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A la hora de comprar algo con un precio elevado, dudamos entre pedir un préstamo o pagar al contado. Muchos piensan: ¿por qué emplear nuestros ahorros si podemos beneficiarnos del apalancamiento? Otros, por el contrario, prefieren evitar el endeudamiento.

En este artículo te explicamos en qué situaciones resulta más favorable beneficiarse del endeudamiento y en qué ocasiones es preferible el pago al contado. Recurrir a los ahorros resulta para muchos una opción muy desagradable, pues no quieren ver disminuir de golpe el dinero de su cuenta bancaria. Esto sucede a la hora de comprar bienes de alto valor económico, como pueden ser los inmuebles y vehículos.

 

Fondo de emergencia

Hay compras que suponen una gran salida de dinero, un desembolso que hará disminuir considerablemente nuestros ahorros. Por ello, es necesario procurarse un fondo de emergencia. En este sentido, se aconseja contar con un margen que permita cubrir entre 3 y 6 meses de gastos. Ese margen, sumado a las cantidades ya ahorradas, hace que pagar al contado sea una opción interesante.

Imaginemos que pretendemos comprar un coche por un valor de 20.000 dólares y nuestros gastos mensuales son de unos 1.500 dólares. Pues bien, nuestros ahorros deberían ascender a los 20.000 dólares que vale el coche en cuestión.

En el caso del fondo de emergencia, para poder cubrir de 3 a 6 meses adicionales de gasto, debería oscilar entre los 4.500 y los 9.000 dólares. Por tanto, deberíamos disponer de un total ahorrado de entre 24.500 y 29.000 dólares.

Por último, cabe señalar que no es recomendable pagar al contado cuando la compra supone gastar la totalidad de nuestros ahorros. Así, si disponemos de 20.000 dólares para comprar un vehículo que precisamente cuesta el mismo importe, no es aconsejable gastarlos de golpe en dicha adquisición.

Descapitalizarse por completo nunca es una buena opción, nunca sabes cuándo te puede venir un gasto imprevisto.

 

Compras a plazos

Si vamos a solicitar un préstamo para una adquisición importante, debemos tener en cuenta que es mejor solicitar cantidades exactas a las que necesitamos para llevar a cabo la compra, nada de pedir más dinero del que necesitas. Y es que, cuanto mayor sea el importe solicitado, mayores serán los intereses que debamos pagar y más tardaremos en saldar la deuda.

Sin embargo, hay situaciones en las que financiar una compra mediante un préstamo personal resulta una alternativa interesante. Esta opción es factible cuando se ofrecen modalidades de pago en varios plazos y al 0% de interés.

Un claro ejemplo de lo anteriormente expuesto sería la compra de un teléfono móvil valorado en 1.600 dólares. Para ello, el vendedor nos ofrece la posibilidad de pagarlo en 24 mensualidades a 66,63 dólares cada plazo. No cabe duda de que se trata de una facilidad de compra que no conlleva el pago de intereses y que no supone un gran mordisco a nuestros ahorros.

Otros aspectos a los que hay que prestar atención son el TAE y el TIN. Recordemos que el TAE (tasa anual equivalente) es la suma de los intereses y los gastos adicionales del préstamo. Y es que, como consumidores, las empresas pueden ofrecernos una financiación al 0% TIN (sin intereses), pero, si añadimos gastos y comisiones, el interés efectivo, el TAE, puede situarse en el 10%.

Tomemos un ejemplo para ilustrar la situación. Supongamos que solicitamos un préstamo de 2.000 dólares para financiar la compra de una televisión. Nos ofrecen un TIN al 0% y un total de 10 mensualidades para financiarlo.

Puede que pensemos que todas las mensualidades deberemos abonar 200 dólares. Pero, ¿y las comisiones? Supongamos que hay que pagar también unas comisiones valoradas en 88,75 dólares. El coste de la financiación se encarece, haciendo que el TAE sea del 10% y que durante 10 meses debamos abonar 208,88 dólares.

 

Last modified on 2023-07-06

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