Una encuesta para conocer la realidad actual de personas refugiadas y otras en movilidad humana que viven en Quito reveló que más de la mitad teme regresar a su país. Un 60% considera que estarían en riesgo de enfrentarse a riesgos contra su integridad física y psicológica. Esto indica un alto nivel de necesidad de protección internacional en las personas en movilidad humana que residen en Quito. El 69% de las personas encuestadas en la capital ecuatoriana han solicitado o piensan solicitar asilo en Ecuador, más de la mitad de ellos provenientes de Colombia.
El ejercicio, llevado a cabo por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y sus socios recoge los resultados de 842 encuestas a familias en movilidad humana de Colombia y Venezuela residentes en Quito. De igual forma, el informe contiene los resultados de ejercicios de mapeos participativos y 33 grupos focales desarrollados con el apoyo de organizaciones socias y el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, a través de su Secretaría de Inclusión Social y la secretaria de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana.
Ecuador es hogar de uno de los números más altos de personas reconocidas como refugiadas y el tercer número más grande de personas refugiadas y migrantes de Venezuela. En el país, la provincia de Pichincha alberga casi 108.000 personas refugiadas y migrantes, siendo Quito la principal ciudad de acogida, en donde podrían encontrar mayores oportunidades de satisfacer sus necesidades básicas e integrarse localmente.
Según la encuesta, el 72% de las personas encuestadas en Quito tienen como prioridad acceder a necesidades básicas como alimentación, vestimenta y vivienda. El 61% de las personas está empleada, pero solo el 4% tiene un trabajo formal y el 57% depende de trabajos informales para satisfacer sus necesidades.
“La integración oportuna de las personas refugiadas y migrantes es clave para facilitar su protección y que puedan rehacer sus vidas de manera autosuficiente,” dijo Giovanni Bassu, Representante de ACNUR en Ecuador. “El proceso de regularización que está pronto a iniciar será clave para muchas personas que actualmente han quedado por fuera del sistema de protección.”
Mientras que el 63% indicó que había sufrido algún tipo de discriminación en su vida diaria – una dinámica que consideran recurrente – el 51% de las personas encuestadas en Quito tiene una relación positiva con su comunidad de acogida. El 87% de estas personas quiere quedarse en Quito. La cercanía a servicios e instituciones del Estado, así como la percepción de acceso a mayores oportunidades de empleo, hacen que la ciudad se erija como un destino predilecto para la población en movilidad humana. Ello pone en relieve la necesidad de generar políticas públicas y programas que incluyan a esta población en el desarrollo de la ciudad.
ACNUR y socios trabajan en Ecuador para apoyar a las personas refugiadas y otras en movilidad humana a rehacer sus vidas en el país a través de iniciativas de asistencia, protección y soluciones. Sin embargo, a la fecha ACNUR solo ha recibido el 19 por ciento de los fondos requeridos para responder a las necesidades de las personas en las condiciones más vulnerables.
Last modified on 2022-08-23