La reciente encuesta de Cedatos evidencia que el panorama político no es nada alentador, sobre todo porque está marcado por el pesimismo y la incertidumbre de los ciudadanos, lo que influye directamente en su desencanto por la política y en su poco interés por las elecciones venideras. Tan complejo es el tema que apenas 6% de la población cree que el país va por buen camino, mientras 89,5% dice que vamos por mal camino.
Pero, además, la mayoría (54,5%) afirma que la situación del país empeorará y apenas 16,9% se siente optimista, mientras que 25,1% cree que todo seguirá igual. Esto tiene relación con que la mayor cantidad de ecuatorianos (78,2%) se sienten preocupados, frustrados y tristes, mientras que apenas 18,1% son optimistas y se sienten esperanzados.
Uno de los motivos de esta sensación de incertidumbre recae sobre la situación económica, pues 61,7% de los entrevistados reportó que alguien cercano a su familia o él mismo perdió su trabajo en los últimos tres meses. Si bien este porcentaje ha bajado en comparación de septiembre (73,5%), sigue siendo preocupante.
Así, los candidatos se enfrentan a un escenario difícil y tienen una larga tarea para convencer al electorado. Si usan la información estadística sabrán que sus ofertas deberán enmarcarse en los principales problemas referidos por los ecuatorianos, que son principalmente los económicos, la carestía de la vida, la pobreza y la deuda pública (32%), seguidos del desempleo y el subempleo (25,3%), de la corrupción y el mal manejo del Gobierno (17%) y de la zozobra respecto al coronavirus y la salud (15,8%).
Pero además deberán lidiar con la apatía de la población, pues apenas 33,6% de consultados está muy interesado en las elecciones, mientras 65,6% está poco o nada interesado. Por eso no tiene nada de extraño que solo 33,2% -casi el mismo porcentaje de los que se muestran interesados- haya ya decidido por quién votará para presidente del Ecuador en febrero de 2021.
A tres meses de que se concreten los comicios, las tendencias electorales no se muestran claras, pues no hay un candidato favorito. Al menos es evidente que las elecciones no se resolverán en una sola vuelta y que mucho dependerá de que las ofertas de los aspirantes conecten con las necesidades de la población para despuntar y hacerse con el sillón presidencial.
Last modified on 2020-12-11