Para los PRODUCTOS OLÉ todo se transforma. La compañía se caracteriza por ofrecer sabores únicos, en los que un ají puede saber a fruta y un snack puede ser una experiencia tan personal como universal. Pero esta esencia poco convencional no es gratuita y está anclada en un fuerte compromiso de responsabilidad social y ambiental.
Así, a través de un convenio pionero con ANUNA, PRODUCTOS OLÉ decidió transformar sus residuos orgánicos en abono natural. Esta iniciativa se traduce en varios beneficios: constituye un ejemplo empresarial de sostenibilidad; reduce considerablemente el impacto de la empresa en el medio ambiente y beneficia a los agricultores ecuatorianos, quienes utilizan el abono para potenciar los sabores y calidad de su materia prima.
Con esta iniciativa, PRODUCTOS OLÉ aborda uno de los principales problemas en Quito: mirar a los residuos orgánicos como basura, un error absurdo que desborda los botaderos de la ciudad innecesariamente.
Según la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS-EP), en Quito se generan alrededor de 2.000 toneladas de residuos sólidos diarios, de los cuales 60% son orgánicos (frutas, vegetales, desperdicios de comida, plantas, café, cáscaras de huevo, entre otros) mientras que el 40% son inorgánicos (papel, metal, vidrio, textiles, plástico, etc.) Es decir, el porcentaje de residuos orgánicos equivale al peso de 200 elefantes. Un peso enorme que podría convertirse en recurso, con la actitud y la guía adecuadas.
Last modified on 2022-11-07