El primer paso para enfrentar la crisis económica que sobrevendrá a la crisis sanitaria es aceptar que el Ecuador será más pobre y que no hay forma de cambiar esta realidad sin un esfuerzo colectivo. El Gobierno, que no tiene espacio para maniobrar financieramente, anunció ya unas primeras medidas que primero deberán tramitarse en la Asamblea, pero que claramente son insuficientes y exigen más a la ciudadanía que al Estado, de quien se espera un esfuerzo mayor. Hace falta priorizar el rescate del empleo y extender medidas fiscales que signifiquen un verdadero impulso a la economía.
ALISTARSE PARA UN ECUADOR MÁS POBRE
Que el Ecuador será más pobre cuando la crisis sanitaria se suavice es la conclusión a la se llegó en la conferencia “La economía luego de cuatro semanas de cuarentena” del jueves pasado, antes de que el Gobierno de Lenín Moreno anunciara el viernes 10 de abril las medidas con las que espera paliar en algo la situación.
En este conversatorio organizado por la Universidad de las Américas (UDLA), que se convirtió en un preámbulo del anuncio de Moreno, el exjefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial y actual director del Centro de Investigaciones Económicas de la UDLA, Augusto de la Torre, explicó que respecto a la región el Ecuador es uno de los eslabones más débiles de la crisis porque “no tiene espacio fiscal, no tiene ahorro fiscal, no tiene reservas internacionales (Gráfico 1), no tiene acceso a los mercados y no tiene moneda propia”.
Gráfico 1
Reservas Internacionales Ecuador
A diferencia de la mayoría de países del mundo, pero en especial de los vecinos Colombia y Perú, el Ecuador no tiene capacidad de emitir moneda ni de usar maniobras fiscales que le den algo de oxígeno, es por ello que la única salida que tiene es aplicar políticas públicas extraordinarias y recurrir a financiamiento externo. Sobre el segundo punto, el Gobierno señaló que la próxima semana llegarán cerca de $ 130 millones provenientes del Banco Mundial, BID y la CAF que se destinarán únicamente la crisis sanitaria.
¿QUÉ TAL SOLIDARIOS SON LOS ESFUERZOS ECONÓMICOS?
Pero en el plano de las políticas públicas, se prevé que sean los esfuerzos solidarios desde todos los frentes los que marquen la tónica. Como lo explica De la Torre, “la salvación del Ecuador” para salir de esta crisis con el menor grado de destrucción del empleo, del valor económico y del empobrecimiento “es combinar una reacción de política pública muy agresiva, donde vamos a tener que ayudarnos a nosotros mismos de manera solidaria, con una asistencia internacional mayor”.
¿Qué quiere decir esto en términos prácticos? Que el país deberá dejar de lado, por ejemplo, su paradigma actual respecto a las normas laborales. De la Torre ya mencionaba que un primer punto sería levantar un tipo de contribución solidaria que recabe recursos de los que más tienen en favor de los que menos tienen y más necesitan.
Y así ocurrió. Entre las medidas del Gobierno está la constitución de un fideicomiso humanitario y de reactivación productiva que será alimentado de dos fuentes: las empresas y la ciudadanía:
- Con el fin de que los pequeños productores no quiebren, las compañías con ganancias de más de $ 1 millón aportarán con el 5% de su utilidad en tres cuotas mensuales.
- Durante nueve meses, quienes tengan un ingreso mensual de $ 500 o más realizarán aportes a la cuenta humanitaria de forma proporcional. Con este aporte se espera recaudar entre $ 695 y $ 800 millones y se prevé ampliar el bono de protección familiar a un millón de familias más, es decir, llegar a dos millones de familias en total.
Sin embargo, el tema podría encontrar resistencia en la Asamblea. Partidos como el Socialcristiano ha dejado por sentado en varias ocasiones que no apoyará ningún tipo de contribución que atente contra el bolsillo del ciudadano común, lo mismo han dicho los correístas. Es decir, lo que está en la mira es el músculo político.
Hasta el cierre de esta edición el proyecto de ley, que tendría el carácter de económico urgente, no llegaba al Legislativo. En caso de que no exista viabilidad en el parlamento, el Ejecutivo deberá plantear una nueva salida o negociar con los actores políticos para alcanzar su objetivo.
PARA PROTEGER EL EMPLEO NO BASTAN MEDIDAS PARCHE
Lo segundo que plantearon los expertos ante la crisis económica es que para proteger el empleo y evitar la quiebra de las empresas, se necesita aceptar que los niveles salariales del Ecuador, medidos en dólares, van a tener que equipararse a los de Perú y Colombia (Gráfico 2). El salario mínimo en Colombia, por ejemplo, bordea los $ 265, mientras que en Perú alcanza casi los $ 300. “¿Cómo puede el Ecuador salir de esto con un salario mínimo que es casi el doble?”, cuestionó De la Torre.
Gráfico 2
Salarios mínimos en Latinoamérica
Es decir, llegará el momento de discutir sobre la posibilidad de tener salarios más bajos, pero también menos dividendos para las empresas, o que esas utilidades se destinen únicamente para reinvertir en el negocio, pues “si queremos proteger el empleo (es decir, tener menos despidos) y el aparato productivo tenemos que aceptar un sacrificio en los ingresos, tenemos que ser solidarios”.
Esto debido a que la dolarización necesita protegerse y para lograrlo se precisan de acuerdos cooperativos. Pero, claro, esta cooperación no podrá ocurrir de forma espontánea. Para ello se requiere de la participación efectiva del Gobierno, que sea el que plantee la necesaria política pública.
Al respecto, lo que hasta ahora ha propuesto el Gobierno es una ampliación del seguro de desempleo que entrega el IESS. La idea es reducir el tiempo mínimo que se debía esperar para cobrar este beneficio de 60 días a una semana. Los afiliados en relación de dependencia, trabajadores independientes sin relación de dependencia y los afiliados voluntarios residentes en el Ecuador podrán acceder a este seguro. Podrán aplicar todas las terminaciones laborales (a excepción de renuncia voluntaria).
Las otras medidas son la creación de contratos laborales emergentes por dos años y la reducción de la jornada laboral, como una forma de dar “oxígeno al empleo”, dijo el ministro de Finanzas, Richard Martínez, pues –según datos oficiales- la crisis por el coronavirus podría dejar a 508.000 personas sin trabajo. A la par, el Ministerio de Trabajo ya ha desarrollado acuerdos ministeriales para facilitar la relación entre trabajadores y empleados.
Pero Fidel Jaramillo, decano de la Escuela de Negocios de la UDLA y exrepresentante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Costa Rica, considera que las medidas deben ir más allá, pues el momento excepcional que vive el país requiere de medidas excepcionales, y si bien hay una responsabilidad social de proteger el trabajo, se deben procurar mecanismos que alivien el pago de obligaciones laborales, tributarias y financieras a cambio de que las empresas mantengan los niveles de empleo (Gráfico 3).
Gráfico 3
Empleo pleno, subempleo y desempleo (2007 – 2019)
Es decir, generar estos beneficios para aquellas empresas que puedan mantener su nómina. “Accedes a ciertos beneficios, pero como contraparte te obligan a mantener el empleo”, sugiere, además de otro tipo de mecanismos como la suspensión temporal de la jornada de trabajo. Gobiernos europeos, como el de Alemania, e incluso latinoamericanos, como el de Perú, están considerando asumir el pago parcial de los salarios de las empresas a cambio de que estas no despidan a sus empleados.
¿LUCES AL FINAL DEL TÚNEL?
Esas soluciones soñadas no se podrían aplicar en el Ecuador por la falta de recursos y ahorros; sin embargo, es posible estudiar alternativas similares y evitar una debacle mayor.
Lo que es claro, a decir de los expertos, es que el país va a necesitar una suspensión temporal del marco legal vigente y durante ese periodo de suspensión habrá que hacer cosas extraordinarias que permitan llegar a acuerdos cooperativos entre empresas, empleados, proveedores y trabajadores.
Y, sobre todo, como insiste De la Torre, lo principal en este momento es entender lo que sí podemos hacer. “De esta emergencia el Ecuador va a salir más pobre y tiene que reconocer que estará más pobre, en todos los estratos tenemos que hacer sacrificios compartidos para aceptar que somos más pobres (Gráfico 4) y tener gran espíritu de solidaridad para entender que algunos podemos absorber mejor que otros” las consecuencias de la crisis.
Gráfico 4
Pobreza y pobreza extrema en Ecuador
Hasta ahora las medidas, que todavía no tienen un horizonte claro y que las iremos analizando paulatinamente, no satisfacen. Empresarios las critican, lo mismo que trabajadores y políticos, quienes apuran al Gobierno a remar para su lado. Es decir, cada quien mira en su dirección y provoca que un acuerdo nacional sea distante cuando más urgente se vuelve. Si usted tiene alguna idea para mejorar la situación económica que crea merezca ser compartida y analizada, escríbanos a gestiondigital@multiplica.com.ec.
(*) Editora general de Revista GESTIÓN.
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Last modified on 2020-04-12