David Sicard Arenas, psicólogo
Sin lugar a dudas, el mundo del trabajo es una de nuestras mayores prioridades, ya sea por gusto, por necesidad o por desarrollo profesional. En promedio, semanalmente dedicamos 40 horas a nuestras actividades económicas y cada vez se va volviendo más difícil diferenciar el espacio personal del laboral, principalmente a causa del teletrabajo. Dado que algunos pueden trabajar desde la comodidad de sus hogares desde que empezó la pandemia, muchos jefes llaman a sus empleados en horarios extra-laborales, se programan reuniones a deshoras y en general los trabajadores pueden sentir que la carga ha aumentado.
Debido a la sobrecarga de tareas laborales, muchos pueden utilizar el tabaco y el alcohol como fuentes de relajación y dejar por momentos las responsabilidades atrás. Todo en extremo es malo, así que el problema aparece cuando el consumo se vuelve altamente frecuente, cuando tiene consecuencias negativas al interior de la familia, cuando afecta el cumplimiento de responsabilidades, cuando afecta la salud física y mental, etc. Pero en resumen, el abuso de alcohol y tabaco afecta el ámbito laboral.
El abuso de alcohol y el consumo significativo de cigarrillos no solo afecta al rendimiento de los trabajadores, sino que provoca altos índices de accidentalidad, de mortalidad y una amplia gama de enfermedades que requieren atención médica. Estas son algunos de los síntomas y consecuencias observables en el ámbito laboral:
● Impuntualidad
● Ausencias no justificadas
● Cambios en el estado de ánimo
● Baja productividad
● Disminución del rendimiento laboral
● Conflictos con compañeros y jefes
● Ausencias o tardanzas inmotivadas
● Frustración laboral
● Sentimientos de ira y tristeza ocasionales
¿Qué hacer si el consumo de alcohol está afectando mi trabajo?
Si te das cuenta de que el consumo fuerte de alcohol afecta diferentes áreas de tu vida, es importante fortalecer las habilidades emocionales con las que afrontas las situaciones del día a día. Es clave identificar si existe ansiedad por consumir, saber cuáles son los detonantes del consumo y tratar a tiempo el problema con el fin de evitar que desarrollen conductas adictivas en el futuro. También es relevante trabajar en el autocontrol, el manejo del estrés, la autoestima, la resolución de conflictos y la presión de grupo. Por supuesto, la forma ideal de llevar a cabo este proceso es con la compañía de un psicólogo especializado.
Fortalece tu nivel de inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la capacidad de prestar atención a las propias emociones, identificarlas, verlas con claridad, experimentarlas y no dejarse llevar por ellas. En ocasiones por no saber qué hacer con las emociones, el alcohol u otras sustancias se vuelven una forma para aplacarlas, sobre todo cuando lo que sentimos es estrés, miedo, tristeza, soledad o frustración, etc.
Last modified on 2021-09-20