A nivel mundial, la tasa de fecundidad de las adolescentes ha disminuido de 65 nacimientos por cada 1000 mujeres adolescentes en 1990 a 44 nacimientos en 2017. Esta disminución en la tasa de fecundidad de las adolescentes se asocia fuertemente con un aumento en la matriculación de las niñas en la escuela secundaria. En las regiones con altas tasas de fecundidad de las adolescentes en 1990, como África al sur del Sahara y Asia meridional, esta relación es aún más pronunciada.
En diversos estudios mencionados en el informe del Banco Mundial “The Cost of Not Educating Girls” (2018) (i) se indica que existe una relación causal, es decir una mayor educación de las niñas puede resultar en un retraso de la maternidad. En promedio, un año adicional de escuela secundaria reduce las posibilidades del embarazo adolescente en 6 puntos porcentuales. Esta relación causal se explica por el costo de oportunidad más elevado (i) en términos de la pérdida de ingreso asociada con el embarazo adolescente para las mujeres con mayor nivel de educación.