Hasta hace pocos meses, la mayor preocupación del ecuatoriano era su situación económica. Esa inquietud no ha dejado de ser importante, pero ha sido claramente superada por la incertidumbre de la pandemia ocasionada por el Covid-19. La reciente encuesta de Cedatos muestra que, hoy por hoy, lo que más le quita el sueño al ciudadano es la posibilidad de enfermar o que uno de los suyos enferme y muera.
Pero además hay un mensaje importante: en lo que menos está pensando hoy el ecuatoriano es en las próximas elecciones, pues apenas un 10% de la población sabría por quién votar si los comicios fueran en estos días. ¿En qué se traduce aquello? En que los políticos y las autoridades deben entender que en este momento lo que se necesitan son soluciones, lejos de protagonismos y egos que solo entorpecen la salida del túnel.
Si la clase política entiende el mensaje de la sociedad, debería estar pensando en una estrategia de crisis para encontrar las mejores alternativas que nos ayuden a todos, porque las pérdidas que deje la emergencia también serán compartidas. Quienes logren comprender que en este momento la población no quiere hablar de candidaturas, sino de soluciones, seguramente podrán hacerse un espacio en la papeleta electoral después y recibir el respaldo de la ciudadanía en las urnas, pero hoy no.
Como lo mencionamos arriba, la encuesta de Cedatos revela que la mayor preocupación y los principales problemas de los ecuatorianos provienen del coronavirus, el temor al contagio y las dificultades de acceso a los servicios de salud (42%), seguido de la situación de la crisis económica y la desocupación (26%), la escasez de alimentos y medicinas (17%), y la cuarentena, la separación familiar, la violencia y la indisciplina de la población (15%).
Esto se liga con las respuestas respecto a qué asuntos deben ser resueltos según su prioridad. En primer lugar está la salubridad en sus diversos aspectos (41%); en segundo, la situación actual y perspectivas de la economía nacional (24%). El tercer lugar lo ocupa la falta de empleo y la situación de pobreza (21%), y el cuarto las dificultades de vivienda, la violencia y la indisciplina de la población (14%).
Es hora de hacerle caso al ciudadano, cuyos principales temores en este momento son contagiarse él o su familia y no tener recursos para atenderlos (69%) y no tener cómo alimentar a su familia (31%). Si alguien tiene intenciones de dirigir los destinos del Ecuador en el futuro, debe centrarse hoy en dar soluciones a estas dos necesidades que agobian y no dejan dormir a las familias ecuatorianas.
Last modified on 2020-05-06