A nivel nacional, las muertes maternas continúan siendo un preocupante problema de salud pública. La situación empeora al desagregar por provincias, siendo Pastaza la que reporta mayor tasa de muertes maternas. Las mujeres en Pastaza enfrentan barreras en la búsqueda de atención médica, agravada por sus niveles de pobreza, falta de planificación familiar, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud define las muertes maternas como la muerte de una mujer mientras está embarazada, el parto, o después de los 42 días, no por causas accidentales. Según sus cifras, aproximadamente 830 mujeres mueren por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto cada día. Además, el 99% de todas las muertes maternas ocurren en países en desarrollo.
Pueden ser muertes obstétricas directas, entendidas como aquellas que resultan de complicaciones obstétricas (durante el embarazo, el trabajo de parto y puerperio), de intervenciones, omisiones, tratamiento incorrecto o de la cadena de eventos que llevó a cualquiera de los arriba mencionados. Mientras que las muertes obstétricas indirectas son aquellas que derivan de enfermedades previamente existentes o que aparecieron durante el embarazo.
MUERTES MATERNAS EN ECUADOR
En Ecuador, en el año 2022 se notificaron 101 muertes maternas (MM) hasta los 42 días de puerperio, es decir, desde el final del parto hasta la aparición de la primera menstruación. Entre las causas más comunes se tiene la hipertensión arterial, las hemorragias obstétricas (hemorragias pre-parto y posparto), los embarazos que terminan en abortos, y las causas indirectas. A nivel histórico, el número de muertes maternas ha presentado una reducción significativa. Según el INEC, las MM han pasado de 309 en el año 1990 a 160 en 2020. Incluso respecto a 2021 se registra una disminución de 31 MM al año 2022 (Gráfico 1).
Gráfico 1
Evolución histórica de muertes maternas
Sin embargo, el análisis a nivel nacional sobre muertes maternas puede ser engañoso, pues oculta diferencias entre subgrupos en términos locales. Precisamente, con base en las estadísticas del INEC, se ha identificado una significativa diferencia de muertes maternas entre provincias en términos de la tasa de mortalidad a 2021 (Gráfico 2).
Gráfico 2
Muertes maternas por provincia al 2021
Las provincias que notifican la mayor tasa de muertes maternas son Pastaza (181,8), Orellana (120,2), Carchi (91,6), Napo (87,7) y Sucumbíos (80,9). La Organización Mundial de la Salud explica que el elevado número de muertes maternas en algunas zonas del mundo refleja las desigualdades en el acceso a servicios de salud de calidad y pone de relieve los niveles de pobreza. En el caso de Ecuador, las MM están significativamente asociadas con algunos indicadores socioeconómicos, incluidos los relacionados con desigualdades significativas en salud.
PASTAZA, LA PROVINCIA MÁS VULNERABLE
La atención adecuada antes, durante y después del parto es esencial para salvar la vida de las madres, pero desafortunadamente, esto a menudo se ve obstaculizado por factores económicos y sociales que generan condiciones de vulnerabilidad de los sectores en condiciones de mayor pobreza, como sucede en la región amazónica del Ecuador.
En particular, Pastaza es la provincia con mayor tasa de muertes maternas, es decir, por cada 100.000 nacidos vivos, ocurren 181,8 muertes maternas. Asimismo, a 2022, es la segunda provincia más pobre por ingresos (64,52%) en comparación con la provincia con menor pobreza por ingresos, Azuay (12,86%), que también posee una baja tasa de muertes maternas de 19,4 por cada 100.000 nacidos vivos en 2021.
De igual forma, la ONU explica que en las zonas más pobres, las mujeres tienen menos acceso a la planificación familiar (falta de acceso a métodos anticonceptivos modernos y efectivos), Precisamente, Pastaza es la tercera provincia con menor conocimiento de métodos sobre planificación familiar, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2018.
UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
Como se mencionó anteriormente, es fundamental que todas las mujeres tengan acceso a atención prenatal adecuada durante el embarazo, atención especializada durante el parto y atención y apoyo en las primeras semanas después del parto. No obstante, la mayor pobreza por ingresos está ligada a un menor acceso a servicios de salud, puesto que las mujeres no pueden pagar los servicios médicos necesarios, siendo una de las principales causas de muertes maternas alrededor del mundo.
Se percibe una considerable brecha en cuanto al número de establecimientos de salud del sector público alrededor del Ecuador. Guayas, Pichincha y Manabí posee más de 350, mientras que provincias como Napo, Orellana y Santa Elena tienen menos de 60 centros de salud públicos. Por su parte, Pastaza se encuentra en el puesto cinco, con apenas 65 establecimientos (Gráfico 3). Además, según datos de la Ensanut 2018, en Pastaza es donde menos se realiza controles prenatales del niño, con 8,61 en promedio, en contraste con Pichincha donde se informaron en promedio 14,26.
Gráfico 3
Establecimientos de salud del sector público por provincias a 2020
La situación se precariza aún más, puesto que el Ministerio de Salud Pública da cuenta de que la mayoría de muertes maternas, aproximadamente el 75% en 2022, ocurren en establecimientos de salud del sector público. La pérdida de vidas maternas se debe entonces a una significativa ineficiencia del sistema público de salud y, justamente, Pastaza encabeza en el menor número de nacimientos asistidos por personal calificado, dado que únicamente tres de cada 10 nacimientos han sido atendidos por personal de salud calificado (Gráfico 4).
Gráfico 4
Nacimientos atendidos por personal de salud calificado en 2020
En suma, la muerte de una mujer durante el embarazo, parto y posparto no solo es una tragedia para la familia y la sociedad ecuatoriana, sino que también refleja la inequidad y las desigualdades dentro del país. En ese sentido, es esencial abordar las causas fundamentales de la mortalidad materna y trabajar para mejorar el acceso a servicios de atención médica de calidad y trabajar en las desigualdades económicas que contribuyen a esta tragedia evitable.
El Estado tiene responsabilidad en materia de muertes maternas, pues debe precautelar el bienestar de los ciudadanos, mejorando las condiciones que existen en su entorno, es decir, asignar recursos que aseguren los derechos básicos como la salud. En definitiva, otra forma para disminuir el riesgo de MM es prevenir los embarazos imprevistos. Todas las mujeres, incluidas las adolescentes, necesitan tener acceso a anticonceptivos, así como la opción de someterse a abortos en condiciones de seguridad y dentro de los límites de lo previsto por la ley.
(*) Analista económica de Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2023-04-02