El comercio ilícito representa uno de los mayores desafíos para la economía y la sociedad ecuatoriana. Este fenómeno, que abarca desde el contrabando de bienes de consumo hasta el tráfico de drogas y armas, tiene efectos multidimensionales que impactan no solo los ingresos fiscales del gobierno, sino también la seguridad pública, la salud, el empleo formal y la innovación empresarial.
En entrevista con GESTIÓN, Sebastián Londoño, subdirector técnico de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), afirmó que “el comercio ilícito es un problema que trasciende fronteras y sectores económicos, requiriendo una respuesta coordinada entre gobiernos, sector privado y sociedad civil”.
UNA AMENAZA CRECIENTE PARA LA ECONOMÍA MUNDIAL
A nivel mundial, según datos de Corsearch, un proveedor de la industria de soluciones de protección de marcas y marcas registradas, en 2005 el valor de este comercio ilícito se estimaba en USD 200 mil millones. Para 2013, esta cifra más que se duplicó, alcanzando los USD 461 mil millones, lo que representa un aumento del 130,5% en ocho años. Este crecimiento significativo podría atribuirse a la expansión del comercio electrónico y la globalización (Gráfico 1).
Gráfico 1
Evolución del comercio mundial ilícito
El valor continuó aumentando, aunque a un ritmo más lento, llegando a USD 509 mil millones en 2016, un incremento del 10,4% respecto a 2013. Sin embargo, en 2019 se observa una ligera disminución a USD 464 mil millones, lo que podría reflejar los esfuerzos internacionales para combatir este comercio ilegal o cambios en las metodologías de medición.
Lo más alarmante es el salto dramático observado en 2022, donde el valor estimado alcanza los USD 1.100 mil millones. Esto representa un aumento del 137% respecto a 2019 y un incremento del 450% desde 2005. Este crecimiento exponencial podría estar relacionado con las disrupciones en las cadenas de suministro globales debido a la pandemia de COVID-19.
Según proyecciones de Corsearch, se espera que el comercio ilícito global continúe su trayectoria ascendente en los próximos años. Para 2030, se estima que este mercado ilegal podría representar el 5% del comercio mundial, alcanzando un valor aproximado de USD 1.790 mil millones.
CONTEXTUALIZACIÓN DEL COMERCIO ILÍCITO EN ECUADOR
La magnitud del impacto económico del comercio ilícito en Ecuador es alarmante. Londoño apunta que “el Estado perdió en 2023 cerca de USD 500 millones en recaudación sólo por temas de piratería”. Esta cifra estremecedora subraya la gravedad del problema.
El comercio ilícito en Ecuador se ha convertido en un problema persistente que afecta diversos sectores de la economía nacional. Según Livia Rentería y Jeniffer Caiminagua, en su trabajo titulado “El comercio ilegal y sus repercusiones socioeconómicas en los comerciantes formales del cantón Huaquillas, año 2022”, estas actividades incluyen el contrabando de bienes de consumo como cigarrillos, bebidas alcohólicas y textiles; la falsificación de productos como medicamentos, repuestos automotrices y artículos de lujo; el tráfico de drogas y precursores químicos; el tráfico de armas y personas; el comercio ilegal de flora y fauna silvestre; la minería ilegal, y la piratería de propiedad intelectual.
En ese sentido, los datos de incautaciones proporcionados por el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE) para enero de 2020 ofrecen una perspectiva reveladora sobre la composición del comercio ilícito en el país. La distribución de los productos decomisados muestra una marcada concentración en el sector de electrónica y sus partes (51%), que representa más de la mitad de todas las incautaciones (Gráfico 2).
Gráfico 2
Incautaciones por productos enero 2020
El segundo sector más afectado es el de textiles (17%), seguido por una distribución equitativa entre frutas y comestibles(7%), y calzado (7%). Esta diversificación en los productos incautados refleja la amplitud del comercio ilícito, que abarca desde bienes de consumo básicos hasta artículos de moda. La categoría “otros”, que representa casi un quinto de las incautaciones (18%), indica la existencia de una variedad aún mayor de productos implicados en el comercio ilegal, subrayando la complejidad y adaptabilidad de las redes de contrabando.
En el evento Fronteras Seguras Comercio Legal Ecuador – Colombia 2024, que tuvo lugar el pasado 9 de septiembre, Luis Jaramillo señaló que “se está trabajando en un plan enfocado en tres ejes de control: puertos, aeropuertos y fronteras”. Esta estrategia multifacética refleja la complejidad del desafío y la necesidad de un enfoque integral para abordar el comercio ilícito en sus diversas manifestaciones.
Asimismo, María Paz Jervis, presidenta ejecutiva de la CIP y del Comité Empresarial Ecuatoriano, destacó en el mismo evento que “el comercio ilícito afecta a siete de cada 10 empresarios que existen en el Ecuador, impactando negativamente su competitividad”. Esta declaración pone de manifiesto la magnitud del problema y su alcance en el tejido empresarial ecuatoriano.
El impacto del comercio ilícito no se limita a las pérdidas económicas directas. También tiene consecuencias significativas en términos de seguridad pública, salud y bienestar social. La venta de productos falsificados o de contrabando puede poner en riesgo la salud de los consumidores, mientras que las redes de comercio ilegal a menudo están vinculadas a otras formas de criminalidad organizada.
FACTORES QUE IMPULSAN EL COMERCIO ILÍCITO
Múltiples factores convergen para crear un entorno propicio para el florecimiento del comercio ilícito. Las asimetrías tributarias y regulatorias entre países vecinos crean incentivos para el contrabando. Por ejemplo, los altos impuestos al tabaco en Ecuador han impulsado el ingreso de cigarrillos de contrabando desde Perú y Colombia. La debilidad institucional, manifestada en la falta de capacidad de los organismos de control y la corrupción, facilita la operación de redes de comercio ilegal, especialmente en zonas fronterizas y puertos marítimos.
El desempleo y la pobreza empujan a sectores vulnerables de la población a involucrarse en actividades ilegales como medio de subsistencia. En contextos de crisis económica, la demanda de productos más baratos lleva a los consumidores a buscar alternativas de menor costo, incluso si provienen de fuentes ilegales. Como explica Londoño, “como consumidores, muchas veces se trata de economizar y se termina comprando productos que son mucho más baratos sin importar el origen de estos, lo cual puede estar financiando a todas estas bandas criminales”.
Asimismo, Londoño enfatiza en que “el comercio ilícito no es un problema aislado, sino el síntoma de desafíos estructurales más profundos que requieren ser abordados de manera integral”. Esta visión subraya la necesidad de políticas que vayan más allá del mero control y represión, para abordar las causas de raíz del fenómeno.
IMPACTOS ECONÓMICOS Y SOCIALES DEL COMERCIO ILÍCITO
Las consecuencias del comercio ilícito se extienden mucho más allá de las pérdidas fiscales directas, afectando múltiples dimensiones del desarrollo económico y social. Las empresas formales se ven obligadas a competir en condiciones desiguales con operadores ilegales que no pagan impuestos ni cumplen regulaciones, lo que contribuye a la pérdida de empleos de calidad y el crecimiento de la informalidad laboral. Pues según la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), para julio 2024 la población con empleo en el sector informal fue de 54,4%.
La falsificación de medicamentos y alimentos representa una grave amenaza para la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta el 10% de los medicamentos en circulación en países en desarrollo son falsificados. Las ganancias del comercio ilícito alimentan otras actividades criminales como el narcotráfico y el terrorismo. Actividades como la minería ilegal y el tráfico de especies protegidas tienen un severo impacto en ecosistemas vulnerables. Además, la normalización de actividades ilegales socava la institucionalidad y el respeto a las leyes.
Londoño subraya que “los costos del comercio ilícito van mucho más allá de las cifras económicas, afectando el tejido social y la gobernabilidad democrática de nuestros países”. Esta perspectiva resalta la necesidad de considerar las múltiples dimensiones del problema al diseñar estrategias de intervención.
DESAFÍOS: ES PRECISO UN ACTUAR COORDINADO
A pesar de los avances logrados, el combate al comercio ilícito enfrenta importantes desafíos que requieren atención continua. Los grupos involucrados en el comercio ilícito demuestran gran capacidad para adaptarse a nuevos controles, requiriendo una constante actualización de estrategias. La corrupción persistente y la infiltración de redes criminales en instituciones públicas siguen siendo obstáculos mayores para la efectividad de las medidas de control. Londoño advierte que “la lucha contra el comercio ilícito es una carrera constante contra la innovación criminal. Debemos mantenernos un paso adelante mediante la adopción de nuevas tecnologías y enfoques".
El comercio ilícito representa un desafío complejo y multifacético que requiere un abordaje integral y sostenido. Como señala Londoño, uno de los principales desafíos son los cambios coyunturales y políticos, lo cual imposibilita dar grandes avances y este es un llamado también a generar mucha institucionalidad, pues en sus propias palabras “es necesario contar con apoyo coordinado entre el sector privado, público y academia para poder enfrentar el problema y tratarlo de raíz”. Londoño explica que el comercio ético debe venir desde las aulas. Esta visión subraya la necesidad de un esfuerzo colectivo y sostenido para construir economías más resilientes y sociedades más seguras y prósperas.
COMBATE AL COMERCIO ILÍCITO
Luis Jaramillo, director general del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE), aseguró que desde el Estado se están haciendo enormes esfuerzos para combatir el comercio ilícito. En cuanto al control fronterizo, se observa una fluctuación interesante en los últimos tres años. Para el período de enero a agosto de 2022, el valor de las incautaciones alcanzó los USD 52,64 millones. Sin embargo, en el mismo período de 2023, se registró una disminución, llegando a USD 47,95 millones. No obstante, para el período de enero a agosto de 2024, se evidencia una recuperación significativa, con incautaciones por valor de USD 53,99 millones, superando incluso las cifras de 2022 (Gráfico 3).
Gráfico 3
Evolución del control fronterizo
Por otra parte, la recaudación en Tulcán, un punto crucial en la frontera norte, muestra una tendencia general al alza, aunque con algunas fluctuaciones. En el período de enero a agosto de 2021, la recaudación fue de USD 76,38 millones. Para el mismo período en 2022, se observó un aumento significativo a USD 111,36 millones, lo que representa un incremento del 45,8%. Sin embargo, en 2023 hubo una caída a USD 87,6 millones. La recuperación en 2024 es notable, con una recaudación de USD 118,39 millones, marcando el punto más alto en el período analizado y sugiriendo una mejora sustancial en la capacidad recaudatoria, no obstante, Jaramillo señala que hay mucho por hacer, ya que la cantidad de productos es mucha (Gráfico 4).
Gráfico 4
Evolución de recaudación en Tulcán
Por último, las cifras de recaudación en Guayaquil-Marítimo (GYEM) muestran de igual manera una tendencia general al alza, aunque con algunas fluctuaciones. En el período de enero a agosto de 2021, la recaudación fue de USD 1.380 millones. Para el mismo período en 2022, se observó un aumento significativo a USD 1.592 millones, lo que representa un incremento del 15,4%. En 2023 hubo una ligera disminución a USD 1.538 millones, pero en lo que va de 2024 se alcanzó un nuevo máximo de USD 1.629 millones (Gráfico 5).
Gráfico 5
Evolución de recaudación en GYEM
El comercio ilícito en Ecuador representa no sólo un desafío económico, sino también un catalizador para la innovación en políticas públicas y gobernanza. La complejidad del problema exige soluciones creativas que vayan más allá de las medidas tradicionales de control y sanción. Los datos presentados revelan una realidad alarmante: desde la pérdida de ingresos fiscales hasta el financiamiento de actividades criminales, el impacto de este fenómeno es profundo y de largo alcance.
La evolución del control aduanero, evidenciada en las fluctuaciones de incautaciones y recaudaciones, subraya la naturaleza dinámica del problema. Mientras se observan mejoras en ciertos sectores, como el aumento en las recaudaciones en Tulcán y Guayaquil, la adaptabilidad de las redes ilícitas plantea un reto constante para las autoridades.
El llamado a la acción es claro y urgente. La solución no radica únicamente en medidas punitivas o en el fortalecimiento de controles fronterizos, sino en un enfoque holístico que aborde las raíces socioeconómicas del problema. La educación, la creación de oportunidades económicas legítimas y la promoción de una cultura de legalidad son pilares fundamentales en esta lucha.
(*) Elaborado por economista Liz Ortiz, analista económica Revista Gestión.
Last modified on 2024-09-29