El costo de una mala comunicación puede ser severo. Lo saben las empresas, las organizaciones sociales y, sobre todo, los gobiernos. Sin embargo, esa premisa fue subestimada en las movilizaciones de octubre. Las estadísticas de Cedatos evidencian que si existía un trabajo anticipado para discutir las reformas económicas, el desastre pudo ser menor, incluso podía evitarse. En una entrevista, el presidente ejecutivo de la firma, Polibio Córdova, explicó que meses atrás ya había muestras de cierta inconformidad ciudadana, que no fueron tomadas en cuenta a tiempo.
Es mandatorio, entonces, escuchar lo que dicen los números, pero sobre todo lo que dicen los colectivos, a quienes se debía informar y tomar en cuenta antes de anunciar las medidas económicas, que se convirtieron en un caldo de cultivo para desatar la ira social en la que, además, se infiltraron grupos violentos cuya procedencia poco a poco se aclara.
La lección que dejan estos números analizados semanas después, especialmente para los políticos, es que se debe dejar de creer que los problemas y las elecciones se resuelven en redes sociales, se debe entender que las tendencias en Twitter no son el mundo real, y que por fuera existe un 61,5% de población sin condiciones de empleo estables ni adecuadas a la que se debe escuchar para que no se produzca un nuevo estallido.
Last modified on 2020-01-08