En Ecuador, el 56% de los neumáticos fuera de uso va a parar a vertederos, basureros y a otros espacios al aire libre, contribuyendo a la contaminación del medio ambiente y a la proliferación de enfermedades vectoriales. Muchas de estas llantas, incluso, son incineradas y generan gases tóxicos como dióxido de carbono, azufre y compuestos clorados que quedan suspendidos en el aire. Además, los microplásticos derivados de neumáticos (ya que están hechos de material no biodegradable) contribuyen a la contaminación de las fuentes hídricas y pueden ingresar en la cadena alimenticia tanto de la fauna marina como de los seres humanos.
Estas son algunas de las graves consecuencias a las que se atiene el país por no consolidar un sistema de economía circular vinculada al sector de los neumáticos. Es decir, a usar, reciclar y reutilizar ese material. Y ello se da por no contar con suficientes políticas públicas y reglamentaciones que lleven a un buen manejo de esta materia.
Last modified on 2024-06-24