El acuerdo comercial entre Ecuador y México está próximo a cerrarse. Las negociaciones, que han durado más de dos años, planean concretarse a finales del 2021. Este convenio comercial pondrá al Ecuador a un paso de incorporarse como Estado miembro a la Alianza del Pacífico, con grandes oportunidades para el comercio. Sin embargo, el cambio geopolítico, con la llegada del socialista Pedro Castillo al poder en Perú, podría afectar el panorama.
El nuevo gabinete presidencial ha procurado sentar las bases para un Ecuador con mayor apertura a intercambios comerciales. Estas acciones buscan garantizar un ambiente favorable para el comercio libre entre fronteras, así como la atracción de inversores nacionales y extranjeros.
El Ecuador puede beneficiarse de ello ya que se abre la posibilidad de acelerar el crecimiento económico, generar más plazas de trabajo y reducir la pobreza. Según un informe del FMI, la apertura hacia los mercados internacionales por sí sola no es suficiente para lograr esos objetivos, pero en las últimas décadas el éxito en materia de desarrollo ha estado asociado, en gran medida, a un enfoque orientado al exterior.
Las cifras también demuestran la importancia de la apertura hacia mercados extranjeros. Específicamente, durante 2020, en medio de la crisis sanitaria por el covid-19, las exportaciones de bienes ecuatorianos crecieron casi 11%, lo que equivale a un incremento de ingresos de aproximadamente $ 3.000 millones, según el Banco Central (BCE). Este fomento de la balanza comercial permitió mermar en cierta medida los efectos de la pandemia.
Frente a esta perspectiva, el Ecuador le apuesta a las ventas no petroleras en el exterior, ahora con México, y más adelante con Chile, Colombia y Perú dentro de la Alianza del Pacífico, para finalmente apuntar a un posicionamiento dentro de los mercados asiáticos a través de acuerdos con la Asociación de Países del Sudeste Asiático.
RELACIONES CON MÉXICO PARA EQUILIBRAR BALANZA COMERCIAL
Históricamente, la relación comercial entre Ecuador y México se ha desarrollado de manera dispar, según la Oficina Comercial de ProEcuador en México. Esto se debe a que las importaciones despuntan por sobre las exportaciones a esa nación, por lo que la balanza comercial es negativa para el país (Gráfico 1; para este análisis se tomaron datos previos a la pandemia, hasta febrero 2020). Por este motivo, se ha vuelto sustancial impulsar la cantidad de exportaciones del Ecuador.
Gráfico 1
Balanza comercial no petrolera Ecuador-México ($ millones)
En cuanto a los principales productos de exportación hacia México (Tabla 1), predomina la venta de cacao, con un porcentaje de participación de 43% durante el 2020, seguido de los enlatados de pescado, con 18%, y otras manufacturas de metales (6%). De dichos productos, solo los dos últimos presentaron una tendencia positiva a pesar de la pandemia, con una variación porcentual de 50% (lo que equivale a $ 4,8 millones) y 11%, (equivalente a $ 0,5 millones), respectivamente, frente a las ventas de 2019.
El cacao presentó una caída porcentual de -34%, es decir, $ 17,9 millones. Finalmente, el producto que presentó una mejor variación en contraste con el 2019 fue la maquinaria industria y partes, con una variación positiva de 67%, que representó $1,4 millones.
Tabla 1
Principales productos exportados a México (enero-noviembre 2020, $ millones FOB)
Con respecto a los principales productos importados desde México (Tabla 2), se verifica que las medicinas tuvieron la mayor participación porcentual en 2020 con un 11%, los automóviles livianos con 10% y artículos electrodomésticos con 9%. Según el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (MPCEP), la mayoría de importaciones de los productos principales cayeron durante la pandemia con en relación a 2019 con variaciones negativas de -26%, lo que implica una reducción por importaciones no petroleras de $ 175 millones.
Tabla 2
Principales productos importados desde México (enero-noviembre 2020, $ millones FOB)
A día de hoy, el nuevo acuerdo con México se configura como prioridad. Las negociaciones se encuentran en una fase final, se están revisando los últimos detalles en lo que respecta a acceso a mercados e industrias, inversiones, servicios y temas de propiedad intelectual, según declaraciones de la Cancillería.
Una de las mayores trabas que continúa atrasando la entrada en vigor de los acuerdos es el Art. 422 de la Constitución, en donde se expresa que “no se podrán celebrar tratados o instrumentos internacionales en los que el Estado ecuatoriano ceda jurisdicción soberana a instancias de arbitraje internacional en controversias contractuales o de índole comercial, entre el Estado y personas naturales o jurídicas privadas”.
Este inciso va en contra del capítulo de inversiones del tratado con México, pues este país ha condicionado la firma del acuerdo comercial al regreso de Ecuador al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), que abandonó en el año 2009 luego de que el expresidente Rafael Correa considerara inconstitucional que “la nación ceda jurisdicción a tribunales arbitrales internacionales”. Los únicos países que se han retirado del Ciadi, que es el tribunal de arbitraje para el arreglo de disputas y de diferencias relativas a inversiones y pertenece al Banco Mundial, son Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Por ello, el actual gobierno está tramitando la reincorporación del país al organismo. La embajadora de Ecuador en Estados Unidos, Ivonne Baki, suscribió días atrás el documento formal para ello. Sin embargo, la actual firma debe pasar por la Corte Constitucional, que debe determinar si el retorno al convenio es constitucional y si se necesita la aprobación de la Asamblea.
Para dimensionar la importancia de la inversión mexicana, se debe tener en cuenta que, según el Estado mexicano, la IED acumulada en el mercado ecuatoriano alcanza los $ 6.000 millones en los últimos 10 años. Respecto a la balanza comercial, esta se ha visto afectada por la pandemia, por la dificultad de transabilidad de los productos entre fronteras. Se evidencia una variación porcentual negativa de -0,90%, que indica que hubo pérdidas de $ -149 millones a $ -150,4 millones, por lo que la relación comercial entre ambos países se deterioró por la crisis sanitaria.
Gráfico 2
Balanzas comerciales totales, principales socios y variación porcentual enero-abril 2020 y enero–abril 2021 (valores FOB en $ millones)
Con este escenario, es imperante establecer las facilidades de transacción entre México y Ecuador, debido al interés de múltiples firmas mexicanas en exportar al país e instaurar alianzas estratégicas para “diversificar sus mercados” e “invertir en áreas como alimentos, telecomunicaciones, almacenamiento, manufactura y transporte, principalmente”.
Frente a esa perspectiva, el ministro Prado mencionó que para finales de año se espera ya concretar el acuerdo, después de la rigurosa examinación a los apartados.
ECUADOR AVANZA HACIA LA ALIANZA DEL PACÍFICO
Con el Acuerdo Bilateral con México en negociaciones finales, el Ecuador está cada vez más cerca de constituirse como socio de pleno derecho de la Alianza del Pacífico. El presidente de la República, Guillermo Lasso, mencionó que una de las prioridades de su mandato es concretar la entrada oficial del país a este bloque de integración económica y de desarrollo.
La Alianza del Pacífico se ha afianzado como uno de los ejes comerciales con mayor importancia en Latinoamérica. Este bloque de integración representa cerca del 41 % del PIB de América Latina, así como 40% exportaciones (lo que equivale a $ 627.000 millones), 38 % de IED y 60% del comercio regional.
La entrada del país a esta Alianza implica una fuerte cooperación de Chile, Colombia, Perú y México con la nación ecuatoriana. Esto debido a que la reglamentación del bloque estipula que una nación puede ingresar únicamente si ha suscrito tratados de libre comercio bilaterales con cada Estado miembro.
Según la Cámara de Comercio de Guayaquil, cuando el Ecuador se constituya como miembro oficial de la Alianza del Pacífico, tendrá la oportunidad de “aumentar sus exportaciones en, al menos, $ 398,6 millones”. De igual manera, se daría prioridad a los principales productos para exportación no petroleros, como el banano, cacao, camarón, madera, etc. En cuanto a la importación, se abaratarían “los vehículos, alimentos para animales, maquinaria y productos farmacéuticos”.
OTROS ACUERDOS MUTILATERALES
Una vez que el Ecuador pase a formar parte de la Alianza como Estado Asociado, habrá mayor facilidad para entrar en conversaciones con otros bloques económicos enfocados en mercados como el asiático o el norteamericano. La Alianza en sí representa una estrategia de posicionamiento geoterritorial hacia el Asia-Pacífico.
Una de las aspiraciones del gabinete presidencial es, a mediano plazo, suscribir acuerdos con la Asociación de Países del Sudeste Asiático (Asean), conformada por Singapur, Tailandia, Vietnam, Indonesia, Filipinas, Malasia, Brunei, Camboya, Laos y Myanmar. De igual manera, en la agenda comercial se contempla formalizar tratados con los mercados extranjeros más importantes como Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur y China.
DETRACTORES DE LA INTEGRACIÓN
La participación del Ecuador en estos tratados multilaterales está pensada dentro del modelo de apertura económica y comercial propuesto por el gobierno de Guillermo Lasso. El aparato estatal insiste en las ventajas de la integración para el fortalecimiento de las industrias ecuatorianas y un mayor alcance de los productos locales, pero estos planes no han estado exentos de críticas.
Diversos analistas económicos expresan que las instauraciones de los acuerdos podrían provocar un beneficio desigual que afecta directamente a algunos sectores económicos. Los grupos más vulnerables serán aquellos menos estructurados que no tienen los medios para competir con productos en el exterior.
De esta manera, sin el debido cuidado a estos sectores, la producción y el empleo nacional se verán debilitados, con bienes y servicios más baratos y con una mayor diversificación, pero con un sacrificio en el componente social que se esconde en las industrias menos consolidadas, como algunos mercados dentro del ámbito agropecuario. Queda en juego la búsqueda del crecimiento económico contra la distribución equitativa de la riqueza generada.
Frente a esta perspectiva, es imperante poner como prioridad la conciliación entre la integración y la protección a los productores nacionales, para que estén reforzados de tal manera que aprovechen las interacciones comerciales, con un mejoramiento técnico y un apoyo constante para mejoras en su productividad. Lo importante es crear las condiciones necesarias para conseguir que los costos de la materia prima nacional puedan ser competitivos a escala internacional.
ESCENARIOS GEOPOLÍTICOS PODRÍAN AFECTAR EL ACUERDO
El triunfo de Pedro Castillo como presidente de Perú se contrapone con la línea que están siguiendo la mayoría de Estados latinoamericanos que son parte de la Alianza del Pacífico, más enfocada a la apertura que al proteccionismo económico.
Los planes del candidato planean centrarse en las dinámicas locales de ese país, dejando de lado y restándole prioridad a los tratados comerciales internacionales. Esto representa una traba para la ejecución de los acuerdos previamente establecidos.
Según el plan de gobierno del partido de Perú Libre, que Castillo representa, se realizará una “revisión, regulación o anulación de los tratados internacionales. Los Tratados de Libre Comercio (TLC), Alianza del Pacífico (AP), Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), entre otros, han convertido [a Perú] en una colonia comercial con fines de ser elementos intermediarios de sabotaje (…), siendo el sector agrícola el más golpeado”.
Las propuestas de Castillo se desapegan de los planes de Lasso de abrir las fronteras de Ecuador. La razón de la ideología de Castillo y su desaprobación por la integración es que “los TLC han liquidado la empresa nacional, aplicando dumping, es decir, vendiendo un objeto por debajo del costo de producción, con la finalidad de liquidar a las empresas nacionales que compiten en el mercado y lograr la exclusividad”.
La reconfiguración de las tendencias regionales plantea incógnitas sobre el futuro de varios acuerdos y bloques económicos. Por lo pronto, Ecuador sigue en miras de posicionarse dentro de los mercados internacionales, para fortalecer las dinámicas locales y hacer posible una competencia justa con productos extranjeros.
(*) Elaborado por Aitana Veloz, analista económica Revista Gestión.
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Last modified on 2021-07-01