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La producción del trabajo no remunerado aporta un 20% al PIB. De este 20%, las mujeres producen el 15%, mientras los hombres el 5% restante. Aunque la brecha de escolaridad entre hombres y mujeres no es tan grande, la carga laboral sí. Las mujeres dedican 46% de su tiempo para trabajar y los hombres el 40%, esto equivale a que las mujeres tienen casi dos horas menos de ocio. A pesar de ello, hay 1,1% más mujeres con instrucción superior o posgrado que los hombres y que, sin embargo, son menos remuneradas.                               

El Trabajo No Remunerado (TNR) es el tiempo dedicado a actividades domésticas, de cuidado y de apoyo a la comunidad sin recibir paga alguna. El INEC publicó por primera vez la Cuenta Satélite en 2014, esto permitió analizar ciertos indicadores económicos que aclaran la igualdad o desigualdad entre hombres y mujeres.

Enfocándonos en la escolaridad de las personas versus el TNR, se puede distinguir que la carga de trabajo doméstico recae principalmente en mujeres jóvenes; mayoritariamente entre los 18 a 29 años (edad crucial para culminar los estudios superiores) y entre los 30 y 44 años (etapa activa en el mercado laboral) (Gráfico 1). Las actividades del hogar, sumada a las responsabilidades de educación o laborales, hacen que las mujeres tengan mayor carga laboral, teniendo 6% menos tiempo para actividades no productivas o de ocio en contraste con los hombres.

Gráfico 1
Producción del TNR según sexo y grupos de edad

HOMBRES: A MAYOR NIVEL DE INSTRUCCIÓN, MAYOR PARTICIPACIÓN DE ACTIVIDADES DOMÉSTICAS

Aunque haya más hombres dentro del sistema de educación que las mujeres, la brecha no es tan grande (Gráfico 2). Incluso en niveles altos de educación, como superior o posgrado, las mujeres sobrepasan, en número, a los hombres. Esto se da ya que los hombres, a medida que aumentan su nivel de instrucción, tienen mayor participación dentro de las actividades no remuneradas, y el caso contrario para las mujeres. Sin embargo, en el mercado laboral las mujeres siguen teniendo un salario inferior.

Gráfico 2
Nivel de instrucción según sexo

 

Para diciembre 2019, mientras los hombres tienen un ingreso promedio de $ 345,50, las mujeres perciben un salario de $ 292,70 por lo que la brecha salarial entre hombres y mujeres es de $ 52,80, siendo la más baja en los últimos 12 años (Gráfico 3). Aun así, hay 1,3% más mujeres desempleadas que hombres desempleados y 14,2% menos mujeres que cuentan con un empleo adecuado (30,6% específicamente), frente al 44,8% de hombres que tienen un empleo adecuado. El Foro Económico Mundial (WEF) resolvió que tomará más de 99 años y medio eliminar la brecha de género, mientras que para cerrarse la brecha económica tardará al menos 257 años, 55 años más que lo estimado en 2018; esto se debe al deterioro laboral de las mujeres.

Gráfico 3
Ingresos laborales según el sexo

Estadísticamente, se evidencia que existe una mayor carga laboral a las mujeres, realidad que ocurre como un factor cultural. No obstante, el hecho de que ya se realice una Cuenta Satélite es un avance que permite considerar cuestiones de género para la política pública. Además, resaltar que para 2020, Ecuador será sede para el Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Economía Feminista (IAFFE 2020).

Por: Karen Lucero, redacción Revista GESTIÓN.

 

 

 

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Last modified on 2020-02-02

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