La nueva era digital ha transformado la manera en que concebimos al mercado financiero. Las criptomonedas, y particularmente el bitcoin, han arrasado en popularidad para todo tipo de transacciones, desde la compra de productos hasta inversiones en la bolsa de valores. Pero, ¿cómo funciona realmente? ¿Cómo incursionar en este nuevo mundo? Para esto es necesario empezar por los conceptos básicos, pero además entender los riesgos que puede acarrear el uso de criptomonedas.
Para empezar a comprar e invertir en criptodivisas, es fundamental comenzar de cero y comprender a profundidad las propiedades monetarias y trasnacionales de estas monedas virtuales. Estar informado es la clave para posicionarse como un buen usuario en el mercado financiero digital.
QUÉ ES EL BITCOIN Y CÓMO FUNCIONA
La tecnología Blockchain, o cadena de bloques, es la base sobre la que se erigen las criptomonedas. Gerald Frank León, ingeniero chileno y analista experto en criptomonedas en Libertex Américas, explica a GESTIÓN que las criptomonedas se caracterizan por ser “activos digitales que están pensados como vehículos de inversión, medios de pago o reservas de valor”.
Por lo tanto, las criptomonedas tienen las mismas funciones que las divisas tradicionales, pero con elementos tecnológicos de codificación de la información que las destacan como una alternativa a los modelos estándar de intercambio. En este escenario, el Bitcoin ha sido la moneda digital más emblemática desde los inicios de los criptoactivos, siendo la pionera y protagonista en los mercados bursátiles.
La funcionalidad de estas nuevas divisas, también llamadas tokens, se basa en asegurar las transacciones mediante una criptografía que gestiona la verificación de los acuerdos y negocios entre los usuarios. Esto se logra a través del Blockchain, que sirve como una base de datos que registra los movimientos entre los participantes, con estrategias de cifrado y encriptamiento para garantizar la emisión de unidades monetarias y comprobar constantemente la transferencia de fondos.
El experto señala que, dentro del gran espectro de las criptomonedas, estas se diferencian por ser centralizadas o descentralizadas. Particularmente, el bitcoin se maneja dentro del ámbito descentralizado, en la medida que se hace posible la generación de estas monedas virtuales “sin que exista una institución particular central que las regularice”. Y, por otro lado, se encuentran las centralizadas que, aunque calzan en las criptodivisas que no pueden ser manejadas desde un Banco Central, “sí están supervisadas por una empresa, con su respectiva mesa directiva, por lo que sí hay un control sistémico de las mismas”.
Es importante considerar que cada bitcoin tiene un código único que se almacena en un “digital wallet” o “billetera digital”, con claves o “llaves privadas”. Es así que los usuarios pueden recibir o enviar bitcoins y manejarlos de manera segura desde sus dispositivos inteligentes.
DE DÓNDE NACEN LAS CRIPTOS Y CÓMO SE RESPALDAN
El nacimiento de los Blockchains se dio de la mano de la criptomoneda más conocida, el bitcoin, en el año 2008, en un contexto de crisis económica global. Según la BBC, este nuevo sistema fue creado por Satoshi Nakamoto, pseudónimo de una persona cuya identidad real es desconocida hasta el día de hoy. Este fue el hito inicial con el que se revolucionarían los modelos centralizados bajo los cuales se sustentan tradicionalmente las operaciones económicas.
Gerald Frank León comenta que el bitcoin nace con “la idea de un sistema financiero que sea igualitario y que proteja a los usuarios de la inflación”. Esto se logra mediante un “sistema de minería”, con un máximo de 21 millones de monedas, donde los “mineros” registran en tiempo real las transacciones, por lo que cualquier persona de la red puede ver estos cambios conforme van sucediendo con total transparencia.
Frente a esta perspectiva, los únicos dueños del bitcoin, al no sustentarse a través del manejo central de aparatos administrativos, son los mismos usuarios que entran en este mundo de las monedas digitales. Esta nueva forma de pago ha despertado el interés de instituciones, a la par de personas naturales con grandes capitales.
En cuanto a la manera de validar los intercambios con estas divisas virtuales, el experto menciona que se pueden dar a través de dos formas: “Proof of stake (POS)” y “Proof of work (POW)”. Él explica que “el POS se conforma por piscinas en donde se acumulan capitales, y en donde cualquier persona puede ser proveedor de liquidez”. Esto facilita las operaciones en el mercado porque, mientras más proveedores de liquidez existan, se crean nodos que fungen como validadores de las transacciones.
Asimismo, comenta que “el POW es la prueba de trabajo”, que es el caso de bitcoin, y en donde entra también el sistema de minería antes mencionada. En este, “se requiere de procesadores que trabajen rápidamente, pero que consumen mucha energía” lo cual podría ser una desventaja de los bitcoins, en detrimento del medio ambiente.
SU CRECIENTE POPULARIDAD Y LA CREACIÓN DE OTRAS CRITPTOMONEDAS
Los Blockchains y las transacciones en línea pronto se hicieron mundialmente conocidas. Su atractivo residía en la conservación segura de los datos y el seguimiento constante de las diversas fases de las transacciones, no solo del estado final del registro, sino el historial completo de los movimientos realizados.
Su popularidad alcanzó el pico más alto cuando se volvió conocido el “Halving” que, de acuerdo con el analista, “es un proceso que ocurre cada cuatro años en donde las recompensas del sistema de minería de bitcoin se reducen a la mitad”. Esto provoca una reducción considerable de la oferta de circulante e incrementos en el precio.
No obstante, a lo largo de los años han surgido otras monedas basadas en el bitcoin que se conocen como “altcoins”. Actualmente, una de las criptomonedas que más se ha negociado en el mercado de divisas virtuales es Tether, con $ 153,65 millones a mayo del 2021 (Gráfico 1). Esto se da porque tiene un valor fijo con respecto al dólar, que es una moneda fuerte. Es así que su grado de volatilidad es bajo y controlado, por lo que es preferida entre los inversionistas.
En el segundo lugar se encuentra el bitcoin (con $ 70,45 millones) que, a pesar de ser la primera y la más conocida, a mayo del 2021 no figura como la moneda digital más negociada, según Statista (Gráfico 1). Esto se explica por las fluctuaciones en su precio y su volatilidad. De esta manera, los expertos inversores observan y analizan estas variaciones y sus tendencias, con el fin de obtener importantes réditos a través de la especulación de esta.
Gráfico 1
Ranking de las principales monedas virtuales en el mundo según el volumen de negociación, mayo 2021
DIFERENCIAS CON LAS MONEDAS TRADICIONALES
Los modelos tradicionales de intercambio se atienen a altos costos de transacción, así como lentitud para procesar las operaciones; un ejemplo de esto son las remesas. Gerald Frank León menciona que existe gran cantidad de moneda que se envía de un país a otro, y que estos procesos “son caros, y lentos”. Las comisiones para efectivizar los envíos pueden variar entre 10% y 30%, y para su finalización podrían pasar semanas e incluso meses. No obstante, con las criptomonedas, el experto asegura que las transferencias “se realizan de manera instantánea, con comisiones extremadamente bajas, llegando, en ocasiones, a menos de un dólar”.
En ese sentido, el valor de estas divisas no está asociado a la confianza en el Estado, como las monedas emitidas por el Banco Central, sino a la confianza en el sistema de encriptamiento de información. Esta situación, por lo tanto, ha sentado un precedente que destruye del monopolio del dinero por parte los gobiernos y entidades bancarias tradicionales, y se da paso a consensos mediante tecnologías efectivas, transparentes y fuertemente consolidadas.
VENTAJAS Y LIMITACIONES
Existen un sinnúmero de características propias de este sistema digital que han hecho que estas nuevas tecnologías sean tan atractivas para validar operaciones a través de las redes. Las propiedades que más son valoradas por los usuarios son el anonimato, la inmutabilidad del sistema, la transparencia, la ausencia de intermediarios o terceros y el ahorro de costos.
Sus innovadoras propuestas han dado mucho de qué hablar, y dividen opiniones, ya que esas mismas propiedades podrían considerarse amenazas. Para el experto, el anonimato podría configurarse como “una ventaja o desventaja, dependiendo del enfoque del que se esté analizando la transacciones”. A través de la criptografía y los cifrados de extremo a extremo se ha conseguido un sistema anónimo. Esto es posible ya que, en la medida en que las criptomonedas fungen como dinero efectivo, no interesa realmente la identidad del ejecutor mientras la transacción correspondiente sea registrada de manera efectiva. Es así que, aunque parezca que el operar en el anonimato se contrapone con la transparencia del sistema, esto no es así gracias a que el historial de movimientos está actualizándose constantemente, por lo que el anonimato del usuario y transparencia de la red sí son posibles.
Otra ventaja de las criptomonedas es que, al basarse en una red “peer to peer” o “persona a persona”, no hay necesidad de que un tercero valide la fiabilidad del acuerdo o negocio. Esto conlleva a un ahorro significativo de cargos de transacción. De igual manera, las cadenas de los bloques Blockchain están tan bien consolidadas que realizar cambios o modificaciones de datos es prácticamente imposible, lo que convierte al sistema en uno inmutable.
Esto se une a la conectividad que está presente en la actualidad. El experto menciona que, aunque “muchas personas no dispongan de computadoras, o tengan energía eléctrica limitada, se encuentra que al menos 70% de la población del mundo tiene un celular”. Y ese porcentaje va en aumento, lo que implica que cada vez más personas pueden acudir a este sistema para el envío de datos e integrarse al mundo del bitcoin.
No obstante, entre las dificultades o limitaciones de este software de intercambio se encuentra la desinformación. De acuerdo con Gerald Frank León, “sí existe la posibilidad de estafas porque las personas no saben con claridad cómo proteger sus cuentas, lo que los deja a expensas de prácticas desleales” que, según menciona, son muy fáciles de evitar con el debido control de las cuentas personales.
¿POR DÓNDE EMPEZAR?
Según Gerald Frank León, lo primero y más importante es definir el perfil con el que se van a involucrar en el mundo de las criptos. Existen dos posibilidades: ser “holder” o “trader”. Los holders, explica, “son los que hacen inversiones a largo plazo, comprando bitcoin y guardando esas unidades monetarias para venderlas en cinco o diez años”. Y, por otro lado, “los traders, que manejan sus compras y ventas en el corto plazo, prácticamente a diario”. Según el experto, ambas opciones generan ganancias, todo depende de las aspiraciones de los usuarios y lo que quieran conseguir como inversores.
Como segundo punto, el experto recomienda operar y depositar su dinero desde “plataformas consolidadas, como Libertex América, que pongan a disposición de sus clientes seminarios o cursos” para tener más conocimiento de cómo adquirir y transferir las divisas digitales, para estar preparado para enfrentar la volatilidad de los precios y estar conscientes de los posibles riesgos, así como los rendimientos al invertir en bitcoin. Esto se logra, entonces, con la educación constante en el tema y con “la guía de un asesor especializado que explique paso a paso cómo incursionar en este mundo”.
Finalmente, para obtener réditos positivos, el experto sugiere que, al invertir capital, “se debe elegir muy bien la criptomoneda que se va utilizar, y para esto se debe comprender cómo se mueve el mercado de las criptos en general”. Explica que el Bitcoin siempre va a ser un buen punto de referencia, ya que “cuando el Bitcoin sube, todas suben, y viceversa, siempre a través de ciclos”. Es así que, si se logra dominar el conocimiento en cuanto a las tendencias de movimiento de los ciclos, es más fácil tomar mejores decisiones a la hora de comprar o vender.
Según el analista “el código del bitcoin es inalterable, y no puede ser vulnerado, ya que nadie puede ni quitar ni aumentar datos”. Por eso sugiere invertir la mayor cantidad de criptomonedas en Bitcoin, y a partir de eso destinarle un menor porcentaje a las demás (Ethereum, Tether, etc.).
EL BITCOIN EN LATINOAMÉRICA Y EL ECUADOR
A nivel mundial, los usuarios le dan un uso cada vez más cotidiano al Bitcoin. En Latinoamérica, no obstante, las circunstancias son diferentes, debido a que se le ha dado una utilización muy reducida al bitcoin en comparación con el resto del mundo. Pero se ha visto una adopción gradual de las mismas, especialmente en Perú, Argentina y Chile”.
En cifras, Statista llevó a cabo una encuesta para determinar en qué países se utilizaba más las criptomonedas. Se encontró que Nigeria se ha convertido en uno de los líderes mundiales en el comercio de monedas digitales, ya que un tercio de los nigerianos encuestados mencionaron que poseían o habían utilizado en 2020 divisas virtuales, la tasa más alta de los 74 países incluidos en la encuesta. Le siguen Vietnam y Filipinas, con aproximadamente uno de cada cinco encuestados que aseveran usar criptomonedas (Gráfico 2).
En América Latina, Perú lidera el uso de criptodivisas, con el 16% de los encuestados, seguido de Argentina (14%) y Chile (12%). Suiza fue el país con la mayor tasa de adopción en Europa junto con Grecia, con un 11% cada uno. Por último, Japón fue el país de la encuesta en el que menos personas dijeron utilizar o poseer criptodivisas, con un 4%, el porcentaje más bajo de la encuesta junto con Dinamarca.
Gráfico 2
Porcentaje de encuestados que afirman usar o poseer criptomonedas, por países**
Para el caso ecuatoriano, el analista menciona que la adopción de las criptomonedas, y en especial el bitcoin, se dará de manera lenta pero sostenida, ya que el país puede tomar como ejemplo otras experiencias de sus países vecinos, como Colombia, o incluso Chile.
Él asegura que “ya ha comenzado la carrera regional por ver quién adopta las criptomonedas de forma legal”, empezando por el Salvador, con una adopción rápida de los nuevos proyectos de ley, seguidos posiblemente por Paraguay y Panamá, así como Argentina y Brasil.
POSIBLES RIESGOS DE SU USO Y EL MARCO LEGAL ECUATORIANO
No obstante, es sustancial considerar la legislación ecuatoriana en materia de criptomonedas. En enero de 2018, el Banco Central del Ecuador emitió un comunicado que aseguraba que el bitcoin no está reconocido como medio de pago, debido a que no está expresamente considerado en la normativa legal nacional. A pesar de esto, los usuarios del bitcoin siguieron invirtiendo.
Estas declaraciones se amparaban en el Código Monetario Financiero, específicamente en el Art. 94, en donde se estipula que el dólar de los Estados Unidos de América es la moneda de curso legal, por lo que no se pueden adquirir bienes o servicios con criptomonedas.
Sin embargo, el BCE dejó en claro que no prohibía la compra y venta de las criptomonedas, pero alertaba a la ciudadanía a que fuera cautelosa debido al alto riesgo que representan estas monedas virtuales al no tener respaldo, ya que sustentan su valor en la especulación. Mencionó, además, que las transacciones financieras realizadas con bitcoins no están supervisadas ni reguladas por ninguna entidad del Ecuador, por lo que siempre habrá un factor de riesgo.
En ese sentido, no está permitido utilizar al bitcoin como medio de pago o intercambio para comprar productos, pero sí es posible la posesión de unidades monetaria de bitcoins, debido a que su compra y venta no implica una emisión de dinero, por lo tanto, no es ilegal. Pero cada quien debe invertir bajo su propia responsabilidad, con un gran entendimiento en la materia, para evitar estafas y transacciones mal ejecutadas.
En suma, los usuarios deben estar conscientes de que invierten bajo su propio riesgo, y que si se pierde dicha inversión, no existe una institución a la que remitirse para reclamar. Deben tener muy en cuenta la volatilidad del valor de las criptodivisas, especialmente del bitcoin, ya que pueden subir o bajar de la noche a la mañana, lo que genera una inestabilidad en la rentabilidad esperada. A pesar de que el bitcoin es una moneda muy atractiva en la actualidad, lo mejor es estar preparado, investigar y conocer bien cómo funciona este mundo de las cripto para operar con cautela, y no invertir en activos desconocidos o que ofrezcan réditos descomunales, pero poco viables e irreales.
(*) Elaborado por Aitana Veloz, redacción Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2021-06-27