El acceso a la tecnología cada vez es más accesible para el común de las personas, este hecho si bien pareciera una buena noticia, cuenta con consecuencias muy negativas para el medio ambiente.
Por año se acumulan 50 millones de toneladas de desechos electrónicos en todo el planeta.
Estos datos se desprenden del informe A New Circular Vision for Electronics, Time for a Global Reboot (Una nueva visión circular para la electrónica: tiempo para un reinicio global), presentaddo en el Foro Económico Mundial de Davos.
Lamentablemente, sólo se recicla el 20% de los desechos electrónicos de manera formal, el resto termina en basurales convencionales.
Celulares, computadoras, impresoras y electrodomésticos, por sus componentes resultan altamente contaminantes para el ambiente, cuando reciclarlos es algo posible.
La Universidad de las Naciones Unidas que ha colaborado con el informe, advierte que si no se revierte la situación, para 2050 los residuos electrónicos se habrán triplicado.
Con sólo calcular la fabricación de productos electrónicos que se conectan a Internet, la cifra llega a 7.700 millones, más que los humanos sobre la Tierra.
Los residuos electrónicos constituyen hoy día la basura de más rápido crecimiento en el mundo, señala el informe.
El estudio presentado es resultado del trabajo de la E-waste Coalition, o coalición de desechos electrónicos, que incluye a la OIT, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente), Onudi, el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (Unitar), la UNU y los secretariados de las convenciones de Basilea y Estocolmo.
La coalición cuenta con el apoyo del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible y el Foro Económico Mundial, y es coordinada por la Secretaría del Grupo de Gestión Ambiental (EMG) de la ONU.
Qué dice la Ley
Si bien existen legislaciones que obligan al reciclaje de basura electrónica, como en la Unión Europea, los objetivos no suelen alcanzarse con eficiencia. Este año por ejemplo, deberían reciclarse un 85% de todos los desechos.
El gran problema es que estos aparatos electrónicos cuentan con una obsolescencia programada y allí es que se deberían centrar los esfuerzos, en producir productos de calidad, y como último recurso, reciclar.
Es necesario unificar las legislaciones sobre reciclaje de desechos electrónicos en innovadores sistemas de recolección, planteó Ruediger Kuehr, coautor del informe, entre otras iniciativas como crear conciencia entre los consumidores para que devuelvan los equipos obsoletos apenas dejan de usarlos y establecer que el producto en cuestión, siga siendo propiedad del fabricante.
Las estadísticas
El estudio también indica que la basura tecnológica supone una oportunidad valorada en unos 62.500 millones de dólares por año, más que el producto interno bruto de la mayoría de los países y el triple de la producción de las minas de plata del mundo.
Hay 100 veces más oro en una tonelada de residuos electrónicos que en una tonelada de mineral de oro, menciona el informe.
Economía circular
El estudio pretende crear una nueva visión basada en la economía circular y en la necesidad de colaboración con las grandes marcas, así como con pequeñas y medianas empresas, con la academia, los sindicatos, la sociedad civil y sus asociaciones, en un proceso deliberativo para cambiar el sistema.
Para implementar soluciones sostenibles se requieren esfuerzos internacionales en parte revolucionarios y armonizados entre sí, opinó
Kuehr, señalando que se debe investigar más en este sentido.
Es fácil que los desechos electrónicos se enmarquen como un problema posterior al consumidor, pero el problema abarca el ciclo de vida de los dispositivos que todos usan. Los diseñadores, fabricantes, inversionistas, comerciantes, mineros, productores de materias primas, consumidores, responsables de políticas y otros tienen un papel crucial que desempeñar para reducir el desperdicio, retener valor dentro del sistema, extender la vida económica y física de un artículo, así como Su capacidad para ser reparado, reciclado y reutilizado.
El caso de Nigeria
Nigeria genera 500.000 toneladas anuales de residuos electrónicos y el gobierno nacional, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y ONU Medio Ambiente anunciaron una iniciativa conjunta para crear una industria formal de reciclaje, en la que también invertirá el sector privado.
Con esta iniciativa, también se logrará formalizar el trabajo de unos 100.000 nigerianos que actualmente se ocupan de tareas de chatarreo y reciclaje.
Mientras que en América Latina y el Caribe, un proyecto sobre basura tecnológica de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) cofinanciado por el GEF busca promover el desarrollo sostenible en 13 países, ayudando a establecer estrategias en cada uno de ellos y potenciando la cooperación regional.