En 2023, la tasa de desocupación juvenil en América Latina y el Caribe fue tres veces mayor que la de los adultos, mientras que el 60% de los jóvenes trabajan en la informalidad, lo que limita su acceso a la seguridad social y a condiciones laborales dignas.
"La gran mayoría de las personas jóvenes que no estudian ni trabajan remuneradamente son mujeres, cuyas responsabilidades de trabajo doméstico y otras formas de cuidados no remunerados obstaculizan su inserción laboral con trabajo decente", agregó la OIT.
El informe también mencionó la creciente brecha entre las competencias adquiridas en el sistema educativo y las demandas del mercado laboral, lo que hace que muchos jóvenes enfrenten dificultades para acceder a empleos acordes con su formación.
"Esta situación se ve agravada por la expansión de nuevas formas de empleo, como el trabajo en plataformas digitales, que si bien ofrecen flexibilidad, suelen estar marcadas por la precariedad", sostuvo la OIT.
Fuente: Primicias.
Last modified on 2025-02-25