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Autor: Revista Gestión *

Desde 2007, el Banco Central del Ecuador dispuso tasas de interés activas máximas para regular el interés cobrado por parte de entidades financieras a la hora de otorgar créditos. Las tasas de interés se han reducido significativamente; sin embargo, podrían estar afectando negativamente a subsegmentos como el microcrédito minorista, que entre marzo 2022 y marzo 2033 solo represento el 5% del número de operaciones de microcrédito por parte de los bancos privados. 

LAS TASAS DE INTERÉS ACTIVAS EN ECUADOR 

Las operaciones de crédito son de suma importancia en una economía pues brindan alivio tanto a hogares como empresas para mantener o reactivar sus negocios, particularmente en el área de microcrédito. Ante esto, el imaginario común espera que el mercado crediticio ofrezca un mayor número de préstamos a tasas de interés más bajas, sobre todo en épocas de recesión, como fue la crisis sanitaria.

La tasa de interés es definida como el costo del dinero en el tiempo y lleva el nombre de tasa de interés activa referencial para las operaciones de crédito concedidas por las instituciones del sistema financiero. En un mercado de competencia perfecta, la estructura del mercado crediticio es un factor determinante en la fijación de la tasa de interés, la cual se determina por la oferta (instituciones financieras) y la demanda (personas y empresas) de crédito. Sin embargo, en la práctica, los fallos en la estructura del mercado de crédito y los efectos externos de la economía son comunes y generan tasas de interés no óptimas, por lo que los encargados de la política monetaria imponen límites máximos a las tasas para corregir dichos errores. 

En Ecuador, desde el año 2007, el Banco Central (BCE) comenzó a establecer límites máximos a las tasas de interés que las entidades financieras pueden cobrar por sus préstamos, y también se creó una categorización de los créditos según su destino y el ingreso de los consumidores. Las tasas de interés para cada subsegmento de crédito han sido ajustadas en varios momentos desde su establecimiento inicial, causando un declive general desde 2008. 

LAS TASAS DE INTERÉS SON CONDICIONADAS POR TECHOS MÁXIMOS

Para calcular la tasa activa referencial, se deben considerar diversos componentes, entre los que se encuentran la prima de riesgo, los costos generales, los costos de fondeo, impuestos y la ganancia. 

Según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), los costos de fondeo son aquellos que la institución financiera debe cubrir para tener los recursos para otorgarles crédito a sus clientes. En cambio, los costos generales abarcan la suma de salarios, alquiler y servicios, comunicación, divulgación, etc. Por su parte, la prima de riesgo es calculada por las instituciones financieras en función de la probabilidad de que un prestatario reembolse el préstamo y la pérdida en caso de incumplimiento, siendo alta en la región latinoamericana. Por su parte, la ganancia hace referencia a los rendimientos productivos que se percibe por el préstamo realizado y la intermediación financiera.

Estos factores impactan de manera distinta en función de cada segmento crediticio, especialmente en el caso del microcrédito, en el que los costos generales y de riesgo suelen ser más elevados en comparación con otros tipos de créditos, explica la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD). 

Así pues, con base en las estadísticas del BCE para mayo 2023, se tiene una mayor tasa de interés activa referencial en los distintos tipos de microcrédito, mismas que podrían aumentar debido a que aún no alcanzan el techo máximo. En especial la de microcrédito minorista que tiene un espacio de crecimiento de 7,81 puntos porcentuales, diferencia entre 20,4% (referencial) y 28,2% (techo) (Gráfico 1). Al contrario, para el segmento de vivienda, tanto de interés público como social, la tasa activa es sumamente baja, con un valor de 4,98%, y está prácticamente en su límite máximo (4,99%).

Gráfico 1

Tasa de interés activa referencial y máxima por segmento de crédito 

LAS TASAS DE INTERÉS ACTIVAS PARA MICROCRÉDITO HAN REBAJADO DESDE 2008

El microcrédito es un segmento basado en el financiamiento a actividades de producción y/o comercialización en pequeña escala. Sobre esto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha demostrado en un estudio que los microcréditos se asocian a incrementos en bienestar, derivados del mayor empleo demandado y los aumentos en formalidad de las microempresas. Debido a las regulaciones del BCE, las diferentes divisiones del microcrédito han presentado un significativo decrecimiento en términos de tasas de interés activas, entre ellas: 

  • Microcrédito de acumulación ampliada: otorgados a solicitantes con ingresos anuales entre USD 20.000 y USD 100.000.
  • Microcrédito de acumulación simple: otorgados a solicitantes con ingresos anuales entre USD 5.000 y USD 20.000.
  • Microcrédito minorista: otorgados a solicitantes con ingresos anuales menores o iguales a USD 5.000.

El microcrédito minorista ha tenido las tasas de interés más altas desde 2008, comparado con el microcrédito de acumulación simple y el microcrédito de acumulación aplicada, pasando de 36,58% en abril 2008 a 20,42% en abril 2023. Por otro lado, el microcrédito de acumulación simple ha mostrado una reducción en la tasa de interés del 36%, llegando a ser 20,4% en abril 2023. Finalmente, el microcrédito de acumulación ampliada muestra una caída menor del 12%, llegando a un valor de 19,85% (Gráfica 2). 

Gráfica 2

Evolución de la tasa de interés activa referencial

LOS MICROCREDITOS MINORISTAS SON VULNERABLES EN EL SECTOR PRIVADO

Según un estudio de RFD, si se examina el cambio en la tasa efectiva anual de microcréditos en las entidades financieras más importantes del país, como bancos privados y cooperativas de ahorro y crédito (Coac), se puede notar una diferencia entre ambas. A partir del 2008, los bancos privados presentaron tasas de interés promedio más elevadas que las Coac, lo que llevó a que tuvieran que reducir sus tasas activas de manera más significativa en los últimos años. Bajo ese panorama, ¿la caída en las tasas de interés es algo bueno? En realidad, esta intervención podría haber tenido efectos negativos, generando más distorsiones que las que intenta solucionar. 

En general, el RFD observa una disminución en las operaciones de microcrédito y una tendencia de las entidades financieras a realizar menos operaciones de montos bajos (menores a USD 1.000) y más operaciones de montos altos (mayores a USD 1.000), a causa de los cambios en la forma de segmentar los créditos y a la reducción permanente de las tasas de interés activas, así como a los costos y la especialidad que implica atender a los clientes de bajos recursos. 

En efecto, entre marzo del 2022 y marzo del 2023, al número total de operaciones de microcrédito fue de 823.216, con un valor sumamente bajo para el subsegmento de microcrédito minorista puesto que representa solamente el 5% del total, con 41.120 operaciones. Al contrario, el microcrédito de acumulación simple representa el 39,74% y el microcrédito de acumulación ampliada el 55,27% restante, con un número total de operaciones de 454.966 (Gráfico 3). 

Gráfico 3

Número de operaciones de microcrédito otorgadas 

La baja participación del microcrédito minorista se explica por la reducción en los montos permitidos a prestar según las resoluciones del BCE, así como por el hecho de que el microcrédito tenga tasas de interés más altas, dado el perfil de riesgo. En otras palabras, este subsegmento no es atractivo para el sector financiero, lo que afecta a aquellos con menores ingresos y que probablemente necesitan más un crédito. 

En su investigación, RFD concluye que los montos promedio del subsegmento minorista en los últimos años han seguido una tendencia creciente, pasando de USD 328 en 2008 a USD 2.005 en 2021. Esto implica que se entregan menos créditos minoristas a la población, y los que se entregan, son cada vez de mayor monto.

Asobanca expresa que, en definitiva, a nivel económico y social se producen varios efectos negativos al poner techos a las tasas de interés:

  1. Menor competencia, innovación y competitividad: no se tendría incentivos para invertir en innovación y calidad de servicios, dado que las  precio del dinero (tasas de interés) están impuestas (límite). 
  2. Afectación en la solvencia: las tasas no necesariamente reflejan el riesgo total de la colocación de créditos, por lo que se necesitaría mayores provisiones que podrían llegar a afectar el patrimonio.
  3. Reducción de operaciones crediticias: se limita la colocación de crédito a los solicitantes de algunos segmentos, sobre todo para aquellos que representan mayor riesgo (mayor costo).
  4. Exclusión financiera: causada por menor posibilidad de colocación en segmentos que implican mayores costos por una mayor prima de riesgo.
  5. Aumento en la informalidad: como la población de mayor riesgo quedaría fuera del acceso a crédito, estos se verán obligados a buscar fuentes de financiamiento informales como el chulco.
(*) Elaborado por Camila Marcayata, analista económica Revista Gestión.

 

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Last modified on 2023-05-10

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