El 26 de noviembre de 2021, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a la nueva cepa de coronavirus detectada en Sudáfrica, ómicron, como "variante preocupante" de COVID-19. En las semanas siguientes, las nuevas infecciones se multiplicaron en todo el mundo. A un mes de dicho anuncio, según los datos del 27 de diciembre de 2021 de Our World in Data, esta variante ya era la dominante en gran parte del continente americano. En Estados Unidos, casi nueve de cada diez casos detectados de coronavirus en las dos semanas anteriores fueron identificados como de la cepa ómicron. En México y Argentina, esta proporción asciende a cerca de un 80% de los nuevos casos, mientras que en Colombia y Chile todavía no alcanza la mitad de las infecciones más recientes, con un poco más del 50% que corresponden a la variante delta.
A mediados de junio de 2021, Perú fue testigo del surgimiento de una nueva cepa denominada lambda e identificada por la OMS como una "variante de interés". Este nivel es inferior al de otras mutaciones catalogadas como "variantes preocupantes", por su alto impacto o riesgo potencial para la salud pública. De los siete países analizados en este gráfico de Statista, esta mutación sólo sigue presente en Chile, aunque con apenas el 0,2% de los nuevos casos. La variante mu, que también tiene origen en la región al ser detectada por primera vez en Colombia en enero de 2021, todavía está presente en Ecuador, Argentina, Colombia y Chile, aunque en una minoría de los nuevos casos, al representar menos del 1%. Al igual que lambda, mu es catalogada por la OMS como "variante de interés".
Fuente: Statista
Last modified on 2022-01-19