A puertas de la deflación

Enero de 2018 fue el quinto mes consecutivo con resultados negativos en inflación interanual. Hace pocas semanas, la gerente general del Banco Central, Verónica Artola [1], descartó que el país esté enfrentando una deflación y mencionó que de acuerdo con los parámetros técnicos del FMI, si la economía tiene variaciones anuales negativas por al menos seis meses seguidos, entonces sí sería el caso.

Gráfico 1

Cinco meses de resultados negativos de inflación (septiembre 2017-enero 2018)

Fuente: INEC.

Elaboración: Consultora Multiplica.

En ese sentido, un febrero con una variación negativa de los precios al consumidor daría el campanazo final para hablar de una deflación oficialmente y a la estricta.

La deflación es una situación complicada para la economía de un país, pues los consumidores esperan que los precios sigan bajando para adquirir bienes y servicios (se reduce la demanda), lo que afecta las ventas del oferente, quien recibe menores ingresos para cubrir sus costos, reduciendo su margen de gananciay competitividad.

Esto en definitiva se traduce en un desincentivo del consumo, que conlleva una menor producción y aumento del desempleo, dando lugar a un círculo vicioso.

No obstante, la deflación puede tener un lado positivo, pues permite un reajuste de precios (lo que es positivo en el país que se ha encarecido con la dolarización) y mejora el poder adquisitivo de los salarios. El analista Pablo Lucio Paredes [2] considera que los procesos deflacionarios son más bien negativos, y por eso es mejor que los ajustes se hagan rápidamente, mientras que Artola [3] sostiene que la deflación tiene algo de bueno por el aumento del poder adquisitivo del ciudadano, aunque es claro que no motiva a los productores. 

Por ello se hace urgente generar una política pública que incentive la producción y el consumo.  Dado que Ecuador no tiene una moneda propia no puede aplicar estímulo monetario, por lo que un programa económico integral que corrija en el mediano plazo los desequilibrios fiscales, monetarios y del sector externo contribuirán a ganar equilibrio macrofiscal y retornar a una variación de precios positiva