El camarón ecuatoriano es el principal producto de exportación no petrolero de Ecuador, por lo que desempeña un papel fundamental en sus acuerdos comerciales. Sin embargo, se registran grandes pérdidas anuales como consecuencia del contexto de inseguridad nacional, representando una subida en los costos en los que debe incurrir la industria camaronera.
El panorama político en Ecuador ha generado un ambiente de incertidumbre, en especial respecto al Tratado de Libre Comercio con el gigante asiático. Julio José Prado, ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, señaló a diario El Universo que el acuerdo entraría en vigencia en los primeros meses de 2024. Dicho acuerdo comercial traería grandes beneficios económicos al país, puesto que se podrá satisfacer en mayor medida la demanda de productos estrella como el camarón.
No obstante, para 2023, expertos aseguran que el panorama no es favorable para los sectores exportadores debido a la pérdida de competitividad y la desaceleración de los mercados internacionales. En el caso del sector camaronero, este enfrenta varios retos. Para empezar, en comparación con el año 2021, la producción de camarón ecuatoriano ha experimentado un aumento del 24% en los costos, debido a varios factores, entre ellos, la inseguridad, explica la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA).
En 2019, la CNA ya había advertido de las consecuencias de la delincuencia organizada en el sector camaronero, registrando costos anuales de USD 60 millones en medidas de seguridad y 158 delitos compuestos por motores robados, embarcaciones asaltadas, camaroneras asaltadas y robos de equipo y armamento.
A 2023, el presidente ejecutivo de la CNA, José Antonio Camposano, explica que en el primer trimestre del 2023, el sector ha experimentado varios choques, como incursiones en camaroneras, asaltos a vehículos y embarcaciones con el objetivo de robar camarón, insumos o simplemente despojar a los trabajadores de sus pertenencias.
De hecho, en comparación con el mismo trimestre del año pasado, el número de delitos ha tenido un considerable crecimiento (Gráfico 1) en rutas terrestres como el kilómetro 26 de la carretera Naranjal-Taura, y las vías Durán-Tambo y Playas. Además de vías fluviales, como el Golfo de Guayaquil (Puerto Roma y Punta Piedra) y el Archipiélago de Jambelí.
Gráfico 1
Variación de robos entre el T1-2022 y T1-2023
Las pérdidas mencionadas, conllevan un gasto adicional para las empresas del sector, ya que deben aumentar la seguridad armada, lo que resulta en un aumento en los costos de toda la cadena de valor del camarón. Es decir, la seguridad ha pasado a ser un elemento importante que afecta duramente la competitividad, dado que la delincuencia y violencia provocan una reducción en las ganancias del sector y dificultan sus procesos de inversión. Por tales razones, es fundamental la acción gubernamental para salvaguardar el sector camaronero, un pilar en la economía ecuatoriana.
(*) Elaborado por Camila Marcayata, analista económica Revista Gestión.
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Last modified on 2023-06-14