Es indiferente si se desea ahorrar para una futura gran compra, para crear un colchón para imprevistos o incluso para lanzarse a invertir. Establecer unas bases sólidas para el bienestar financiero será un viaje de varios pasos, pero que realizados de forma correcta llevará a una travesía con un destino a la felicidad.
Ahorrar no es sencillo. Lo cierto es que los gastos fijos, los no previstos, la cesta de la compra o los suministros de energía hacen que los ingresos queden mermados y se pierda libertad financiera. Seleccionar un método de ahorro (como el de la regla 50-30-20 o el método de los sobres) es un primer paso en el camino.
Existen algunos mecanismos o hábitos que harán que el ahorro deje de ser el quebradero de cabeza de más de uno e incluso algunos trucos para no malgastar el dinero.
1. Abrir una cuenta de ahorro
Abrir una cuenta diferente a la corriente da a los usuarios la oportunidad de ahorrar. Separar una cierta cantidad al mes, nada más recibir el salario, puede facilitar mucho esta tarea. Además, la mayoría de los bancos ofrecen diferentes productos de ahorro que hacen que el dinero depositado crezca, por lo que no sólo se está ahorrando, sino, también, ganando dinero. Las ventajas no terminan ahí. Tener una cantidad determinada de dinero en una cuenta puede ayudar cuando se tiene un gasto imprevisto, ya que, al ser líquida, se puede movilizar y utilizar cuando se necesite.
2. Establecer presupuestos mensuales o semanales y metas de ahorro
Las cuentas de ahorro son una buena herramienta para ahorrar, pero de poco sirven si no se es constante en las aportaciones que se hacen. Por ello, definir presupuestos mensuales o semanales y fijarse metas a alcanzar, es uno de los mejores hábitos de ahorro. Simplemente hay que abrir la meta, darle un nombre, elegir la cantidad que se quiere ahorrar y la fecha para cumplirla.
3. Hacer semanas de ahorro
Algunas ocasiones se gasta demasiado durante el fin de semana y, por tanto, no se cumple el presupuesto. Cuando ocurre esto hay que tener claras las metas de ahorro y entender que si se quiere tener una cantidad fija guardada al mes, hay que compensar. Así, realizar “semanas de ahorro”, en las que evitar salir tanto o comprar cosas innecesarias podrá conseguir guardar unos dólares extra.
4. Comparar precios
No se trata de comprobar si hasta el papel higiénico está más barato en un supermercado a otro, pero sí en comparar dónde puede salirte, en conjunto, la compra de alimentación más barata. Hoy en día, casi todos los supermercados tienen tienda ‘online’ y, excepto en los productos al peso, sus precios son idénticos a los que se encuentran en el establecimiento físico. Hacer una compra “de prueba”, con los productos que normalmente se adquieren, por ejemplo, ayuda a descubrir dónde se puede ahorrar más.
5. Compra ‘online’
¡Ojo! El último consejo puede ser, también, muy útil si se decide comprar ‘online’. Normalmente, cuando se va al supermercado o de compras, porque se necesita algo en concreto, se acaba picoteando: lo mismo da una tableta de chocolate de más, que un jersey de 20 dólares. Esta modalidad de compra puede evitar precisamente esto, comprar cosas que no son prioritarias ya que al no ir a la tienda se evitan estímulos externos que incitan a gastar más.
6. Aprovechar los ‘special prices’?
Igual eso de no comprar cosas innecesarias no todo el mundo lo lleva bien. Pero, incluso cuando se va a seguir comprando, por ejemplo, ropa, hay algunas formas de ahorrar. Muchos establecimientos y cadenas están popularizando los ‘special prices’, unas rebajas en prendas seleccionadas. Y, aunque pueda parecer que suelen ser “de lo peor”, no es así. Estos descuentos no se eligen entre la ropa más fea, sino entre la que tiene menos salida o han fabricado demasiada cantidad. Son precios estables, es decir, no bajan, y tampoco suben, por lo que no hay ese “coste de oportunidad” de las rebajas, en las que se duda si comprarlo ahora o esperar una semana. Además, las tiendas suelen disponer de un amplio catálogo, desde pantalones, a abrigos, pasando por bolsos o zapatillas. Por lo que se puede salir con un modelito nuevo de temporada por menos de la mitad.
7. Planificar las comidas y llevar un ‘tupper’ al trabajo
Llevar un orden en las comidas, planificar la compra y establecer un menú semanal ayuda a ahorrar, y mucho. La ‘realfood’ o comida real es sana, al basarse en frutas, verduras, hortalizas y carnes y pescados no procesados, y preparar en casa la comida que vamos a consumir en la oficina puede suponer un importante ahorro. Además, al planificar, por ejemplo, el desayuno, el almuerzo y la merienda para todo el día se evitan los "microgastos".
Last modified on 2024-06-28