Según el informe del Banco Central del Ecuador (BCE), las remesas recibidas, que corresponden a las transferencias de los migrantes hacia sus familiares, fueron los flujos de mayor representación con USD 4.743,5 millones en 2022. Las remesas se han convertido en uno de los pilares del crecimiento económico en Ecuador y, para 2023, se espera USD 110,9 millones más que en 2022.
LAS REMESAS NO PARAN DE CRECER
Para 2022, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reportó que las personas migrantes enviaron a los países de América Latina y el Caribe USD 142.325 millones, siendo el crecimiento más alto de los últimos 20 años de remesas. De hecho, la dolarización en Ecuador ha provocado que su economía tenga como una de sus fuentes principales de ingreso de divisas a las remesas. Ante la crisis sanitaria, las remesas se incrementaron cuando la economía del país se contrajo. Por ese motivo, en 2021 hubo un crecimiento de ese rubro de 30,7%.
Al cierre del 2022, las remesas familiares que los trabajadores migratorios enviaron a Ecuador alcanzaron el récord histórico de USD 4.743,5 millones. Se ubicaron 8,7% por encima del valor de remesas en 2021 que fue de USD 4.362,4 millones, y se mantienen resilientes a pesar de las condiciones económicas globales desfavorables (Gráfico 1).
Gráfico 1
Remesas recibidas y variación porcentual anual
Las capitales de provincia de la Sierra Centro Norte concentraron alrededor del 88,38% (USD 1.305,34 millones) del flujo regional. La ciudad de Quito representó el 65,34% de este valor regional y el remanente fue recibido por otras ciudades. La consolidación de recursos se atribuye a la residencia de miles de familiares de emigrantes en estas localidades, explica el Banco Central del Ecuador. Además, en 2022, las provincias de Guayas, Azuay, Pichincha y Cañar concentraron el 77,22% (USD 3.663,16 millones) del flujo total de remesas.
Gráfico 2
Principales provincias de destino de las remesas
LAS CONDICIONES ECONÓMICAS DE OTROS PAÍSES FAVORECEN
El BID determinó que las remesas recibidas por los países de América Latina y el Caribe durante el 2022 mostraron un crecimiento del 11,6% respecto a los valores observados en 2021. El crecimiento de las remesas se relaciona fuertemente con la recuperación de la actividad económica, que permitió incrementar el número de trabajadores migrantes, así como los ingresos que estos perciben en los países donde viven, en especial Estados Unidos, de donde provino 80,9% de las remesas que recibió la región latinoamericana durante el 2022.
Por su parte, el Banco Mundial explica que muchos de los migrantes residentes en países como Francia, Reino Unido y Estados Unidos proceden de países de África Septentrional y América Latina, como Marruecos, Colombia y Ecuador. Precisamente, los principales países de origen de las remesas hacia el Ecuador fueron: Estados Unidos, con 69,7%; España, con 16,5%, e Italia, con 3,6% (Gráfico 3).
En cambio, las remesas enviadas presentaron un crecimiento menor en 2022 de 6%, y su valor se mantuvo ligeramente superior al promedio de los últimos cuatro años que fue de USD 593,2 millones. Los principales países de destino de estos flujos son: Colombia, con 52,9%; México con 13,2%, y Perú, con 10,2%.
Gráfico 3
Países de origen de las remesas
En comparación con 2021, se tiene variaciones positivas con respecto al top 3 de países de origen mencionados, como fue en el caso de Estados Unidos, percibiendo una cifra superior en 19,49% a la registrada en 2021 (USD 2.768,09 millones). La evolución de las remesas depende en gran medida de las condiciones económicas en estos países. Por ejemplo, la economía de Estados Unidos creció en 2,1% en 2022 con relación al año anterior, mientras que el PIB de España creció en 5,5% y la economía italiana en 3,7%.
Aun así, no se puede dejar de lado el constante flujo de migrantes que salen del país en busca de mejores oportunidades laborales y una mejor vida para sus familiares. Un estudio de la fundación Cideal explica que entre el año 1995 y el año 2000, en el Ecuador tuvo lugar uno de los empobrecimientos más acelerados en la historia de América Latina: el número de pobres creció de 3,9 a 9,1 millones. En términos porcentuales, de 34% al 71%; la pobreza extrema dobló su número de 2,1 a 4,5 millones.
A partir de esto, se inició un proceso sostenido de emigración, cuya magnitud y velocidad no tienen precedentes. En efecto, según varias estimaciones, desde el 2000 al 2005, mucho más de un millón de ecuatorianos habían salido del país. Según un informe del Banco Mundial, Ecuador fue el noveno país en América Latina y el Caribe en tener mayor número de migrantes en 2020.
IMPORTANCIA DE LAS REMESAS EN EL ECONOMÍA
En realidad, no solo las remesas se han incrementado en dólares, sino que desde 2016, el porcentaje de participación de las remesas en el PIB de Ecuador ha aumentado de manera gradual, pasando de 2,60% a 4,12% en 2022 (Gráfico 4).
Gráfico 4
Porcentaje de participación de las remesas en el PIB
En 2022, la economía ecuatoriana presentó un crecimiento de 2,9% que no fue suficiente para superar los niveles pre pandemia. Cabe destacar que el crecimiento del año pasado se explica principalmente por el incremento en el gasto de los hogares, que aumentó en 4,6% con respecto a 2021. Según el BCE, la recuperación de este componente responde a varios factores como: una mayor dinámica del crédito de consumo (el número de operaciones concedidas por el sistema financiero nacional en este año creció en 10,2%); un aumento de compras de bienes de consumo en 11,6% y el dinamismo de las remesas recibidas, que crecieron 8,7%, según el BCE.
En definitiva, aunque las remesas no tienen impacto en el ahorro y el consecuente financiamiento de la inversión, aquello no significa que su contribución sea insignificante en la dinamización de la actividad económica vía el consumo, como se explica en un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
PREVISIONES PARA ECUADOR EN 2023
El Banco Mundial muestra que el crecimiento futuro de las remesas depende de la salud económica de los países de renta alta, como se mencionó anteriormente. Predice que la tasa de crecimiento se ralentizará hasta el 2% en 2023, y afirma que existen riesgos sustanciales para este flujo vital de dinero desde el mundo rico hacia las naciones menos favorecidas. En particular, el Banco destaca los riesgos derivados de una nueva escalada de la guerra en Ucrania, la volatilidad de los precios del petróleo y de los tipos de cambio, y la posibilidad de una recesión más profunda de lo previsto en el mundo desarrollado.
En Ecuador, para el año 2023, se prevé un crecimiento de la economía ecuatoriana en 2,6%; un crecimiento inferior en 0,5 puntos porcentuales a la última previsión realizada para este año en septiembre de 2022 (3,1%) por parte del Banco Central del Ecuador. No obstante, se alcanzaría un PIB real de USD 73.003 millones, superior a los valores registrados en el año 2019. La variación positiva estaría impulsada por la Formación Bruta de Capital Fijo (3,4%), el Gasto de Consumo Final de los Hogares (3,2%) y las Exportaciones de bienes y servicios (2,5%).
El incremento del Gasto de Consumo Final de los Hogares, se sustentaría en un aumento en la cartera del crédito del segmento de consumo (aunque menos dinámico que el 2022), un menor nivel de inflación y un mayor flujo de remesas desde el exterior, puesto que se prevé una variación anual en USD 110,9 millones.
(*) Elaborado por Camila Marcayata, analista económica Revista Gestión.
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Last modified on 2023-04-18