Aunque la pandemia afecta a las actividades económicas de las familias y las empresas, el problema aún no es tan notorio en las cuentas fiscales, sobre todo en las relacionadas con la tributación. Los datos del Servicio de Rentas Internas (SRI) indican que lo recaudado en el primer cuatrimestre tan solo se encuentra un 1% por debajo de lo esperado, aunque sí es un 10% menos que lo obtenido en los primeros cuatro meses de 2019. La estructura tributaria sigue siendo la misma, los impuestos provienen mayormente de la renta y del valor agregado, en las provincias de Pichincha y Guayas.
Expertos en economía mencionan que una gran recesión se avecina por la propagación del COVID-19 en todo el mundo y Ecuador no es la excepción. El problema puede ser visto desde varias aristas, como lo son los sectores fiscal, monetario, real y externo. Una de las grandes preocupaciones del Estado es qué sucederá con los impuestos en lo que va y lo que resta del año. Como bien se conoce en teoría económica, los tributos mantienen una relación directa con el desenvolvimiento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que una merma de la producción también significará un achicamiento de la principal fuente de financiamiento del Estado: los impuestos.
De acuerdo con la Proforma del Presupuesto General del Estado (PGE), los ingresos para el 2020 significan alrededor de $ 35.000 millones; de estos, $ 14.323 provendrían de la recaudación tributaria, con un peso relativo del 40%. Esto quiere decir que poco menos de la mitad de los ingresos del fisco se obtiene de las empresas y familias ecuatorianas.
LOS IMPUESTOS RECAUDADOS EN EL PRIMER CUATRIMESTRE CASI CUMPLEN CON LA META
Mensualmente, SRI publica las cifras relacionadas con las metas recaudatorias, así como el desglose de cada impuesto y su importancia dentro de la estructura tributaria nacional. En los primeros cuatro meses del 2020, la autoridad rectora estableció una meta de recaudación bruta de $ 4.977 millones, mientras que lo recaudado fue de $ 4.829 millones, mostrando una brecha de $ 147 millones (Gráfico 1).
Gráfico 1
Recaudación bruta 2020
Si es que comparamos en términos de recaudación neta con el mismo periodo de 2019, el cobro de los impuestos ha disminuido en $ 534 millones, pues en aquel entonces se recaudaron $ 5.493 millones, mientras que en el 2020 el valor se redujo a $ 4.524 millones (Gráfico 2). Esta reducción se debe principalmente al achicamiento de los ingresos en febrero y abril, siendo meses de poca actividad económica y afectados por el COVID-19.
Gráfico 2
Recaudación neta 2019-2020 (primer cuatrimestre)
Debido a la pandemia que afecta ya a más de 32.000 ecuatorianos, el Ejecutivo, conjuntamente con el SRI, se encuentra realizando planes de pago para la familias y empresas. Esto no significa amnistía tributaria, sino un método por el cual los contribuyentes pueden diferir los pagos al fisco de abril, mayo y junio. Con miras a que a mitad de año todos los cantones puedan pasar de semáforo rojo al amarillo, y reactivar ciertas actividades mercantiles y productivas; conjuntamente con el pago de sus impuestos.
EL IMPUESTO A LA RENTA Y AL VALOR AGREGADO SOSTIENEN LOS COBROS
La clasificación tributaria se compone de 15 impuestos y contribuciones internas y dos externas –IVA e ICE a las importaciones-. En la estructura interna se recaudaron $ 4.305 millones en lo que va del 2020, cuando la meta fue de $ 4.341 millones; cabe recalcar que para 2019 el SRI cobró alrededor de $ 4.813 millones. Lo que dicen las cifras es que las recaudaciones han caído significativamente, en comparación con el año anterior en 10,5%, y con relación a la meta en 0,8%.
Como sucede en todos los períodos, el Impuesto a la Renta (IR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) son las herramientas recaudatorias más exitosas, pues entre ambas componen 78,6% del total de las recaudaciones para estos primeros cuatro meses del año, con $ 3.385 millones (Gráfico 3). Si es que comparamos estos principales impuestos con 2019 se evidencia que se han recaudado $ 554 millones menos, pero tan solo $ 21,9 millones menos que las metas planteadas para el 2020.
Gráfico 3
Recaudación neta 2019-2020 (primer cuatrimestre)
Ahora bien, a pesar de que el SRI realizó un trabajo acertado en cuanto a reducir las metas recaudatorias respecto al 2019, porque ya se preveía un panorama de decrecimiento y dificultades para realizar actividades económicas, no se tomaron en cuenta los efectos del COVID-19. Durante este primer cuatrimestre, se observa que lo efectivamente recaudado es ligeramente menor a las metas establecidas; sin embargo, la tendencia podría cambiar en lo que queda del año.
Evidentemente, el desenvolvimiento de las empresas y familias afectará a dicha estructura tributaria, sobre todo al IVA y al IR ¿Por qué? Muchos negocios van a percibir una disminución importante en sus ventas, por lo tanto, también en sus utilidades, la renta será menor a la del año pasado y a las proyecciones del SRI. Por el lado del IVA, las familias no están consumiendo como antes, sea por la crisis económica o porque consumen menos.
PICHINCHA Y GUAYAS, EL FOCO DE LOS CONTRIBUYENTES
Pichincha y Guayas son las provincias que mayor cantidad de dinero han generado para las arcas fiscales en lo que va del año, con $ 2.474 y $ 1.638 millones, respectivamente, lo que representa 85,17% del total (Gráfico 4) Esto se debe principalmente a que ambas provincias son los focos económicos del Ecuador, pues son las más pobladas y en ellas residen los grupos empresariales más importantes, además de las familias más acaudaladas.
Gráfico 4
Recaudación neta por provincia 2020 (primer cuatrimestre)
En medio de esta realidad, el Gobierno ha anunciado que pedirá un pago adelantado de impuestos a quienes ganen más de $ 5.000 mensuales y a las empresas que hayan obtenido ganancias por más de $ 5 millones, aunque aún no se define exactamente el mecanismo ni el periodo que será considerado. Esta decisión del Ejecutivo se dio luego de que las contribuciones solidarias planteadas en un inicio en la Ley Humanitaria no prosperaran.
Desde ya nueva la propuesta ha encontrado voces opuestas, especialmente de los empresarios, que poco o nada han cedido ante esta nueva realidad. Pero el problema va más allá, y es que esta falta de objetivos comunes entre las empresas, el Gobierno y la Asamblea hará que el crecimiento y desarrollo económico pospandemia sea casi imposible.
(*) Economista.
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Last modified on 2020-05-28