El ministro argentino de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, y su par de Producción, Francisco Cabrera, pidieron en una misiva al representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, que su país sea excluido de los impuestos que deben pagar las importaciones de acero y aluminio.
En representación del Gobierno que preside Mauricio Macri, los ministros solicitaron "de manera formal la excepción de nuestro país a los nuevos aranceles estadounidenses al acero y al aluminio", informó la Cancillería en un comunicado.
Con el propósito de preservar las exportaciones de acero y aluminio que Argentina envía a EEUU por valor de más de 700 millones de dólares anuales, el Gobierno del país sudamericano enfatizó en que sus ventas de acero no desplazan la producción estadounidense.
El país sudamericano sólo representa 0,6 por ciento de las importaciones de acero que realiza EEUU, situándose en el puesto 26 entre los países de origen de las importaciones, resaltó el Gobierno.
Argentina exporta principalmente tubos de acero sin costura, "productos de alto valor agregado que constituyen un suministro clave para los productores del sector de petróleo y gas en los Estados Unidos", sostuvieron los ministros en su carta.
En cuanto al aluminio, las ventas argentinas constituyen 2,3 por ciento de las compras totales que efectúa Estados Unidos.
Argentina "no es un país de transbordo o triangulación para exportaciones de acero o aluminio a Estados Unidos", remarcó el Ejecutivo del país sudamericano.
El Gobierno también recordó su apoyo a la creación del Foro Global sobre Capacidad Excesiva del Acero en la Cumbre del G20 que tuvo lugar en la ciudad china de Hangzhou en 2016.
Al presidir este año el G20, y por tanto ese foro, Argentina "lidera un ambicioso programa de trabajo destinado a que los miembros adopten medidas concretas y rápidas para eliminar los subsidios y otras medidas de apoyo estatal que distorsionan el mercado y que contribuyen al exceso de capacidad", sostiene la misiva.
PEDIDOS EN PARALELO
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó el 8 de marzo una normativa que impone aranceles de 25 por ciento para los ingresos de acero y de diez por ciento para los de aluminio.
Desde entonces, el Gobierno de Mauricio Macri se lanzó por varias vías a defender sus ventas de acero y aluminio alegando que no inciden en el desequilibrio comercial que motivó a EEUU a imponer estos impuestos al resto de los países, con excepción de Canadá y México.
Durante la reunión de ministros de Finanzas y de presidentes de bancos centrales del G20 que acogió Argentina entre lunes y martes, el ministro de Hacienda local, Nicolás Dujovne, pidió al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, respetar las exportaciones de acero y aluminio.
El propio presidente Macri se comunicó con su homólogo estadounidense hace dos semanas para que el mandatario revisara su decisión de incluir a Argentina en los gravámenes.
El secretario argentino de Comercio, Miguel Braun, también viajó a Washington hace unos días para reiterar el pedido de su Gobierno.
Las argumentaciones de la nación sudamericana calaron en la administración estadounidense, que anunció en la víspera, a través de Lighthizer, que diferirá la aplicación de los aranceles en el caso de Argentina, Australia y la Unión Europea ante la posibilidad de confirmar una exención definitiva. (Sputnik)
Argentina pide a EEUU ser eximida de los aranceles al acero y aluminio
- 2018-03-22
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