A medida que las oficinas reabren y que el trabajo híbrido se convierte en una realidad, los nuevos modelos de trabajo expondrán a las organizaciones a un conjunto de riesgos. En lugares como el Reino Unido más del 60% de las empresas esperan adoptar el modelo de trabajo híbrido después de que las restricciones se alivien y la cifra es aún mayor (64%) a nivel mundial. Sin embargo, si bien la combinación de trabajar unos días en la oficina y otros días de manera remota promueve la productividad y el bienestar del personal, representa desafíos. En el centro de estos se encuentra su activo más importante y, potencialmente, el eslabón más débil de la organización en la cadena de seguridad: los trabajadores.
Los principales riesgos de seguridad de los dispositivos en el trabajo híbrido, son:
- Dispositivos móviles perdidos o robados: si no están protegidos con códigos de acceso, cifrado fuerte o funcionalidad de borrado remoto, las computadoras portátiles, los teléfonos inteligentes y las tablets podrían exponer los datos y recursos corporativos.
- Documentos en papel perdidos o robados: A pesar de la popularidad de las tecnologías digitales, los documentos tradicionales siguen siendo un riesgo para la seguridad.
- Navegación/intercepción de comunicaciones: Con el advenimiento de más viajes hacia y desde la oficina y otros lugares, existe un mayor riesgo de exponer conversaciones de video o espiar contraseñas y otros datos confidenciales. Dicha información, podría usarse para cometer fraude de identidad o para ataques de ingeniería social.
- Redes Wi-Fi inseguras: Un trabajo más remoto también significa una mayor exposición considerando los puntos de acceso Wi-Fi potencialmente riesgosos en lugares públicos, como estaciones de tren, aeropuertos y cafeterías. Incluso si tales redes requieren una contraseña, los trabajadores pueden estar en riesgo de la posible interceptación de las comunicaciones, malware, secuestro de sesiones o ataques de man in the middle.
La buena noticia es que estas amenazas han existido durante años y las políticas probadas y comprobadas pueden ayudar a eliminarlas. La urgencia proviene del hecho de que, muy pronto, la mayoría de los trabajadores pueden estar expuestos, y no solo un número relativamente pequeño de colaboradores que trabajaban de manera remota antes de la pandemia.
Estas son algunas recomendaciones para mitigar los riesgos de seguridad de los dispositivos:
- Capacitación y concientización de los colaboradores: Los programas de capacitación del personal pueden ayudar a reducir el riesgo de phishing. Estos mismos procesos se pueden adaptar para concientizar sobre las potenciales amenazas, incluidos temas como la administración de contraseñas, la ingeniería social y el uso seguro de la web. Las técnicas de gamificación son cada vez más populares, ya que aceleran el proceso de aprendizaje, mejoran la retención de conocimientos y afianzan cambios de comportamiento duraderos.
- Políticas de control de acceso: La autenticación de usuarios es una parte clave de cualquier estrategia de seguridad corporativa, especialmente cuando se administra un gran número de usuarios remotos. Las políticas deben adaptarse a la organización, pero las mejores prácticas generalmente incluyen contraseñas seguras y únicas, y la implementación de la autenticación multifactor (MFA, por sus siglas en inglés).
- Seguridad del dispositivo: Los dispositivos deben estar protegidos y administrados por el área de TI de la empresa. El fuerte cifrado de disco, la autenticación biométrica, el bloqueo remoto y el borrado de datos, la protección del código de acceso con bloqueo automático, la seguridad en endpoints, los parches regulares/actualizaciones automáticas y la copia de seguridad en la nube son elementos importantes.
- Zero Trust: Este modelo de seguridad es cada vez más popular, los usuarios pueden acceder a los recursos corporativos de forma segura desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo. La clave es la autenticación continúa basada en el riesgo de usuarios y dispositivos, la segmentación de la red y otros controles de seguridad. Las organizaciones deben asumir la infracción, aplicar una política de privilegios mínimos y tratar todas las redes como no confiables.
Fuente: ESET.
Last modified on 2021-11-04