A pesar de que existe un presupuesto histórico de USD 70,5 millones destinados al alto rendimiento para el ciclo 2022-2025, que representa un incremento del 44% respecto al periodo 2013-2016 cuando se destinaron USD 45 millones, el deporte ecuatoriano enfrenta una realidad paradójica en su camino al éxito olímpico.
En los Juegos Olímpicos de París 2024, Ecuador vivió momentos de gloria con las destacadas actuaciones de sus atletas olímpicos y paralímpicos. Sin embargo, detrás de las medallas y los podios, surgen preguntas sobre la distribución y el impacto del apoyo económico estatal. Con un presupuesto histórico de USD 70,5 millones para el ciclo 2022-2025, las historias de lucha y sacrificio de los deportistas ecuatorianos reflejan una realidad aún compleja y llena de contradicciones.
Gráfico 1
Inversión económica por ciclo olímpico. Gráfico: Patricia Inca, vía Infogram (Gráfico 1).
En la última década, Ecuador ha mostrado un compromiso creciente con el deporte de alto rendimiento, reflejado en un aumento significativo del presupuesto: de USD 45 millones (2013-2016) a USD 70,5 millones (2022-2025). Este incremento del 56,67% se traduce en resultados cuantificables: la delegación olímpica se mantuvo estable con 37 deportistas en Río 2016 y 40 en París 2024, pero el verdadero impacto se evidencia en el deporte paralímpico, que casi triplicó su representación, pasando de cinco atletas en Río 2016 a 14 en París 2024.
La inversión adicional de USD 25 millones en este último ciclo no solo ha permitido mantener la base olímpica sino también democratizar el acceso al alto rendimiento, especialmente en el ámbito paralímpico, aunque los desafíos en la distribución equitativa de recursos persisten.
Delegación ecuatoriana en la inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024. Foto: COE.
El ministro del Deporte, José David Jiménez Vásquez, en el PerDebate24 realizado en la USFQ, detalló que aproximadamente USD 19,5 millones se destinan exclusivamente al alto rendimiento. Sin embargo, reveló también un preocupante déficit de USD 9,5 millones acumulados hasta noviembre de 2023. “Cuando asumimos esta administración, encontramos pagos adeudados desde agosto. Esta deuda impactó a federaciones y atletas, y estamos trabajando para sanear las cuentas”, declaró.
De la misma manera, han destinado recursos significativos para respaldar a los atletas nacionales, como se evidenció en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2021. Este impulso a los deportistas ha continuado con la participación de 40 atletas en los Juegos Olímpicos de París 2024, así como 14 paralímpicos.
Gráfico 2
Participación en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2021 y 2024. Gráfico: Patricia Inca, vía Infogram (Gráfico 2)
EL PLAN DE ALTO RENDIMIENTO: BENEFICIOS Y DESAFÍOS
El apoyo económico estatal se estructura en ocho categorías principales. Luigi Marchelle, periodista deportivo, explica: “El Plan de Alto Rendimiento garantiza un incentivo mensual que cubre los gastos personales de los deportistas, mientras que los fondos para la preparación son canalizados a través de las federaciones deportivas”. En el ámbito paralímpico, los incentivos van desde USD 200 hasta USD 3.000 mensuales, según el nivel y los logros del atleta.
Kiara Rodríguez, quien logró dos medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de París 2024, es un ejemplo destacado. La joven para-atleta recibió USD 3.000 mensuales y un premio adicional por sus medallas. Sin embargo, su testimonio, dado al medio Primicias, revela la complejidad de sus inicios: “Muchas veces no tenía ni para el pasaje. Mi mamá apenas podía cubrir nuestros gastos, y mi entrenador siempre me ayudó”.
Mientras que algunos como Rodríguez alcanzan el éxito con apoyo estatal, otros enfrentan retos adicionales. Isis Granda, atleta de breaking, comenta: “A pesar de los logros internacionales, nuestro deporte no es reconocido como de alto rendimiento en Ecuador. El apoyo solo llega cuando ya has triunfado”.
Al examinar el sistema de apoyo económico para deportistas ecuatorianos, emerge una estructura jerárquica que refleja las prioridades y también las desigualdades del deporte nacional. El Ministerio del Deporte ha establecido un esquema de estímulos mensuales dividido en nueve categorías, desde Podio hasta Desentrenamiento, donde la asignación de recursos marca diferencias sustanciales entre los atletas.
Este sistema, vigente desde 2022, pretende reconocer los diferentes niveles de rendimiento deportivo pero, en la práctica, ha generado brechas significativas que afectan especialmente a los deportistas en desarrollo y disciplinas emergentes. Como evidencia el siguiente análisis, la distribución de estos recursos plantea interrogantes sobre la equidad y efectividad del apoyo estatal al deporte.
Gráfico 3
Estímulos económicos mensuales por categoría. Gráfico: Patricia Inca, vía Infogram (Gráfico 3).
Deportistas como Isis Granda, la joven promesa del breaking, enfrentan una realidad que contrasta con las cifras oficiales. Granda, al igual que otros atletas de disciplinas emergentes, ha tenido que lidiar con limitaciones económicas que afectan su preparación: “Si nosotros seríamos más unidos y organizados, podríamos exigir cosas”, comenta, evidenciando la necesidad de una mayor cohesión en el sector deportivo.
El Gobierno de Daniel Noboa anunció en agosto de 2024 la entrega de incentivos económicos a los medallistas de París 2024. Daniel Pintado recibió USD 275.000 por sus medallas de oro y plata, mientras que Glenda Morejón y Lucía Yépez obtuvieron USD 125.000 cada una. En el caso de las medallas de bronce, Neisi Dajomes y Angie Palacios fueron premiadas con USD 100.000 cada una.
En el ámbito paralímpico, Poleth Mendes, Kiara Rodríguez y Estefany López también recibieron similares recompensas. Rodríguez destacó con sus dos oros en las pruebas de 100 metros y salto largo. Sin embargo, aquellos que solo lograron diplomas no obtuvieron incentivos, una situación que genera debate sobre la equidad en el reconocimiento.
Gráfico 4
Estímulos por logros. Gráfico: Patricia Inca, vía Infogram (Gráfico 4).
A pesar de los avances, la burocracia sigue siendo un obstáculo. Luigi Marchelle señala: “Los cambios administrativos y los retrasos en los pagos afectan la estabilidad de los deportistas. Casos como el de Luisa Valverde, quien recurrió a rifas para financiar su preparación, evidencian fallos en el sistema”.
El ministro Jiménez anunció un nuevo plan de alto rendimiento para 2025, con la intención de optimizar recursos y fomentar colaboraciones público-privadas. “Estamos diseñando estrategias que incluyan incentivos tributarios para atraer inversión privada en proyectos deportivos”, afirmó.
EL ROL DE LA EMPRESA PRIVADA Y EL APOYO COMUNITARIO
La participación de empresas privadas ha sido clave para algunos atletas. Neisi Dajomes, Tamara Salazar y Angie Palacios contaron con el respaldo de marcas como Visa, que apoyó su camino hacia París 2024. Además, la comunidad también ha jugado un papel importante. Durante los juegos, cientos de ecuatorianos se movilizaron para apoyar a sus representantes, para mostrar la conexión entre deportistas y seguidores.
Neisi Dajomes, en los Juegos Olímpicos París 2024. Foto: COE .
Autoridades y deportistas coinciden en la necesidad de mejorar la eficiencia en la distribución de recursos y de ampliar el apoyo en las etapas iniciales de la carrera deportiva. Glenda Morejón, en una entrevista para El Comercio, reflexionó: “Al principio solo conté con el apoyo de mi familia. Fue después de mi primer título mundial cuando las entidades empezaron a respaldarme”.
De la misma manera, Jorge Delgado, presidente del Comité Olímpico, concluye con una perspectiva realista: “A pesar de un aumento reciente del 10% en el presupuesto, se necesita más apoyo económico para cubrir las necesidades crecientes de los deportistas”. El futuro del deporte ecuatoriano dependerá no sólo del incremento en la inversión, sino también de la eficiencia en su distribución y la eliminación de barreras burocráticas que obstaculizan el desarrollo de los atletas.
Kiara Rodríguez en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020+1. Foto: CPE.
Los deportistas coinciden en que el reto para el deporte ecuatoriano es consolidar un sistema sostenible que garantice igualdad de oportunidades para todos los atletas. Desde eliminar la burocracia hasta fomentar el desarrollo en disciplinas emergentes, el camino hacia el éxito requiere tanto de recursos económicos como de un compromiso genuino por parte del Estado, la empresa privada y la sociedad.
El legado de París 2024 marca un antes y un después en el deporte ecuatoriano. Para que estas victorias se traduzcan en un impacto duradero, será crucial que las promesas se conviertan en acciones concretas y que cada dólar invertido llegue realmente a quienes luchan por poner el nombre de Ecuador en lo más alto.
(*) Estudiante de periodismo de la USFQ.
Last modified on 2024-12-26