El riesgo país es un indicador que sirve para conocer la probabilidad de que la deuda de una economía nacional caiga en mora o default. Entre más alto es este indicador, el impago sería más probable. El riesgo país toma en cuenta muchos factores económicos, pero además políticos y sociales, por lo que las manifestaciones de transportistas, campesinos y estudiantes llevadas a cabo durante los 12 primeros días de octubre, afectaron directamente al riesgo país.
Para el 1 de octubre del 2019 ya se registraba un riesgo país de 684 puntos, aun cuando para mediados de septiembre el índice alcanzó su punto más bajo (618). Un mes más tarde, en la mitad de octubre, se posiciona sobre los 823 puntos. ¿A qué se debe este incremento de más de 200 puntos en tan solo un mes? (Gráfico 1).
Gráfico 1
Riesgo país
Durante la segunda mitad de septiembre se especuló mucho sobre las posibles medidas económicas que el Gobierno adoptaría; entre las principales se hablaba del incremento del impuesto con mayor recaudación, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que pasaría del 12% al 15%. Sin embargo, esta medida no se ejecutó.
La que sí se llevó a cabo fue la eliminación de los subsidios al combustible de bajo octanaje y al diésel, lo que desembocó en movilizaciones de transportistas en primera instancia, a las que luego se adhirieron estudiantes, indígenas y otros grupos que manifestaron su descontento con las medidas del decreto 883 y con el Gobierno mismo.
Así, es evidente que las confrontaciones políticas y sociales no generan seguridad para que un país pueda pagar a tiempo su deuda, por el descuido que existe en materia económica y por todos los gastos que se deben realizar luego de las turbas para que todo vuelva a la normalidad. Por ejemplo, los más de cuatro pozos petroleros que dejaron de funcionar durante las manifestaciones en la Amazonia, tendrán que esperar alrededor de un mes para volver a sus niveles normales de producción.
En las próximas semanas habrá que evaluar el comportamiento del riesgo país, aunque por ahora los grupos sociales y económicos todavía se encuentran expectantes ante la redacción y ejecución de un nuevo decreto que suplante al anterior. Deberá focalizar los subsidios sin alterar los niveles de consumo de los sectores más vulnerables, sobre todo del campesinado.
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Last modified on 2019-10-18