Ricardo Cuccioletta *
Argentina ha atravesado dos crisis económicas que la han marcado para siempre, la crisis de 2001 y la de 2020. Entre ambos declives profundos existen similitudes y diferencias, como por ejemplo:
Similitudes:
- El porcentaje de la población debajo de la línea de pobreza e indigencia.
- Se desploma el nivel de actividad productiva, fomentando el desempleo.
- La sociedad tiene poca moneda oficial de curso legal al servicio del intercambio de bienes y servicios.
- Hay fuga de capitales golondrina y pérdida de valor de títulos, bonos y acciones tanto en nuestro mercado bursátil como en las bolsas extranjeras.
- Caen los saldos reales de dinero, lo que hace que se reduzca el poder de compra, generándose una gran incertidumbre.
Diferencias:
- En 2001 regía la convertibilidad y el tipo de cambio era fijo por ley, mientras en 2020 el tipo de cambio es de flotación sucia o administrada.
- En 2001 había 25% de desocupación de larga data mientras que en 2020 el desempleo ronda el 12%, es de corta data pero en aumento.
- En 2001 existía un gasto público en aumento y no había inversión pública, mientras que en 2020 el gasto público tuvo un fuerte ajuste y la inversión pública es grande.
- En 2001 el sistema bancario era muy frágil mientras que en 2020 la banca está más preparada para atenuar una corrida bancaria y cambiaria.
- En 2001 el atraso cambiario acumuló tres años e implicó la ruptura de la convertibilidad y el colapso del sistema. En 2020 el Estado devaluó, el mercado depreció pero los mercados no reaccionaron porque demostraron que necesitan una convertibilidad y tasas de interés reales bajas que les avale la inversión directa.
De una u otra forma, la economía se lleva puesto a todo gobierno que no garantiza estabilidad económica, cambiaria y financiera. Esta conjetura merece la aclaración de que, si bien la regla se cumple, no necesariamente implica una ruptura de la democracia, pero sí las sociedades tienden a buscar nuevos vientos en materia política y económica porque tales efectos nocivos se perciben como pérdida de valor del trabajo, que conlleva esfuerzo, responsabilidad y la necesidad de elevar el autoestima y de llegar a la autorrealización.
(*) Licenciado en Economía y Administración de Empresas.
Last modified on 2020-04-16