tasa de analfabetismo no ha tenido grandes cambios desde el 2019. Existe una clara diferencia entre el área urbana y rural. A 2022, la tasa de analfabetismo para la población urbana tiene 8,1 puntos porcentuales menos que la tasa de la población rural, dado que el 11,6% de la población rural no saben ni leer ni escribir (Gráfico 1).
Gráfico 1
Tasa de analfabetismo en Ecuador
ESCASEZ DE EMPLEO ADECUADO Y PERSISTENCIA DEL TRABAJO INFANTIL
Las características de la población ecuatoriana antes descritas, se traducen en las bajas tasas de empleo adecuado, ya que menos del 50% de la población ecuatoriana se encuentra en este tipo de empleo. Además, en 2022, se tuvo una brecha del 13,10% a favor de los hombres, donde únicamente el 27% de las mujeres percibieron ingresos laborales iguales o superiores al salario mínimo. La situación se agrava al verlo por área, ya que se presenta una brecha del 23% entre el área urbana y rural, pues en la rural solo el 19,30% de la población se encuentra en situación de empleo adecuado (Gráfico 2).
Gráfico 2
Empleo adecuado según área y género en Ecuador
Por otra parte, el trabajo infantil es una forma de esclavitud moderna que atenta contra la salud y desarrollo de los niños y niñas. La pobreza extrema y la falta de acceso a la educación y a otras oportunidades económicas son las principales razones que impulsan a los niños a ingresar en el mercado laboral. En el país hubo un descenso del trabajo infantil entre 2001-2013, llegando a su valor más bajo (2,6%). Sin embargo, desde ese mismo año, la tasa de trabajo infantil empieza a crecer, alcanzando el valor de 10,1% en 2021 (Gráfico 3).
Gráfico 3
Evolución de la tasa de trabajo infantil
En suma, aunque el Ecuador ha avanzado en muchos aspectos como sociedad, aún queda mucho por hacer para garantizar la igualdad y la justicia para todos. La esclavitud moderna es un fenómeno que priva a las personas de su libertad y dignidad, y las somete a una vida de explotación y abuso. Por ese motivo, se deben tomar medidas concretas y efectivas a través del entendimiento de las causas socioeconómicas que lo originan, así como la corrección de las mismas.
(*) Elaborado por Camila Marcayata, analista económica Revista Gestión.
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Last modified on 2023-03-23