En mayo 2023, la mayoría de indicadores mostraron una mejora considerable a nivel nacional, en especial el empleo adecuado, desempleo y subempleo. Sin embargo, las brechas de género se mantienen en el mercado laboral, donde se destaca la sobrerrepresentación de la mujer en el empleo no remunerado y su permanencia en otro empleo no pleno. Es necesario corregir dichas disparidades, así como la brecha salarial, puesto que está comprobado que el empoderamiento femenino impulsa el crecimiento económico.
MAYO FUE UN MES FAVORABLE EN TÉRMINOS LABORALES A NIVEL NACIONAL
Según el Instituto de Estadística y Censos (INEC), para mayo 2023 se registró una reducción en la Población Económicamente Activa (PEA) en comparación con abril puesto que aproximadamente 239.879 personas han cesado en su búsqueda de empleo, siendo ahora el 63,5% (8’263.434 personas) de la Población en Edad de Trabajar (PET) la que se encuentra ocupada o que busca un empleo (desocupada).
De manera interanual, el desempleo tuvo un decrecimiento de 0,5 puntos porcentuales con relación a mayo del 2022, en cambio, con respecto a mayo 2021, ha pasado de 6,3% a 3,2%. Por su parte, la tasa de empleo adecuado en mayo creció de 30,2% a 36,4% entre 2021 y 2023, superando los niveles registrados a inicios del año. Mientras que el subempleo ha presentado una caída de 4,3 puntos porcentuales en el mismo periodo, llegando a ser 18,9% (Gráfico 1).
Gráfico 1
Empleo según condición
Al contrario, la tasa de otro empleo no pleno registra un considerable incremento. Este indicador ha subido desde 2021 en 4,1 puntos porcentuales, hasta llegar a 30,6% en mayo 2023, lo que significa que 3 de cada 10 personas no perciben un ingreso igual o mayor al salario básico y/o trabajan menos horas de las requeridas por la ley.
EL EMPLEO ADECUADO FEMENINO AUMENTA, PERO SE MANTIENE LA BRECHA DE GÉNERO
Desde comienzos del 2023, se ha registrado una tendencia positiva en cuanto a la variación de empleo adecuado en Ecuador, en especial para las mujeres. De hecho, para mayo 2023, el INEC registra un valor de 30,3% de mujeres que poseen empleo adecuado, siendo 7,7 puntos porcentuales más que en mayo 2021 y 5 puntos más que en 2022. No obstante, continúan 10 puntos porcentuales detrás de los hombres (Gráfico 2).
Gráfico 2
Empleo adecuado según género
En su último Reporte de Economía y Desarrollo titulado “Desigualdades Heredadas”, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) revela que en América Latina y el Caribe, el estatus socioeconómico de las familias de origen tiene un impacto significativo en la decisión de participar en el mercado laboral y en la probabilidad de estar desempleado.
Precisamente, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, en una publicación del Fondo Monetario Internacional (FMI), argumenta que la existencia de desigualdades puede relegar a las mujeres y dificultar su participación como individuos productivos que aportan de manera invaluable a la sociedad y a la economía. En particular, en Ecuador se observan brechas de género, educativas, socioeconómicas y regionales que condicionan el acceso y la permanencia en empleos adecuados.
Las brechas en el acceso a empleo pleno constituyen un tema relevante en el contexto laboral ecuatoriano. A pesar de los avances en términos de políticas de inclusión y protección laboral, persisten disparidades que afectan la equidad de oportunidades y la calidad de vida de diversos grupos de la población.
LAS MUJERES, RELEGADAS A EMPLEOS NO PLENOS Y NO REMUNERADOS
En Ecuador, aproximadamente un tercio de la población se encuentra en condición de otro empleo no pleno. Tanto para hombres como para mujeres, su porcentaje de participación ha aumentado de manera anual entre mayo 2021 y mayo 2023. En el caso de los hombres ha tenido un incremento de 4,8 puntos porcentuales, llegando a un valor de 29,7%. Mientras que las mujeres tienen un valor 31,8%, mayor en 3,3 puntos porcentuales en comparación a mayo 2021, no obstante, es ligeramente menor que en 2022 (Gráfico 3).
Por otro lado, en cuanto al empleo no remunerado, para mayo 2023 se registra 17,9% de mujeres dentro de esta condición, frente a solo el 5,8% de hombres. En contraste con mayo 2022, se ve un aumento en la participación de la mujer (17,4%) dentro de esta condición y una disminución en el caso masculino (7,7%). Sin embargo, la situación favorece a la mujer al comparar las cifras con mayo 2021, cuando 20,5% de las mujeres se encontraban trabajando en empleo no remunerado.
Gráfico 3
Otro empleo no pleno y EMPLEO NO REMUNERADO según género
Se evidencia una desproporción significativa en la carga de trabajo doméstico y de cuidado, que recae mayormente en las mujeres. Esta forma de trabajo invisible no solo limita su participación plena en la fuerza laboral, sino que también afecta su bienestar, autonomía y oportunidades de desarrollo.
LA BRECHA SALARIAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES PERSISTE
ONU Mujeres explica que en numerosas situaciones, las mujeres reducen su horario laboral para hacer frente a las responsabilidades no remuneradas de cuidado de sus familias, especialmente después de convertirse en madres. Por lo tanto, las mujeres obtienen menores ingresos en comparación con los hombres, ya que tienen una mayor proporción de empleo a tiempo parcial. Además, a pesar de trabajar las mismas horas, las mujeres reciben salarios inferiores a los hombres, debido su mayor participación en empleos inadecuados, donde la remuneración es menor.
Mediante un análisis superficial, con base en las últimas estadísticas del INEC, es posible establecer que para mayo 2023 y desde siempre, existe una brecha salarial en favor al género masculino. Dado que la mediana del ingreso laboral de los hombres (USD 398,4) supera al rubro percibido por las mujeres (USD 306,8) en USD 91,6; es decir, por cada dólar que gana un hombre, la mujer recibió 77 centavos en mayo 2023 (Gráfico 4). Cabe resaltar que se muestra una mejora desde finales del 2022, con una tendencia de crecimiento positivo en la mediana del ingreso laboral femenino a lo largo del 2023, comportamiento contrario al ingreso laboral masculino, situación que va acorde con el incremento de empleo adecuado que registran las mujeres en este año.
Gráfico 4
Mediana del ingreso laboral
Adicionalmente, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), uno de los principales problemas en el mercado laboral es la discriminación de género, un fenómeno ampliamente estudiado, que ocurre cuando dos trabajadores con la misma productividad reciben remuneraciones diferentes exclusivamente debido a su género.
Los economistas Diego Linthon y Lizethe Méndez realizaron un estudio llamado “Descomposición de la brecha salarial de género en el Ecuador”, para explicar la brecha salarial de género en el mercado laboral de los empleados de públicos y privados del país, dando como resultado que la diferencia salarial entre hombres y mujeres es de 35,6 puntos porcentuales a septiembre 2020. Los investigadores argumentaron que el nivel educativo y experiencia laboral de la mujer ayudan a disminuir esta brecha, mientras que factores no observados como la discriminación, contribuyen a aumentarla, incluso si la mujer tiene más años de escolarización.
El mismo hallazgo se tuvo en el estudio “Brecha en el ingreso laboral en Ecuador por discriminación, en pre y pospandemia” realizado por los economistas Marcelo Varela y Gustavo Salazar, con datos de 2018, 2019 y 2021, que encontró que para las mujeres es menos probable conseguir un empleo en el sector privado, y cuando lo logran, sus ingresos son inferiores debido a factores discriminatorios.
EMPODERAMIENTO FEMENINO, LA LLAVE PARA UN CRECIMIENTO SOSTENIBLE DE LA ECONOMÍA
Está ampliamente demostrado que la participación completa de las mujeres en la esfera pública, tanto en actividades económicas como políticas y legales, tiene beneficios significativos. De hecho, el BID explica que si no se hubiera producido la incorporación de 70 millones de mujeres al mercado laboral en las últimas dos décadas, sería difícil hablar del fenómeno del “milagro económico latinoamericano” en la actualidad.
Para empezar, menciona que se lograron tasas de crecimiento promedio cercanas al 5% entre 2002 y 2008, al mismo tiempo se permitió un crecimiento histórico de la clase media. De igual forma, un informe del Banco Mundial señala que las mujeres desempeñaron un papel fundamental en la reducción de la pobreza. Se explica que si el ingreso laboral de las mujeres no hubiera experimentado cambios durante ese periodo, y las demás variables se hubieran mantenido constantes, la tasa de pobreza extrema en América Latina y el Caribe habría sido un 30% más alta en 2010. En otras palabras, aproximadamente el 17,7% de la población de la región habría estado por debajo de la línea de pobreza extrema.
Lagarde también asegura, con base en estudios realizados en el FMI cuando fue directora gerente, que si se lograra igualar la participación laboral de las mujeres con la de los hombres, las economías serían más resilientes y experimentarían un mayor crecimiento económico. Además, en los países con mayor desigualdad de género, cerrar la brecha de género en el empleo podría aumentar en promedio el PIB en un 35%, de los cuales entre 7 y 8 puntos porcentuales se deben a incrementos en la productividad derivados de la diversidad de género. Incluso contar con una mujer adicional en altos cargos directivos de una empresa, sin cambiar el tamaño de dicho órgano, podría elevar el rendimiento de los activos entre 8 y 13 puntos.
Dichos argumentos son esenciales para Ecuador, puesto que las proyecciones de crecimiento económico no son optimistas para 2023. El Banco Central del Ecuador (BCE) proyecta un crecimiento en el PIB de 2,6%, estimación que un principio fue de 3,1%. En cambio, el FMI proyecta un crecimiento para el Ecuador del 2,8%, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en su último informe, proyecta apenas un 2% de crecimiento para el país (Gráfico 5).
Gráfico 5
Proyecciones de crecimiento del PIB para 2023
La situación podría empeorar a mediano plazo a razón de que el BCE para el período 2024-2026 pronostica tasas de variación anual positivas de 2,5%, 2,5% y 2,1%, respectivamente. En otras palabras, se espera una desaceleración de la economía; por ese motivo, impulsar la participación de la mujer en el mercado laboral formal, con empleos adecuados y salarios justos libres de discriminación es fundamental.
(*) Elaborado por Camila Marcayata, analista económica Revista Gestión.
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Last modified on 2023-06-28