La migración venezolana ha rediseñado el panorama económico del país, ya que actualmente los migrantes consideran al Ecuador como un país de acogida y no solo de paso. El estudio realizado por la Cámara Empresarial Venezolana-Peruana (Cavenpe) concluye que los ingresos fiscales que percibe el país por la mayor demanda fruto de la migración son mayores a los gastos que realiza el Estado atendiendo a los migrantes. No obstante, las barreras a la inserción y los obstáculos que tienen los migrantes limitan esta recaudación que podría ser mucho, mucho mayor.
EL ECUADOR ES UN PAÍS DE ACOGIDA Y NO DE TRÁNSITO PARA LOS MIGRANTES VENEZOLANOS
La caída sostenida de 80,8% de la economía venezolana entre diciembre de 2013 y el tercer trimestre de 2020, fruto de deficientes decisiones económicas y una baja en la productividad, trajo consigo una de las mayores crisis a nivel mundial en países fuera de zonas de conflicto armado.
Es por esto que su población se ha visto obligada a migrar de un país que no brinda las condiciones necesarias para generar empleo y desarrollo. Así, entre los años 2016 y 2021, más de 5,4 millones de venezolanos salieron en búsqueda de nuevas oportunidades, de los cuales, 4,2 millones hoy viven en nueve países de América Latina y el Caribe.
Según la OIM, la población migrante venezolana ha modificado su ruta migratoria en los últimos años, de esta manera Ecuador se ha posicionado como un país de acogida y ya no un país de tránsito. Las cifras indican que 94,7% de los migrantes que salen desde Venezuela hasta Ecuador hacen de este su destino final. Bajo este contexto, Ecuador se ha convertido en el tercer país de acogida de la población migrante venezolana, con aproximadamente con 513.903 personas después de Colombia que alberga, según cifras más recientes del presente año, 1’842.390 venezolanos, y Perú, con 1’286.464. No obstante, muchos de los ingresos a Ecuador se dieron por pasos irregulares, lo que ha dificultado tener cifras exactas hasta la fecha.
En específico, la población venezolana se concentra principalmente en las ciudades de Quito y Guayaquil, donde se encuentra el 47% y el 18% del total, mientras que el resto de ciudades como Cuenca, Ambato o Rumiñahui no sobrepasa el 3% (Gráfico 1)
Gráfico 1
Distribución de migrantes venezolanos por ciudad
A su vez, las cifras muestran que, si bien la mayor parte posee estudios universitarios completos (35,9%), solo 28,4% del total ejerce su profesión, es decir, alrededor de siete de cada 10 migrantes venezolanos no trabajan en un ámbito laboral relacionado con sus estudios. Se puede observar a su vez que la educación media y el nivel técnico superior completo son los otros dos tipos de formación más comunes entre los migrantes, con 16,5% y 16% (Gráfico 2), debido a que la tendencia a la migración se da principalmente entre los jóvenes y adultos jóvenes, quienes son más aptos para insertarse en el mercado laboral y enviar mayor cantidad de remesas a su país de origen.
Gráfico 2
Nivel de educación de los migrantes venezolanos en Ecuador
LA MIGRACIÓN VENEZOLANA AYUDA A LOS INGRESOS FISCALES, PERO SE PUEDE POTENCIAR
Si bien existen grandes gastos por parte del Estado ecuatoriano para cubrir las necesidades de la población venezolana en Ecuador, como salud, educación y programas sociales, la migración venezolana tiene un impacto positivo por el lado de la demanda (IVA, ICE, IR), debido a que genera mayor consumo por el aumento de flujo poblacional en el país.
En específico, las cifras muestran que, en cuanto a educación, en 2020 el Estado gastó $29,86 millones para atender a la población migrante, lo que representó un 0,03% del PIB; esta cifra ascendió en el 2021 a $34,32 millones, pero su peso en el PIB se mantuvo constante con un 0,03%. Por otra parte, en el sector de salud el gasto total en 2020 fue de $35,32 millones, mientras que para el año 2021 ascendió a $39,99 millones, representando el 0,038% del PIB.
Por último, en cuanto al costo de servicios sociales, el estudio determinó que el Ecuador gasta en promedio $6,20 millones para la población venezolana migrante, lo que representa un costo fiscal total de $80,52 millones.
Paralelamente, la recaudación tributaria para el fisco ecuatoriano por concepto de ICE, IVA e IR que proviene del consumo de la población venezolana en Ecuador, llega a $43,2 millones, lo cual, sumado a los montos que recibe el país por concepto de cooperación internacional ($60,22 millones), resulta en un saldo fiscal neto positivo de $31,99 millones (Gráfico 3).
Gráfico 3
Impacto real vs. impacto potencial de la migración venezolana
No obstante, el hecho de que existan grandes barreras para la inserción económica de la población migrante hace que su aporte a la economía se vea limitado por una incipiente absorción laboral y productiva. El mayor limitante que tiene la población migrante venezolana para poder acceder a un empleo o iniciar un emprendimiento de manera formal es la imposibilidad de regularizar su situación migratoria. En primera instancia porque solo el 36,4% de las personas venezolanas que ingresan a Ecuador cuentan con un pasaporte vigente, documento esencial para iniciar un trámite de legalización, mientras que una alta cantidad de migrantes ingresa al país a través de pasos irregulares, lo que les dificulta legalizarse después debidamente.
De acuerdo con la estimación realizada por Cavenpe, el ingreso fiscal potencial de la migración venezolana ascendería a $134,42 millones, una cifra que supone el 1,1% de la totalidad de ingresos fiscales en el Ecuador provenientes de impuestos a personas y sociedades, representando así un impacto positivo en la economía ecuatoriana, con un monto aproximado de $84,63 millones, o el equivalente al 0,08% del PIB del 2021.
En conclusión, la crisis existente en Venezuela se ha venido agudizando debido a diversos problemas de carácter económico, social y político que han motivado la salida masiva de millones de venezolanos en búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidades para ellos y sus familias. Esto supone un reto y una oportunidad para el Ecuador ya que para concretar el impacto potencial que se plantea es importante la creación e implementación de políticas públicas que estén enfocadas en la eliminación de las brechas y limitaciones que afectan a la población migrante en su inserción en la economía formal.
(*) Jorge Pérez, analista económico Revista Gestión.
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Last modified on 2022-11-16